Brown Sugar Cerámica, transformando la gastronomía en una auténtica obra de arte

Dicen que la comida entra por los ojos. Los platos bien presentados activan el placer. Y en ese sentido, no sólo los alimentos juegan un papel fundamental, también la vajilla. Platos hondos, platos llanos, platos de postre. La versatilidad con la que podemos presentar la comida, hace del proceso de emplatado un acto preponderante. Esa es la propuesta que persigue María René Noguera con Brown Sugar Cerámica, un emprendimiento que busca crear desde lo estético y lo visual, vajilla para lucir tus preparaciones como auténticas piezas de arte. Conoce más detalles en una nueva entrega de Historias con Sabor de Mango Merkén.

No es por ser reiterativos, pero definitivamente la comida entra por los ojos. Más allá de las técnicas, sabor, aroma, la imagen final del plato activará finalmente nuestros sentidos. ¡Está científicamente comprobado! Ver comida apetitosa hace que automáticamente se produzca un aumento de grelina, que es conocida como la “hormona del hambre”. 

Según investigadores del Instituto Max Planck, aplicando estudios de lo que han denominado “neurogastronomía”, apuntan que “basta con ver un plato de comida de aspecto delicioso para que se estimule nuestra voracidad”. Y para que esto tenga efecto, hay muchos cocineros y cocineras que se están atreviendo a dar un paso más en la presentación de sus platos, apostando por vajilla sumamente llamativa. 

Los chefs están en búsqueda de más y más posibilidades de despertar el apetito de sus comensales, y la vajilla que trabaja María René Noguera, es un complemento perfecto para hacer lucir el protagonismo y carácter de sus preparaciones. Nos recibe en su taller ubicado en Recoleta, en pleno Barrio Bellavista, rodeado de diversos locales del rubro gastronómico. Una casona que lleva por nombre “Tierra Luz”, donde convergen distintas disciplinas artísticas. 

Foto: Mango Merkén

En esos pasillos llenos de creatividad e inspiración, que como decíamos comparte con otros artistas, María René trabaja el barro con sus manos para lograr piezas únicas que pone a disposición en Brown Sugar Cerámica, su emprendimiento.

ARQUITECTA DE PROFESIÓN, ARTISTA POR OPCIÓN

“Nací en Nicaragua, crecí en Costa Rica y hace 10 años decidí venirme a Chile”, dice María René, en un viaje cargado con una maleta de sueños y aspiraciones. 

Arquitecta de profesión, relata cómo su madre le recalcó lo importante que era estudiar esa carrera. Siempre quiso estudiar Artes Plásticas, pero no se arrepiente de haber seguido los consejos de su mamá, ya que le permitió aprender muchas bases y herramientas para trabajar en cerámica. 

Una vez terminada su carrera de arquitectura en una universidad costarricense, era hora de recorrer su propio camino y seguir su instinto artístico. Siempre le gustó mucho lo que se transmite a través del arte. Plasmar sensaciones, sentimientos, guiada por el movimiento, la pintura, trabajando con barro en este caso, entre otras disciplinas. 

Foto: Mango Merkén

Se matriculó en Artes Plásticas con mención en historia. No terminó la carrera, pero mientras estudiaba hizo el curso de cerámica. “Fue amor a primera vista”, recuerda. 

Si bien la cerámica es una dinámica que tiene mucha técnica, a María René se le dio fácil, rápidamente pudo crear cosas. Algo que le jugó a favor fue sentir esa libertad de hacer cosas. Venía de la escuela de arquitectura, donde había mucha rigurosidad. “Desarrollarme en un espacio donde puedo actuar de forma intuitiva y transmitir lo que siento, es lo que más felicidad me da”, reconoce la artista.

PASAJES A CHILE, DESTINO A BROWN SUGAR

Tomando como un desafío migrar hacia otro país y salir de su zona de confort, vino en búsqueda de nuevas experiencias a Chile. Postuló a una beca y el 2011 se mudó a Santiago para hacer un magíster –por su lado arquitectónico- de estudios urbanos. Envuelta nuevamente en esa rigurosidad, el llamado de lo creativo no tardó en hacerse presente, pero no encontraba el taller que quería. 

Trabajando como arquitecta en la Municipalidad de Recoleta, pasó un día por afuera de Tierra Luz y entró para ver si hacían talleres. ¡Era el espacio indicado! Gracias a María Eliana Herrera, dueña del espacio, en 2014 retomó sus estudios en cerámica. Con la ayuda de ella, partió haciendo mucha joyería y luego empezó a experimentar con tazas y platos elaborados principalmente con la técnica de placas y la utilización de esmaltes.

Foto: Mango Merkén

En 2016 establece su marca, Brown Sugar. El nombre no nace por el color café ni relacionado a la cerámica, pero sí tiene un lado artístico. 

