La felicidad es una sensación de bienestar y plenitud que experimentamos cuando comemos, al liberar endorfinas. Con este principio como baluarte, la familia Pastene-Rebolledo hace más de 15 años entrega felicidad a un costado del metro Patronato con su emprendimiento: El Completo Feliz. Te invitamos a celebrar el Día del Completo conociendo su Historia con Sabor y probando sus 12 variedades de completos veganos.
Desde el 2009, la veintena de mayo se ha transformado en un período de infinita alegría para el pueblo chileno con la llegada del Día del Completo. Te lo adelantamos hace unos días, con un Los + de Mango Merkén en una colaboración especial con Un Completo y un Schop para celebrarlo.
Y hoy nos trasladamos hasta el corazón de la capital para provocarte una “sonrisa comilona” con El Completo Feliz, un foodtruck ubicado a la salida del metro Patronato –por Santa Filomena- que hace más de 15 años entrega felicidad a través de sus completos. Fuimos a primera hora para comprobar la predilección de los vecinos y locatarios por esta picada.
A eso de las nueve y media de la mañana las primeras sonrisas comienzan a aparecer, mientras los hermanos Susana y Christian Pastene, junto con Mauricio Bastías (pareja de Susana), comandan los primeros completos del día. El clásico italiano y 12 opciones veganas alimentan este emprendimiento, luciendo una abundancia y calidad en sus ingredientes que son la receta perfecta para su fiel comunidad.
EMPRENDIMIENTO FAMILIAR Y LA FELICIDAD ALREDEDOR DE UN COMPLETO
Después de una ajetreada primera hora, donde el completo toma protagonismo como desayuno para muchos transeúntes, conversamos con Susana para conocer la Historia con Sabor de El Completo Feliz. Sus padres, Christian Pastene y María Rebolledo, prepararon los primeros “italianos” de este foodtruck en 2007. Es enfática en señalar que la necesidad por mejores ingresos y un negocio estable llevaron a su familia a emprender.
“Mi papá era contratista, trabajaba para el ámbito de la construcción. Lamentablemente siempre le fallaban, no le pagaban a tiempo o ni siquiera le pagaban. Ahí mi mamá le propuso la idea de ponerse con un carrito, con la fe de trabajarlo entre los dos y que les fuera bien”, comenta orgullosa por la valiente decisión que tomaron. Ahora bien, por qué completos…
La familia Pastene-Rebolledo, compuesta por Susana, sus padres y sus tres hermanos (Christian, Benjamín y Farid), disfrutaban mucho “chancheando” esta maravillosa preparación nacional. Era algo que formaba parte del núcleo familiar y además algo muy rico como producto. Entonces decidieron jugársela con los mejores completos del barrio, tomando la decisión también de trabajar la idea cerca de su hogar.
Inspirado en las innumerables ocasiones que “bajoneaban” completos al almuerzo, once o incluso cena, Christian Pastene (papá) desde el primer día decidió prepararlos tal como le gustaría que se los sirvan a él; con la mejor calidad de ingredientes posible, abundantes, pan calentito, un goce para el alma completera de su clientela. Y siempre con una sonrisa por delante, trabajando con todo el cariño necesario. En definitiva, entregando felicidad a través de sus deliciosos completos. Algo que detectó muy bien Susana desde pequeña:
“Tenía como 9-10 años cuando abrieron el carrito, siempre venía con mis compañeras. Y me llamaba la atención que la gente que venía se veía feliz, entonces asociaba al completo con eso. Teníamos un letrero que mi papá nos prohibió rayar, y yo porfiada, llegué y lo rayé con El Completo Feliz y así quedó el nombre”, cuenta relatando ese mágico momento de su infancia.
Así durante los primeros 10 años se transformó en una de las mejores picadas de completos de Santiago. Susana, quien estudió Técnico en Enfermería pero terminó trabajando con sus padres por lo mucho que lo disfrutaba, detalla que venía gente de regiones y de fuera del país; todos en busca del dato que tan bien se transmitió de boca en boca.
COMPLETOS FELICES Y VEGANOS
Continuando con la influencia familiar en este proyecto, sería Benjamín -uno de los hermanos menores- quien lideraría una verdadera revolución en la propuesta gastronómica de El Completo Feliz. En 2019 entró a estudiar Ingeniería en Matemáticas en la Universidad de Chile. Inmerso en el ambiente universitario, participó de un grupo de activismo vegano, quienes mostraban videos educativos en relación a los procesos de producción de la carne, entre otras cosas.
Convencido de lo que iba aprendiendo e interiorizándose respecto al veganismo, Benjamín dejó de consumir productos de origen animal. Con el tiempo y debatiendo con su familia sobre el tema, planteó la idea de incluir una opción vegana en el carrito. No sólo por los principios que perseguía, sino también por la notoriedad de un público que buscaba distintas alternativas veggies en el mercado.
