Arnaud Frennet es un cervecero belga y destacado deportista náutico, que encontró en Pichilemu el lugar ideal para elaborar el brebaje de sus sueños. En Cervecería del Mar “Viejo Lobo”, encontrarás cervezas de fermentación libre -proceso único en Chile- en equilibrio con su entorno y estilo de vida fuertemente ligado al amor por la naturaleza. ¡Con cerveza en mano, acompáñanos a conocer la Historia con Sabor de este Viejo Lobo de Mar!
Comenzamos esta Ruta con Sabor por la VI Región navegando por la propuesta de Productos del Mar – Fullu, continuamos siguiendo los pasos del Club Social de Los Piures y llegó la hora de la tercera y penúltima parada. ¡Una refrescante parada!
En el sector de Punta de Lobos, Pichilemu, cuentan los vecinos que hace años divisan a un “Viejo Lobo de Mar”; quien con máxima destreza, surfea las olas de su atractiva playa y deleita a su público con exquisitas cervezas. Intrigados por esta Historia con Sabor, fuimos a conocer su propuesta.
Destapando una de sus creaciones nos recibió Arnaud Frennet, el Viejo Lobo que dirige justamente la Cervecería del Mar – Viejo Lobo. Capturando las energías de sus alrededores, este emprendedor produce la cerveza que siempre soñó; especial, diferente, fiel reflejo de su origen y que entrega momentos de excepción a quienes la consumen.
SURFEANDO SU DESTINO HACIA CHILE
Arnaud nació en Bélgica en un pueblo agrícola llamado Walcourt, cuya principal producción era el trigo y la cebada; destinada a la tradición cervecera de aquel país. “Vengo de una familia que vivía en el campo, pasaba los veranos junto a mi padrino y su máquina cosechadora”, recuerda con alegría. Pero su infancia daría un giro en 180° cuando se subió por primera vez a una tabla de windsurf, influenciado por sus padres que lo practicaban en un lago cercano.
Cuando ellos terminaban sus sesiones, el pequeño Arnaud volcaba toda su energía arriba de la tabla; al punto de incluso perderse en el lago una vez, cuenta riendo. Dicha actividad revolucionó su mundo y su adolescencia estuvo muy enfocada en este deporte náutico.
Humildemente aclara que no lo practicó profesionalmente, aunque desde los 15 años contó con auspiciadores que lo llevaron -por ejemplo- a pasar mucho tiempo en las Islas Canarias; lugar propicio para la práctica de este deporte. Terminado el colegio, también decidió tomar un intercambio por un año en Hawái, otro paraíso de las olas.
Ya de vuelta en Bélgica, estuvo 2 años estudiando agronomía, pero en su cabeza seguía rondando el sonido del mar. Acto seguido, volvió a las Islas Canarias para dedicarse por completo a surfear. El emprendedor reconoce que había dos formas de lograrlo. Una era sólo competir, y la otra era escribir sobre temas relacionados a este deporte náutico en distintas revistas, que pudieran también aprovechar de hacer mención a sus auspiciadores.
Así fue como gracias a un trabajo de investigación para la Wind Magazine, sobre las condiciones en Chile para la práctica del windsurf, que Arnaud llegó a Chile el 30 de noviembre de 1996; el día de su cumpleaños, que festejó en el país donde conocería a su actual pareja, Vania, y que se convertiría a futuro en su nuevo hogar.
TRADICIÓN CERVECERA Y FAMILIAR
La práctica del windsurf, sin dudas, fue un “viaje” trascendental para Arnaud. Ahora bien, como buen belga, también lo fue la cerveza. ¡Bélgica en sí es un país cervecero! “No hay una zona en la que no tengas una cervecería cerca”, dice este Viejo Lobo de Mar. En Walcourt tienes cerca la Chimay, una de las más reconocidas a nivel mundial.
Pero sus recuerdos más entrañables se posan sobre los pasillos de Orval… Una cervecería trapista ubicada dentro de los muros de la Abadía Notre-Dame d’Orval, que produce una cerveza única en el mundo con el sello de autenticidad respectivo. Gracias a su tío Dom Bernard-Joseph -actual monje jefe de dicho monasterio trapense- desde pequeño pudo disfrutar desde cerca este histórico lugar, que abre sus puertas dos veces al año para las visitas de familiares.
“De niño iba para allá, de hecho adentro hay una laguna. Te diría que mi verdadero primer contacto con un deporte náutico fue ahí con un velero chico, que tiraba al agua y lo iba a buscar al otro lado”, comenta emocionado. “También le ponía un poco de bulla al lugar deslizándome por sus pasillos, que eran una cerámica perfecta”, añade reviviendo esas lindas anécdotas mientras observa su cervecería.
