Vegana, sin gluten y llena de colores extraídos de productos naturales. Esa es la receta perfecta que propone Con Caramelo, una dulcería artesanal ubicada en el corazón de Barrio Italia donde solo trabajan con ingredientes naturales y colorantes vegetales. La propuesta es sabrosamente innovadora y quisimos conocer a las personas detrás de ella, Carola y Jorge Guzmán. Te invitamos a deleitarte con esta nueva HISTORIA CON SABOR, que seguro evocará en ti hermosos recuerdos de infancia. 

Con Caramelo es una dulcería artesanal y vegana. Sus productos son elaborados con ingredientes veganos, sin gluten y endulzados naturalmente a partir de un elemento extraído de la cáscara de la remolacha. También hay sin azúcar, endulzados con el dulzor propio de las frutas. 

La propuesta es ambiciosa y original y como equipo de Mango Merkén necesitábamos probarla y reportearla. Nos trasladamos hasta su fábrica ubicada en Barrio Italia, donde nos recibieron Carola y Jorge Guzmán, los dos hermanos detrás de este delicioso éxito gastronómico.

Al llegar la escena es particular de por sí, no todos los días se tiene la posibilidad de entrar a una fábrica de caramelos, nos sentimos como “Charlie en la Fábrica de Chocolates”. Lo primero es el aroma, una fragancia dulce que te inunda de colores el olfato y el paladar. En dos respiros, suspiras maravillosas imágenes de tu infancia, corriendo por los pasillos de tu casa con paleta en mano o disfrutando unas gomitas mientras ves tus monitos animados preferidos. 

Al adentrarnos, un galpón gigante. En él, un equipo de seis personas desplegadas en distintas tareas para llevar color y sabor a sus caramelos. En el centro, un amplio mesón térmico donde se vierte el caramelo caliente para empezar a trabajar en él con distintas técnicas de temperatura, reacciones químicas y plasticidad del producto. Literalmente es una locura ver como de trazos gigantescos de caramelos se obtienen pequeñas porciones y con unos diseños hermosos.

Carola amablemente nos iba comentando los procesos de cada uno, mientras nos daba de probar algunas muestras. Una delicia tras otra, un dulce viaje por un emprendimiento representativo de lo artesanal y lo innovador, sumado a un proyecto sano para el organismo y sustentable para el planeta.  

FABRICANDO LA PROPUESTA DE CON CARAMELO

La fábrica donde estábamos tiene un poco más de un año de funcionamiento. Aquí, Carola plasmó sus sueños y esfuerzo junto a su hermano Jorge. Habían comenzado el 2019 con una tienda en el Drugstore, que no prosperaba porque vendía caramelos que no eran suyos y que ella no podía probar. Sí, no podía probar por las alergias alimentarias que tiene. Cualquier producto con leche o colorantes de origen animal o artificial son una bomba para su salud, no puede consumir nada artificialmente procesado. 

En ese punto radica la apuesta de Con Caramelo. “Cuando empezamos con la idea decía que hiciéramos cosas para gente como yo. Somos muchos con esta condición y debiese funcionar. Aquí va a ser todo vegano, no va a existir la leche de origen animal, todo sin gluten, todo natural. No hay espacio para colorantes artificiales porque todas esas cosas para mí significan la muerte”.

A raíz de ese planteamiento, hicieron cambios radicales en la elaboración de caramelos como forma convencional en la que se hacen, usando sólo esencia directa de la fruta u otras sustancias.

EXPERIMENTANDO CON CARAMELOS

Su caballito de batalla es la no utilización de colorante blanco. No hay en el mundo un reemplazo de colorante blanco en formato vegetal.  Entonces, entre prueba y error, experimentando, lograron hacer colores metalizados, colores pasteles y blanco. Fueron los precursores en alcanzar distintos colores sin elementos artificiales. Todo de forma natural, con cúrcuma, clorofila, pasta de mora, cáscara de palta, entre otras cosas. “Por ejemplo, nosotros teñimos con cúrcuma. Le hacemos un proceso al aceite para que no traspase el sabor y sólo nos quede el color. El amarillo crepúsculo utilizado habitualmente es muy tóxico, ahí radica el plus de nuestra propuesta”, explica mientras observábamos el proceso. 

Los colorantes logrados desde la experimentación los trabajan con un laboratorio llamado Sabores. Carola conocía a una persona de ahí y le planteó la idea de hacer cosas naturales. La primera respuesta no fue la esperada, ya que le decían que no pararían una fábrica sólo por intentar aquello. Y por esas cosas del destino, el jefe del laboratorio la escuchó. Carola recuerda que le dijo: “Yo tengo este proyecto, pero necesito que cumplan estas condiciones, que sea libre de gluten, certificar que todo es natural y vegano”. “Haremos unas pruebas”, le respondió el jefe. Y desde ahí, no han parado. Resultó a tal punto, que el laboratorio abrió un área de productos naturales.