Al principio fue vista con cierta resistencia por el clan familiar, pero ante la adversidad que significó el Estallido Social y los duros momentos que pasaron a raíz de la baja en las ventas, dieron el “vamos” al primer completo vegano en El Completo Feliz. Susana recuerda que era pan vegano + champiñones + poroto verde + palta + tomate + choclo + una mayonesa casera de zanahoria que cocinaba su madre.
¡Este completo se convirtió en todo un hit! Entre los amigos de Benjamín se corrió muchísimo la voz, lo que marcaría un antes y un después en la propuesta de su foodtruck y en la vida de la familia Pastene-Rebolledo. En búsqueda de satisfacer a uno de sus hijos regalones en casa, pero también para evaluar opciones para El Completo Feliz, su madre empezó a conocer más de las proteínas vegetales con productos como la soja, seitán, etc. Junto con eso, Benjamín fue concientizando a cada miembro de la familia y hoy en día ninguno consume carne, son todos entre vegetarianos y veganos.
EL VALOR DE LA FAMILIA ANTE LA ADVERSIDAD
De ahí en más no hubo punto de retorno, y en los almuerzos familiares, fueron surgiendo opciones para nuevos completos veganos en el carrito: papitas salteadas, el mismo seitán ya mencionado, falafel, porotos blancos, cebolla en escabeche, entre otras; sumadas a las recomendaciones que iban llegando de sus clientes, un nuevo público vegano y no vegano que se volvió fanático de estas preparaciones.
Un par de meses después de estos eventos tan definitorios, la oferta gastronómica de El Completo Feliz se multiplicó y mutó, transformando a sus completos veganos en la nueva sensación “bajonera” de la capital.
Un próspero pasar del emprendimiento hasta que llegó la pandemia. Christian Pastene, como jefe de familia y ya con experiencia en el cuerpo, desde un poco antes del estallido venía ahorrando y guardando mercadería en caso de una mayor emergencia. El tiempo le daría la razón, siendo aquello el sustento necesario para aguantar los golpes de este período con el local cerrado. Si bien podrían haber abierto, dada su condición de local de comida y trabajar un delivery, prefirieron no hacerlo por motivos de salud.
Igualmente el destino les jugaría una mala pasada. Afectada aún por lo ocurrido, Susana comenta que su padre se contagió de Covid. “Cayó feo, estuvo entubado más de un mes”, añade. Difícil momento que aún lo tiene con algunas secuelas, alejándose de la actividad en el carrito por precaución y que lo llevó a mudarse- junto a María- a Rapel para más tranquilidad.
LA HORA FELIZ EN EL COMPLETO FELIZ
Después de los 8 meses de recuperación que tuvo Christian, su orgullosa hija apunta que recién a finales de 2021 se reactivaron con El Completo Feliz. Un esperado retorno por todos los fieles seguidores de sus completos veganos e italianos, que volvieron para entregarles todo el cariño que en algún momento la familia Pastene-Rebolledo les entregó con tanta dedicación y sabor. “Es que realmente ustedes están a otro nivel”, “Sus completos llenan el alma y la guatita”, “Los mejores completos veganos que he comido en la vida”, son algunos de los mensajes que reciben cada día.
La característica principal de este emprendimiento permanece hasta hoy intacta: un negocio familiar. Actualmente cada miembro cumple una función, incluso Christian y María. Desde Rapel, esta última cocina su exquisito seitán. Christian por su parte, recibe los pedidos por WhatsApp para que los entreguen en su carrito en Patronato; lugar donde Susana y sus hermanos se dividen para estacionar el foodtruck, lo administrativo, la mise en place y el sector de plancha y armado de completos; siempre con una sonrisa por delante.
Con esa misma sonrisa, nos sirvieron su famoso Mega Vegan. Una bomba completera con 5 ingredientes base entre los cuales puedes elegir: seitán, carne de soja, tofu, queso vegano, champiñón o cebolla caramelizada + tomate y palta + 3 agregados a elección (aceitunas, brócoli salteado en cúrcuma, ají oro, entre muchos otros) + aderezos veganos (mayonesa vegana, kétchup, mostaza, salsa de ají y semillas). Mira sus Historias Destacadas en Instagram y tiéntate con toda su oferta.
¿Necesitas más razones para ir? Anda a La Hora Feliz, todos los viernes desde las 18:00 hrs hasta el cierre podrás pedir agregados ILIMITADOS. Con miras al futuro, Susana destaca el sueño más importante que tienen: abrir un local de El Completo Feliz 100% vegano por el mismo sector, donde poder recibir a todos los fanáticos de su “felicidad hecha completo”.
Comparte esta Historia con Sabor de Mango Merkén con tus amig@s e invítalos a celebrar el Día del Completo a El Completo Feliz.
Dirección: Recoleta 313 (esquina Santa Filomena), Patronato, Santiago
Horarios: lunes de 10:00 a 19:00 hrs / martes a viernes de 9:30 a 19:00 hrs
Instagram: @elcompletofelizoficial Teléfono: +56940629837 (pedidos)