Brown Sugar es un tema de los Rolling Stones, la famosa banda musical, escrita por su vocalista Mick Jagger y dedicada a su pareja, Marsha Hunt. Además, la primera esposa de Jagger, Bianca Pérez-Mora, fue una reconocida activista nicaragüense. Entre esas relaciones y el fanatismo de la pareja de María René por estos íconos del rock, comenzó a decirle Brown Sugar. Y entre una cosa y otra, por el cariño asociado al sobrenombre, quedó registrada como marca para sus obras.

Al principio María René iba una vez a la semana al taller, pero el desarrollo de su lado artístico fue en aumento. Si bien continúa trabajando como arquitecta freelance, desde octubre de 2020 se avocó mucho más a la cerámica. Y aquello, tuvo directa relación con el mundo gastronómico.

Foto: Mango Merkén

CERÁMICA Y GASTRONOMÍA EXPERIMENTAL

Su pareja estudió cine, pero siempre ha trabajado en el mundo de la gastronomía, en restaurantes principalmente. Incluso está desarrollando su propia línea de productos. Juntos recorren lugares en búsqueda de nuevos sabores, y esa sabrosa experiencia, fue un motor fundamental para empezar con la confección de vajilla para emplatar.  

En una de esas salidas fueron a comer a Pulpería Santa Elvira, la propuesta gastronómica de Javier Avilés, que puedes conocer más en detalle en la riquísima Historia con Sabor que preparamos hace unos meses. Terminando de comer, en la sobremesa, se quedaron conversando con Javier y su pareja, Flor. Ahí les comentó lo que hacía, se siguieron en Instagram y el chef quedó maravillado con su arte.

Esa velada fue un antes y un después para el trabajo de María René con Brown Sugar Cerámica. Empezó a trabajar mucho con ellos, agradeciendo la oportunidad de dedicarse más a lo gastronómico. Fue un tremendo impulso, ya que desde el perfil de la Pulpería se dio a conocer mucho la vajilla que estaba elaborando.

Foto: Mango Merkén

“Me gusta unir la gastronomía experimental con los platos. Es un arte de aromas, sabores, texturas y colores”, afirma la artista.

BROWN SUGAR CERÁMICA Y SU PROCESO CREATIVO

Maria René trabaja con pedidos puntuales. Su proceso creativo e inspirador consta de observar bastante la naturaleza. Las hojas, el color del mar, la arcilla, lo que nos rodea. El elemento que utiliza principalmente es el barro, que viene de la misma tierra. “Muchas veces me siento y dejo que mis manos fluyan. A veces salen cosas muy bonitas, otras no tanto. Mi estado de ánimo determina increíblemente las cosas que hago”, dice la emprendedora. 

Recalca que no se puede apurar la cerámica. Se conversa primero con la persona para ver qué idea tiene, el concepto que tiene en mente. Luego se trabaja en un prototipo y van intercambiando opiniones. “Llevo un año y medio más enfocada en lo gastronómico. Trabajo con restaurantes y personas. Los chefs me piden platos, pocillos. Me han pedido cosas muy locas a veces, como un plato con forma de mano”, cuenta riendo. 

Foto: Mango Merkén

Una de las grandes referencias que la movilizó a seguir este camino de la gastronomía fue el cocinero español, Ferrán Adriá. Este chef fue nombrado en la revista norteamericana “Time” como uno de los 10 personajes más innovadores del mundo en el año 2004. Su trabajo con artistas para el desarrollo de sus platos, inspiró a María René para tratar de plasmar algo similar con sus creaciones.

El camino transitado también ha sabido de obstáculos. La artista plantea que una de las cosas más difíciles es que las personas reconozcan y valoren lo que hace, su oficio. “La gente está muy acostumbrada a lo inmediato, todo lo quieren ahora. Me bajonea a veces porque una se siente desvalorizada, pero he aprendido a lidiar con eso”, remarca. 

Con el tiempo y la oportunidad de ir explicando su trabajo por Instagram, la gente ha tomado conciencia de lo que implican los procesos y el valor de su producto. Para María René es muy satisfactorio cómo se ha dado todo y eso la entusiasma para seguir por el camino de la cerámica y la gastronomía. Hace unas semanas una chica le pidió unos platos para ilustrarlos. La artista reconoce que es un honor poder participar de este tipo de colaboraciones.

Partió como arquitecta en Costa Rica y ahora se desenvuelve como una artista de la escena cerámica – gastronómica en nuestro país. “Mi mamá está súper contenta con lo que he logrado, aplaudiendo cada uno de mis logros”, dice María René Noguera, visualizando su presente, pero remontándose a los inicios de su camino como profesional.

Foto: Mango Merkén

¡Una historia inspiradora! Con distintos matices y detalles que dieron color a su relato como persona y artista. Conoce más del trabajo de María René en @brownsugar.ceramica. Seguro te tientas con sus maravillosas creaciones y te dan ganas de renovar tu vajilla. Comparte esta nueva Historia con Sabor de @mango.merken con tus amig@s y apoya el trabajo de esta tremenda emprendedora.

Contacto: bs.ceramicas@gmail.com

Instagram: @brownsugar.ceramica

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