De hecho a Callebaut, que es la marca de chocolates con la que Con Caramelo trabaja, le pasó lo mismo. Les hablaron de su propuesta y ahora están abriendo un área nueva de chocolate vegano, naturales, libre de gluten. Se contactaron con la dulcería para que funcionase como sujetos de prueba. “Las probamos, las amamos y ahora trabajamos con ellos”, cuenta feliz por lo logrado. 

AMANTES DE CON CARAMELO

Lo que ocurrió en un año, pareciera un relato de cinco, comenta riendo mientras recuerda los eventos que fueron sucediendo hasta recibirnos en la fábrica. Entre haber sufrido una estafa por alrededor de 50 millones de pesos, estallido social, pandemia, portonazos e incluso la inundación del taller, el producto logró salir a flote, ocupando dichas instancias como momentos de introspección y experimentación. Y algo que la motiva lo suficiente como para seguir, es el feed back de la gente.

Hay una confianza que se transmite desde la elaboración del caramelo hasta la degustación del cliente. Pero no sólo porque compren sus golosinas, sino que ella promete un producto vegano y sin gluten con todo lo que aquello conlleva. Resulta difícil confiar en algo así cuando encontramos productos que registran no contener azúcar, pero la suplantan por otros tipos. En cada bocado de Con Caramelo, hay una apuesta por la salud de la persona también y hasta el día de hoy sus clientes se lo agradecen de sobremanera. 

“Comer sin miedo es impagable. Llegan clientes aquí y me dicen ‘yo no puedo consumir lácteos’. Yo respondo, no pasa un lácteo por aquí, sino yo me muero, te entiendo completamente. Entonces esa confianza se transmite y ahí prueban. Y salen extasiados porque nuestro producto es original, te lo digo yo que no encontraba esta alternativa en el mercado”.

Le ha pasado que gente le cuenta como los hizo viajar al pasado con sus dulces, gente que tiene esta condición alimentaria desde hace muchos años y nunca más pudo probar un caramelo. Les revoluciona la vida a punta de colores y sabores naturales, en formas de gomitas, calugas, paletas, etc. 

CON CARAMELO Y SU APUESTA A FUTURO

Actualmente, Carola busca certificar legalmente su producto como natural, vegano y sin gluten. “Un día, llamo a la organización respectiva y me dicen: sabes lo que pasa, es que tenemos chocolatería y pastelería libre de gluten, tu área no existe, dónde te metemos. Entonces ármenme un área, les digo. No hay ningún tipo de golosina en general que esté certificada como libre de gluten. Que la gente venga, vea el sello y puedan comer con la tripa relajada es impagable”, recalca. 

Aparte de la batalla por la certificación, persigue la sustentabilidad. La idea es que al comprar un frasco de caramelos, re utilices el mismo para volver y llenarlo. De hecho, en algún momento espera cortar con aquello y que directamente lleves tu tupper para rellenarlo, todo muy a granel, cosa que puedes hacer desde ya, reconocen desde la dulcería.

En la tienda puedes encontrar gomitas, caramelos, paletas, calugas, turrones y chocolates. Dividen sus productos estrella en categorías. En el área chocolate, es el prestigio mango y los mangos bañados. En calugas, es la caluga de nuez y la caluga navideña, furor. En caramelos, el de centella y frutos rojos. En los mixeados, el de frutas. Y en gomitas, todas, dice Carola riendo.

“Para este mes de enero tenemos como novedad un mix de gomitas para adultos. Borgoña, melón con vino, enguindado, mojito y pisco sour. Además ya estamos trabajando en las ideas para el 14 de febrero”, apuntan desde la dulcería.

A futuro, realizarán una división de áreas para especializar aún más las tareas y seguir apostando por la perfección del producto. Para el 2022 esperan poder exportar las delicias de Con Caramelo, ya que la originalidad del producto permite pensarlo a gran escala en Latinoamérica, por ejemplo. Y qué más representativo que culminarlo con una línea de caramelos nativos chilenos, apostando por el maqui y el calafate, entre otros.

Lo que nació como una necesidad por alergias alimentarias, se convirtió en un exquisito emprendimiento y muy valioso para gente que padece dichas condiciones. Una dulce caricia al alma de caramelo que cada uno llevamos dentro. 

¿Conocías esta apuesta de dulces artesanales veganos y sin gluten? ¿Te tentaste mientras leías el relato de su sabrosa historia? ¡Qué esperas! Anda a comentarle a tus amig@s sobre este novedoso emprendimiento y que se enteren de esta maravillosa HISTORIA CON SABOR de @mango.merken

Síguelos en sus redes sociales @concaramelo.cl y corre como cuando niñ@ por tus dulces.

Dirección: Av. Italia 1743, Ñuñoa, Santiago. 

Horarios: Lunes a viernes de 11 a 19 hrs.