Desde el 2012, Anita Rivera, también conocida como Ciudadana B, ha experimentado un cambio alimenticio integral, tanto en el consumo como de reflexión de los procesos de elaboración de estos. Hoy en día, es una referente de la investigación, conocimiento y publicación de los principios sustentables que rigen esta reforma. Sí, una reforma necesaria, ecológica, que permita hacerte cuestionar los impactos que tienen tus decisiones alimentarias en el mundo. Prepárate, porque esta nueva entrega de HISTORIAS CON SABOR puede revolucionar tu dieta y estilo de vida por completo.
¿De dónde vienen los alimentos que estás consumiendo? ¿Cuál fue la cadena de procesos que lo llevó a estar en tu mesa y cuál es el impacto real de su consumición en el mundo? Estas son dos preguntas claves que se hizo en su momento Anita Rivera para meterse de lleno en el concepto de la sustentabilidad. Desde las recetas hasta las estrategias y lineamientos que contienen una vida sustentable.
A raíz de esto nace su blog Ciudadana B, un proyecto que promueve la sustentabilidad agroalimentaria en Chile y la vida saludable.
Gracias a su trabajo en este ámbito, el año pasado publicó el libro “La Cosecha”, la primera guía de productores locales de Chile para aprender a comer de manera justa, diversa y sustentable desde el desierto a la Patagonia. “Esta publicación reúne las historias y datos de 40 productores que están cambiando el sistema alimentario en Chile a través de prácticas de agricultura regenerativa, orgánica, comercio justo y bienestar animal”, señala la propia autora.
Esta búsqueda, radica en la nostalgia de Anita por la buena mesa de antaño. De esas en familia, sin pausa y sin prisa. Comida hogareña acorde a lo que nos entregaba cada estación del año. “Es el bastión desde donde me rebelo contra el sistema que hoy nos inunda con tanta rapidez y excesos. Mi rebelión consiste en hacer mi propio pan de la semana, el yogurt, los postres, las tortas de cumpleaños y las comidas del día a día que alimentan a mi familia. Busco los ingredientes más naturales a la hora de cocinar y privilegio a aquellos proveedores que nos ofrecen alimentos nobles y respetuosos”, indica Ciudadana B en su blog.
En él, puedes encontrar reflexiones personales en torno a la comida y la vida desde distintos ángulos, secciones de recetas, sustentabilidad alimenticia, entre otras cosas que nutren la discusión sobre el cambio de paradigma que debemos generar.
DESPERTAR ALIMENTICIO
Licenciada en Historia, probó suerte viviendo en Inglaterra durante seis años, estudiando un magíster y trabajando. Al volver a Chile en el 2012, tuvo un conflicto inmediato con la cultura alimenticia de nuestro país. Ella venía de la lógica inglesa, donde había un respaldo y promoción súper fuerte del mercado local, productores orgánicos, mini mercados especializados en el tema. Era mucho más accesible que acá. Eso había provocado en Anita un despertar alimenticio, según sus propias palabras.
Un tiempo se dedicó a hacer cenas clandestinas, metiéndose de lleno en el área gastronómica. Ahí se encontró con la disyuntiva de este impulso en Inglaterra de las producciones locales versus el movimiento ícono de la referencia de la revolución industrial y sus mega empresas, que podían proveer de alimentos y especias de distintas partes del mundo y en grandes cantidades. “Empecé a entender que era bacán tener acceso a todo lo que se te pudiera ocurrir, desde el punto de vista gastronómico, porque podías cocinar y comer lo que tu quisieras. Pero también tenía ciertos impactos e implicancias desde el punto de vista del transporte, de traerte frutillas desde Chile en pleno invierno, o determinar un precio de la carne demasiado barato”, cuenta.
PROYECTO CIUDADANA B
Nace en 2012, relacionado desde la parte espiritual con su incursión en la práctica del yoga, llevando esa consciencia al ámbito gastronómico y las recetas. Y de la parte de la sustentabilidad, definido por todo el mercado orgánico que logró presenciar y consumir en Inglaterra.
“Pensar en comer pollo acá era una cosa terrible, porque en el fondo no tenías más opciones que el pollo marinado de ‘x’ empresa. Me generó un shock súper grande. Ahí abrí el blog, mostrando una forma alternativa de alimentarse, de entender de dónde vienen tus alimentos. Hacer que la gente se cuestionara de dónde venían y cómo sus decisiones alimentarias tienen impactos en el mundo”, remarca Anita.
Empezó a visitar a productores, para darle más tiraje al contenido teórico de la sustentabilidad alimentaria, contando las historias detrás de estos protagonistas. Un poco mezclado con un estilo de vida, ser más consciente, más sustentable, pero siempre como pilar fundamental del sitio la alimentación.
