Alquimia Caramelos, creadores de una dulce realidad

Rocío Hernández y Lissette Arancibia son las socias detrás de este emprendimiento, que ofrece caramelos 100% hechos a mano y con esencias 100% naturales. Rocío, publicista de profesión, se enamoró de este oficio en uno de sus anteriores trabajos. Lissette es arquitecta, pero el trabajo de oficina nunca la llenó. Un día, pasando por el taller de caramelos de Rocío, sintió un “flechazo” al ver el trabajo que existía detrás de cada pieza. Desde ese día, nunca se separaron. ¡Te invitamos a conocer la técnica clásica del caramelo artesanal en esta nueva Historia con Sabor!

La palabra alquimista tiene el significado de «persona que se dedica en la experimentación sobre las transformaciones de la materia». Y es justamente lo anterior a lo que se dedican en Alquimia, dónde grandes volúmenes de caramelo se transforman en pequeños trocitos de amor, dulzura y pasión.

Fuimos hasta su taller ubicado en el Barrio Lastarria para conocer el proceso de estos increíbles caramelos y la historia de las responsables de entregar amor y dulzura a través de sus productos. Ahí nos recibió Lissette junto a María Carolina Montanares, encargada de las ventas en Alquimia.

Nos impresionamos con su vitrina de caramelos, paletas y gomitas y la variedad de colores, sabores y formatos, ¡qué bonito y delicado trabajo! Pasamos al taller y nos esperaba Rocío junto a Claudia Donoso, quién se desempeña como «caramelera» en el equipo.

Foto: Mango Merkén

Afortunadamente pudimos presenciar el estirado de estos caramelos. Una tarea compleja, pero la experiencia de Claudia lo transforma en un trabajo entretenido y fácil.  

Luego de esas primeras impresiones, Rocío y Lissette nos invitan a sentarnos en compañía de un café para comenzar a conocer su dulce Historia con Sabor.

COMIENZOS DIFERENTES CON UN DESTINO EN COMÚN

Rocío Hernández es publicista de profesión. Trabajó varios años en empresas de renombre como Cencosud, casino Enjoy, agencias de publicidad, entre otras. Luego, viajó a Nueva Zelanda y Australia, dónde estuvo un año y medio trabajando en diferentes tareas.

En 2015 vuelve a Chile, específicamente a Curauma, quinta región de nuestro país. Ese mismo año encuentra trabajo en un taller de dulces en Valparaíso. “Me enamoré de ese trabajo. Es increíble cómo esa labor envuelve todos tus sentidos. La vista, el olfato, el gusto, todo”, comentaba recordando con emoción sus inicios en el rubro de los caramelos. En este taller comenzó trabajando como vendedora, y después de unos meses, pasó a ser administradora de los fines de semana en el local. 

“Lo lindo de este trabajo, es que a los adultos los vuelves niños y a los niños les muestras un mundo que no conocen, porque muchos de ellos no saben lo que es un oficio y rescatar eso es maravilloso”

Trabajó un año allá, pero ella siempre había sido de Santiago. “Necesitaba el apoyo de mi familia, ya que estaba separada y estaba sola con mi hijo”. Se devolvió a Santiago en marzo del 2016 y venía con la idea de hacer una tienda de caramelos, “había amado ese trabajo”, reitera. Ya en la capital, comenzó a armar el proyecto con un amigo. Él iba a poner el dinero y ella la idea. Luego de unos meses armando todo, su amigo le dijo que no podría financiar el proyecto.

Foto: Mango Merkén

Rocío tenía todas las ganas de seguir con la idea, por lo que consiguió otra manera de financiar el emprendimiento y pidió ayuda al grupo de amigos que había conocido en su trabajo en Valparaíso. Ellos la ayudaron a poner de pie el proyecto y finalmente en octubre del 2016 abrió el primer local de Alquimia en el Barrio Bellavista.

Por su parte, Lissette Arancibia llegó desde Antofagasta a Santiago a estudiar. Arquitecta de profesión, alcanzó a trabajar en algunas oficinas, pero según nos contó, no se sentía cómoda con esa rutina. “Tú puedes ser muy renombrada, pero al final te sientas a hacer planos todo el día, te conviertes más en dibujante técnico y eso es algo que yo no quería en la vida”, reconoce. Su relación con Alquimia nace de manera fortuita. De esas casualidades que uno no imagina.

“Cuando yo estudiaba, un día pasé por la tienda de Bellavista y vi a Rocío estirando un caramelo. Dije: “oh qué bacán”. Me gustó tanto y le pedí si podía grabar”. Nos comentaba recordando su primer acercamiento con el mundo de los caramelos.

Entró al local y comenzó a entender todo el proceso del caramelo. “Lo encontré maravilloso y me enamoré completamente del oficio”, cuenta Lissette riendo. Ella nunca había visto el trabajo detrás de los caramelos, por lo que fue un descubrimiento totalmente sorprendente y grato para ella. Comenzaba una historia llena de dulzor para Lissette.

