Cecinas Sethmacher, charcutería tradicional en Valparaíso

Caracterizada y reconocida por entregar una calidad inigualable, esta popular fiambrería nos motivó a emprender un viaje desde Santiago a Valparaíso para conocer con nuestro propio paladar el extraordinario sabor de su charcutería. 

Birgit ーalemana, esforzada y resilienteー se encarga actualmente de administrar el legado familiar que dejó su tío-abuelo. Ante nuestra llegada, nos esperaba con una inmensa sonrisa junto a Doris Srain, trabajadora con quién pudimos coordinar todo y que lleva 22 años en el negocio apoyando de cerca a la familia Raupp.

Foto: Mango Merkén

Desde la entrada, pudimos notar que con el mismo agrado, ellas y el equipo de Sethmacher, atienden a cada uno de los fieles clientes. “Después de tantos años, ya es mi segundo hogar. Siempre trato de hacer lo mejor posible, aprendiendo más y más de la producción de cecinas… encantada de tener contacto directo con el proceso y con los clientes”, afirma. 

Foto: Mango Merkén

Tal como el nombre lo indica, Cecinas Sethmacher fue fundada por Alfred Sethmacher en 1944; un alemán proveniente de Dresden, que en 1938 decidió emprender un viaje lleno de sueños y un certificado de maestro cecinero bajo la manga. Chile fue su destino y el lugar donde formaría su patrimonio. En ese entonces, sin imaginarlo. Una vez en el país, partió directo a Quillota. Profundamente interesado por el mundo de las cecinas, decidió buscar trabajo en el rubro.

Tras 5 años desde su llegada al país, después de darle un par de vueltas a la idea, se aventuró a realizar el sueño de su negocio propio. Guiado por el interés y la gran pasión que tenía por la técnica de elaborar salames, jamones, paté y otros productos, se animó a comprar la fábrica de Cecinas Schüle; a la que posteriormente le cambió el nombre tomando su propio apellido. 

Fotos: Mango Merkén

La sazón, el conocimiento, su técnica proveniente de Alemania y el ímpetu que tenía, se vio reflejado inmediatamente en sus elaboraciones. Con un sólo bocado, los clientes quedaron encantados de su sabor… 

Después de casi 80 años, los parroquianos siguen llegando, generación tras generación, por sus famosas cecinas. Muchos de ellos recuerdan que su primera visita al lugar fue —justamente— de la mano de sus abuelos.

Foto: Mango Merkén

Hoy en día, es un tradicional destino chileno/alemán en Valparaíso; un clásico del Barrio Puerto, que vería enmarcada su obra charcutera continuando el legado de Alfred tras su fallecimiento en 1985. Un año después, Anita Raupp -sobrina del fundador- decide emigrar de Alemania junto a su familia para no dejar desaparecer el lugar que, con esfuerzo, su hermano había iniciado. 

En ese entonces -sin conocimiento previo- Anita junto a su esposo Adolf Raupp y sus hijos, Birgit y Hans, se metieron de lleno en dicho oficio. Padres de familia que antes eran vendedora y carpintero, respectivamente, en la localidad de Stutensee Blankenloch. Ambos dieron un giro total en sus vidas, y orientados por la ayuda de trabajadores históricos de la cecinería, lograron seguir sazonando las mesas de Valparaíso con sus productos provenientes de diferentes procesos como la salazón, fermentación, ahumado y cocción.

Tras superar importantes desafíos y cambios familiares, Birgit, que por un momento se alejó del legado trabajando como panadera; en 2019 decidió seguir el rumbo de sus raíces. ¡El auténtico sabor de Cecinas Sethmacher! 

Foto: Mango Merkén

Entre risas confiesa que inicialmente no se acostumbraba a Valparaíso, pero con el tiempo, mientras se iba ocupando de todas las facetas del negocio ーdesde el empaque hasta la producciónー se convirtió en una figura integral del establecimiento. 