BOSQUE FRÍO
Hoy en día, Anita tiene una empresa junto a su pareja, Cristián Campos, llamada Bosque Frío. Desarrollan contenido que permita acercar a las personas y a las empresas a esta necesaria transformación hacia modelos de vida un poco más sostenibles, más conscientes. Y eso lo hacen desde Valdivia, lugar en el que se radicaron hace un año junto a su hija, migrando también por los episodios del estallido social y pandemia, determinantes para cualquier persona a esta altura. A los dos les gustaba mucho la naturaleza y el campo. Querían re conectar con las personas que están detrás de la agricultura, ganadería, los oficios.
“Trabajamos con esos elementos que tienen que ver con la conexión con la naturaleza, alimentación sana, estilos de vida más lentos y conscientes, no tan acelerados. Es la apuesta hacia lo local. Y dentro de eso, hacemos asesorías, consultorías técnicas, estrategias de sostenibilidad, comunicación estratégica, entre otras cosas”, indica Anita alegre y realizada por lo que están logrando. Además, promueven distintas plataformas de generación de contenido como la redacción de libros o edición de podcast, que creen son necesarias para generar esa transformación que necesita el mundo, fomentando el desarrollo local, los viajes cortos, que la gente entienda de dónde viene su comida y cómo trabajar con la agricultura familiar campesina.
COMER DE MANERA SALUDABLE EN CHILE
Para Anita, este cambio aún no se refleja de manera significativa en nuestro país por diversas razones. Hay un tema de acceso, comer de manera saludable en Chile sigue siendo muy caro y poco accesible para un gran porcentaje de la población. “La pandemia también ha puesto de manifiesto lo frágil que ha sido todo el sistema alimentario y la posibilidad de la gente de asegurar su alimento, eso tiene que llamar a una reflexión profunda de nuestro modelo país”, apunta.
La Ciudadana B también concluye que quienes sí pueden escoger comer de manera más saludable, todavía no tienen muy claro cómo esas decisiones alimentarias impactan. “Falta educación al respecto, entender cuál es la diferencia entre un pollo o un pan de ‘x’ empresa y un pollo libre o un pan de masa madre. Además, cuál es la diferencia en términos de salud para tu organismo”, dice. También hay barreras desde el punto de vista de los mismos productores. Hoy en día, tienes una población agricultora con un promedio de edad de 60 años y no están “tecnologizados”. Al campo casi no llega internet y si llega, no conocen las redes sociales.
“Este cambio de paradigma está atrayendo a agricultores jóvenes, los agricultores 2.0, que son los que precisamente están en el libro que yo hice. Es la gente bisagra de este cambio, ligada al tema alimentario, al campo, que dejó toda su vida para dedicarse a eso, pero tienen la pata tecnológica, están híper conectados, entienden el poder de las redes. Y ese nicho es nuevo, tiene que crecer un poco más para poder hacerse cada vez más sólido, pero va para allá”, relata entusiasmada Anita.
LIBRO “LA COSECHA”
La autora lo define como la culminación de un proyecto iniciado el 2012 con su cambio alimenticio. Si bien quiso publicarlo antes y en otro formato, el 2020 le dio el espacio de reflexión para sacarlo adelante como un e-book. Los procesos de crisis sociales fueron determinantes para ella, ya que tanto en el estallido como en la pandemia encontró este elemento crítico sobre las cadenas de desabastecimiento.
“La gente tenía este miedo de que se iban a quedar sin alimento. Pero, si tú vives en este sistema paralelo de la producción local, de comprarle el queso al vecino, de hacerte el pan, de que las verduras te las traiga el agricultor de 100 km. a la redonda, eso no pasa. Te vuelves mucho más resiliente frente a las crisis y tu territorio se fortalece, manteniendo cierta independencia respecto a lo que pueda estar pasando a nivel global”, remarca.
Fue el momento perfecto para estrenar esta primera guía con historias y datos de 40 productores locales a lo largo de todo Chile, para aprender a comer de manera justa, diversa y sustentable, a través de prácticas de agricultura regenerativa, orgánica, comercio justo y bienestar animal. “Fue como tener un segundo hijo”, reconoce.
Si quieres comprar su libro (valor: $10.000) escríbele directo a Anita al correo hola@ciudadanab.com y te enviará toda la información que necesitas.
PROYECTOS A FUTURO
Tiene la intención de profundizar en todo lo que tiene que ver con la cosecha e ir actualizando la guía a medida que más productores se pueden incluir en esta. Eventualmente, su gran proyecto es poder tener un centro demostrativo de todo este tipo de prácticas y vida sustentable.
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