¿Es realmente una cerveza? ¿Tiene alcohol? ¿Pica? Responde estas y más cuestiones existenciales en torno a este brebaje taquillero… Y sácate las dudas probando 5 opciones nacionales.
Partiré escribiendo en primera persona, a ver si empatizas conmigo. Apenas escuché hablar de la ginger beer, pensé: “ Es una cerveza de sabor medio spicy”. Se me hizo agua la boca porque soy fan del jengibre y sus beneficios. Me imaginé un schop heladito, de color cobre/rojizo intenso. Si pudiera plasmar esa imagen les aseguro que tendría muchos likes en Instagram.
Pero no, estaba equivocada y te voy a contar por qué…
¿Es una cerveza de jengibre? ¿Qué es y a qué sabe?
Efervescente, fresca y con un sabor dulce-picante, es una bebida carbonatada elaborada con jengibre, agua y azúcar; de fermentación natural, proveniente de una masa madre de jengibre o “ginger bug”.
En estricto rigor no es una cerveza en sí -como las que habitualmente consumimos- pero comparten características similares como el fermentado, generar dióxido de carbono, alcohol, tonalidades y turbiedad, entre otras cosas.
Sus propiedades estimulantes, antiinflamatorias, digestivas y probióticas la convirtieron en todo un elixir, que denominaron ginger beer desde sus inicios hasta el día de hoy.

Brebaje histórico
Este producto se hizo súper popular en Gran Bretaña desde el siglo XVIII hasta inicios del siglo XX. Inglaterra tenía el control de Jamaica por ejemplo, que era el país que más producía jengibre en el mundo. Y a raíz del florecimiento del comercio de las especias, los europeos comenzaron a importar este insumo tropical del Nuevo Mundo, junto con el azúcar.
A tal punto llegó su popularidad, que la gente lo elaboraba incluso de forma casera como método seguro para beber agua. Con el tiempo los británicos dominaron el mercado y comenzaron a exportarlo a Norteamérica. Se envasaba en botellas de greda, que conservaban bien su efervescencia natural y la mantenían fría.
Dato: fue a partir de la época de “La Prohibición o Ley Seca”, que la ginger beer cayó en desuso y fue reemplazada por una bebida que seguro conoces, la ginger ale, y otros refrescos de elaboración artificial.

Ginger Beer casera y en el mundo de la coctelería
En la actualidad resurgió con toda su frescura, convirtiéndose en una bebida accesible y una excelente base para dar vida a diversos cocktails y mocktails. Es una protagonista de la escena coctelera internacional, destacando por ejemplo en el ya famoso Moscow Mule, haciendo un match perfecto con el vodka y con el limón.
Puedes encontrar varias recetas en internet para comenzar a hacer tu propia ginger beer. Ojo sí, que tanto la “masa madre de jengibre” como la paciencia serán tus mejores aliadas; como en todo proceso que involucra una fermentación que en este caso ronda los 10 días aprox.
Respecto a su graduación alcohólica, depende del tiempo de reposo tras la segunda fermentación, pudiendo alcanzar incluso un 10%. Ahora bien, la mayoría de las que se comercializan cortan dicho proceso a tiempo para que no contengan alcohol.

Si ya te tentaste con todos estos detalles, te recomendamos un par de emprendimientos chilenos que han apostado por la producción de este brebaje:
1. Vibra
La forma más rica de obtener todos los beneficios del jengibre, dicen en este emprendimiento. ¿Te apuntas para comprobarlo?
2. BJ Ginger Beer
Dulcecitas como el primer amor, sorpréndete con la efervescencia y sabor de esta propuesta, impulsada por dos emprendedores que te quitarán la sed con su ginger beer artesanal.

3. Giazz Ginger
Bien fría, con hielito. Así recomienda La Quequería consumir su ginger beer de producción artesanal.
4. De Raíz
En este sabroso local podrás disfrutar de su cocina nutritiva, acompañada de una exquisita ginger beer de producción 100% casera.
5. EWU
Este refresco fermentado de jengibre es preparado con aguas de Valdivia. ¡Sabor sureño y del bueno! Y que puedes disfrutar acá en Santiago en el Gin Garden de Ruca Bar.

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