Foto: Mango Merkén

AMOR Y CONEXIÓN POR LOS CARAMELOS

Desde el primer momento, Rocío y Lissette crearon un lazo especial. “Nos llevamos muy bien desde la primera vez”, dicen. Comenzaron a tener más contacto y en el año 2017 Lissette se une al equipo de Alquimia como vendedora los fines de semana.

Con el paso del tiempo, Lissette aprendió la técnica artesanal de los carameleros y de vendedora pasó directamente a ser caramelera en Alquimia.

El deseo del equipo fue siempre entregar una experiencia inolvidable para quienes pasaran por su vitrina que daba a la calle. Así, el ambiente de Alquimia busca envolver y contagiar a los clientes de alegría desde su llegada. Todo el equipo ha logrado transmitir su conexión y amor por los caramelos mediante la buena atención a quienes los visitan día a día.

“La gente siempre ha rescatado la energía del equipo, destacan siempre la atención, la buena onda y eso es algo que nos caracteriza mucho. Las personas en Bellavista nos decían que les gustaba pasar por fuera del local porque les alegrábamos el día”, comentan Rocío y Lissette felices por el trabajo hecho.

Fotos: Mango Merkén

DE BELLAVISTA A LASTARRIA

En 2019 deciden buscar casa nueva para Alquimia. Nos comentan que siempre quisieron tener un lugar en Santiago Centro, accesible a todo público para no generar distinciones socioeconómicas y que todos tuvieran la posibilidad de probar su producto.

Fue justamente en el proceso de cambio de local, cuando Lissette se convierte en una de las socias de Alquimia. Durante su búsqueda, fue importante que todo el equipo visitara previamente el lugar. “Queríamos que todos estuvieran cómodos con el espacio, porque ninguno funcionaría encerrado, sin luz ni ventanas”, comentaba Rocío.

Así fue como encontraron un nuevo espacio en la “Galería Lastarria”. Para Lissette, el lugar encaja a la perfección con el concepto de sus caramelos. “El Barrio Lastarria es más artístico y va muy de la mano con lo que hacemos nosotros, que al final hacer caramelos es un arte”, nos comenta.

Foto: Mango Merkén

Después de unos meses en el local nuevo, llegó el Estallido Social y posteriormente la pandemia. Al ser una época de encierro y angustia para muchas personas, el equipo de Alquimia decidió entregar mensajes de ánimo mediante las redes sociales, para contagiar de ánimo a quienes más lo necesitaban y así no perder la esencia que tanto los identifica.

Además, fueron parte de causas sociales, entregando caramelos para las personas y el personal de salud en el Hospital Calvo Mackenna. Bajo esa misma línea, comentan el trabajo a beneficio que realizan hasta ahora, con disposición a ayudar siempre a quienes lo necesiten.

“Hay clientes que nos hablan para que aportemos a rifas a beneficio y nosotros siempre estamos dispuestos a colaborar. No mostramos mucho de eso en redes sociales, tratamos de no venderlo, pero sí nos gusta mucho ser parte de causas benéficas”, comentan.

Fotos: Mango Merkén

PASO A PASO HACIA EL FUTURO

Rocío y Lissette reconocen el trabajo para futuros proyectos y ambiciones de su marca, pero prefieren no aferrarse a una idea. “Tú puedes planificar de aquí a 1 ó 10 años, pero en un día todo puede cambiar”.

Ambas están de acuerdo en ir creciendo, pero con calma, sin adelantar las cosas y asegurándose que sus proyectos a futuro estén muy bien pensados. Eso sí, manteniendo siempre la técnica de hacer los caramelos 100% a mano, sin necesidad de utilizar máquinas carameleras.

Fotos: Mango Merkén

En cuanto a sus sabores, están en constante innovación, experimentando y renovando su propuesta. Los que nunca pueden faltar en la tienda, son los de violeta y anís. ¡Pruébalos y tendrás un viaje a tu infancia! O los típicos caramelos cítricos, ¡la acidez y el dulzor combinan a la perfección!

Si eres de los que les gusta probar sabores diferentes, atrévete con su mix tropical de mango, guayaba, piña o maracuyá. ¡Transpórtate al verano con estos sabores!

Foto: Mango Merkén
Fotos: Mango Merkén

Dale tu apoyo a este emprendimiento compartiendo esta Historia con Sabor de Mango Merkén. ¡Visita Alquimia y conoce la técnica clásica del caramelo artesanal y disfruta de su sabor 100% natural! 

Dirección: Los Leones 275, Providencia, Santiago

Horarios: Martes a domingo de 11:00 a 19:00 hrs.

Instagram: @alquimia.caramelos / Web: www.alquimiacaramelos.com

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2 comentarios

  1. Hola
    Mi nombre es Catalina, soy una abuela de Puerto Montt, vi su emprendimiento desde mi casa en Mega “De Paseo” y quedé alucinada con lo que hacen
    Quiero aprender hacerlo para mis nietos, no quiero hacer un negocio, sólo hacer feliz a mis guaguas
    Pueden ayudarme con esto??

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