Uno de los desafíos más grandes de dedicarse al oficio, fue el hecho de ser una mujer a cargo en un ambiente comúnmente masculino. Su gran determinación la llevó a ganarse la confianza y el cariño. De hecho, en la actualidad, le enseña los secretos del rubro a varios de los nuevos trabajadores que ingresan a Sethmacher, dándole un lugar en lo más alto de la ciudad-puerto como maestra charcutera. 

Foto: Mango Merkén

La tradición no sólo se encuentra en el gran mesón blanco que se aprecia desde la entrada, o en sus casi 80 años de trayectoria… Los detalles en el lugar hacen que productos como sus conocidos jamones París, el lomo ahumado y el pernil tengan, efectivamente, un mejor sabor; mediante un espacio que transmite confianza, cariño y calidad a través de su equipo… 

Un total de 13 trabajadores, algunos de ellos con más de 30 años de antigüedad, encargados de atender cordialmente a su fiel clientela, frente a un antiquísimo y largo espejo que nos permite ver todo el funcionamiento y rotación de los productos. ¡Charcutería tradicional, familiar y de calidad!  

Foto: Mango Merkén

Además, a través de sus vitrinas puedes apreciar cada una de sus elaboraciones. A esto, súmale una extensa fila a la antigua (sin números, por orden de llegada), dónde en vez de sentir que no pasa el tiempo, pasa muy rápido si te integras en la buena conversación respecto al día a día porteño. 

Otro detalle es la trascendencia de sus productos. La mayoría de ellos se mantienen desde los inicios, como la mortadela y el pernil, mientras otros se han ido integrando con el tiempo como el arrollado de huaso. Una delicia de la gastronomía chilena. ¡En Sethmacher es bañado en ají chileno, una maravilla!  

Dos máquinas de la época todavía se encuentran detrás de varias elaboraciones. Esto y la envoltura de cada uno de sus productos en papel amarrado con pita, son detalles distintivos del lugar que nos transportan a tiempos pasados. 

Foto: Mango Merkén
Fotos: Mango Merkén

Esta cecinería destaca por muchos factores que perduran en el tiempo. Principalmente, hay uno que sigue invitando cada vez a más personas, incluso de diferentes regiones a probar sus productos… ¡El sabor! Su charcutería es fresca, sazonada y de calidad; con un sabor indescriptible que sólo se puede entender al momento de probarlo.  

Con una gran popularidad, entre las recomendaciones siguen apareciendo sus huesos carnudos, capaces de transformar cualquier receta. Inigualable es el sabor que le dan a un buen plato de porotos. Acompáñalo con unas longanizas o vienesas de Sethmacher, no te arrepentirás. 

Fotos: Mango Merkén

En relación a esto último, la autenticidad de su fabricación los ha llevado a suministrar por años a ilustres locales de la ciudad porteña; como el Restorán Capri, donde proveen la salchicha de sus patrimoniales completos italianos. También, se relacionan directamente con La Caperucita y el Lobo, Vitamin Service, Panba, Bar Vienés, Rojo Merkén, La Rotonda, entre otros.  

Actualmente, bajo la mano de la tercera generación familiar, existe una gran esperanza en que las próximas generaciones continúen el legado de su maestría charcutera.

Foto: Mango Merkén

Definitivamente, la trayectoria de Cecinas Sethmacher es un testimonio de dedicación, tradición y amor por los sabores auténticos. Comparte esta Historia con Sabor de Mango Merkén, y si andas por Valparaíso, corre a degustarlos en Barrio Puerto. 

Dirección: Calle Bustamante 118 

Horarios: lunes a viernes de 09:00 a 16:15 hrs. y sábado de 09:00 a 13:00 hrs. 

Instagram: @sethmachervalparaiso

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2 comentarios

  1. Una de las pocas tradiciones porteñas que va quedando. Una maravilla que los porteños y viñamarinos tenemos el privilegio de ostentar. Orgullo de ser Porteño

    1. Larga vida a Cecinas Sethmacher. Fue un verdadero privilegio ver la dinámica dentro del local, el cariño con el que atienden a cada uno de sus fieles seguidores y la calidad de sus productos. Gracias por tu comentario, Alberto, y un abrazo a toda la comunidad porteña de la V Región.

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