En relación a su primer encuentro con el sabor de la cerveza, Arnaud reconoce que también fue a temprana edad, junto a su padre. Invitándonos a probar una muestra de su cerveza Viejo Lobo – Original, indica que en Bélgica la educación cervecera es muy abierta. “Es común que dentro de las familias se dé y se eduque al respecto”. Y claramente, cada vez que iban a Orval se maravillaban con la “caricia al paladar” de sus recetas.
DESCORCHANDO OPORTUNIDADES EN EL MUNDO DEL VINO
Subiéndonos nuevamente a la ola de oportunidades que trajeron a este emprendedor a Chile, mientras desarrollaba el comentado reportaje para la Wind Magazine, encontró en Pichilemu un lugar donde llegaban a puerto sus dos grandes pasiones: el windsurf y la cerveza.
No obstante, razones laborales lo mantuvieron sus primeros años viviendo entre Santiago, Rancagua y San Fernando; dedicándose a la importación de equipos para deportes náuticos y de nieve, y una actividad que llenó todo su gusto: el rubro del vino. Buscando un rubro similar al de la cerveza y oportunidades fuera de la capital, en 2003 la viña chilena más premiada del siglo XXI, Casa Silva, le abrió sus puertas en San Fernando.
“No soy enólogo, pero me gustaba mucho el tema. Y con el plus de que manejaba muy bien distintos idiomas, entré por la puerta chica y ahora soy el actual director comercial”, dice orgulloso. Con la experiencia más que ganada, Arnaud incluso ha sido jurado del Catad’Or – World Wine Awards, el concurso internacional de vinos más relevante en Latinoamérica.
CAPTURANDO LA ENERGÍA DEL MAR PARA SU CERVEZA SOÑADA
A principios de los 00’ el desarrollo de cervezas artesanales en Chile era mínimo. Por lo mismo, desde un principio este Viejo Lobo de Mar visualizó el proyecto de su propia cervecería, adquiriendo un terreno en su amado Pichilemu en 2003. Al que se mudaría años después, mientras se capacitaba buscando la perfección de su receta. Entre diferentes cursos, una provechosa práctica en Orval y visitando diversas cervecerías, Arnaud fue construyendo su camino hasta inaugurar Cervecería del Mar – Viejo Lobo en 2016.
Un arduo trabajo –de más de 10 años- que consistió en absorber las energías de su entorno y perfilar una cerveza de mucho cuerpo pero a la vez refrescante. A raíz de esto apostó por un proceso de fermentación libre, diseñando una planta de producción sustentable (economía circular, reciclaje de botellas, energía solar y tratamiento de aguas) y lograr fermentar sin control de temperatura; tal como se hacía antes de la industrialización.
Nos sumergimos en su cámara de maduración subterránea para observar y seguir degustando su trabajo. Con la fuerza del mar como guía e inspirado en las cervezas Saison originales, cada producción entrega resultados levemente distintos. Razón por la cual, este emprendedor diferencia a cada una de sus cervezas por la semana de fermentación con una reseña del contexto en el que se elaboró.
Te invitamos a visitar su blog e Instagram para que te tientes leyendo las historias de cada semana.
LA MAREA 2023 LLEGÓ CON UNA NUEVA CERVEZA PARA SU PORTAFOLIO
Su portafolio cervecero cuenta con tres cervezas: La Original, La Triple (más fuerte e intensa) y Las Envejecidas (cuyo tiempo de envejecimiento en botella es mínimo de 1 año). Catamos junto a Arnaud una Original del 2022 y una Envejecida del 2018. ¡Increíble el contraste de perfiles entre una y otra! ¡Incluso el color cambia! Sus propios amigos del mundo del vino se sorprenden al probarlas.
Actualmente puedes encontrar Viejo Lobo en Pichilemu y en Santiago, pero está empezando a llegar a regiones. Contáctate con ellos para conocer sus puntos de venta o ingresa a su sitio web para comprarlas directamente. ¿Quieres conocer su cervecería? Puedes agendar un sabroso tour de degustación.
Y atent@s a sus próximas novedades. Continuando por el camino de la sustentabilidad, están próximos a habilitar una planta de reciclaje, que les permitirá profesionalizar lo que ya vienen haciendo. Y como primicia, adelantan más producción de cervezas de guarda y el estreno de La Blanca, una nueva cerveza elaborada con trigo.
“Nos adaptamos al mar”, predican en Viejo Lobo. Comparte esta Historia con Sabor de Mango Merkén y sigue la corriente del mar hasta su cervecería en Pichilemu.
Dirección: Pasaje Punta de Lobos, Pichilemu
Horarios: (sala de ventas) lunes a viernes de 16:00 a 20:00 hrs / sábado y domingo de 13:00 a 20:00 hrs
Instagram: @cerveza_viejolobo / Web: viejolobo.cl
Teléfono: +56974949405 / Correo: info@viejolobo.cl
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