La pasión por la gastronomía transmitida por su madre y sus estudios en nutrición inspiraron a Andrea Roldán a crear “El Pan de Cada Día”, una panadería de barrio que ofrece panes de masa madre, libres de lactosa y perfectos para personas con alergias alimentarias. Conoce cómo ha logrado ganar el corazón de sus clientes con sus productos deliciosos y saludables en esta nueva Historia con Sabor.
El olor del pan recién horneado es sin duda una de las fragancias más agradables que existen. El aroma a masa fermentada en combinación con la cocción en el horno, crean una sinfonía de olores que asaltan los sentidos y despiertan el apetito. Lo anterior, es justamente lo que nos pasó en nuestra visita en «El Pan de Cada Día» en su local de Vitacura.
Al entrar nos recibe Andrea Roldán, la creadora de esta panadería, con un aroma que solo estando ahí lo podrán entender.
GASTRONOMÍA COMO LEGADO MATERNO
Andrea es la menor de tres hermanas y desde muy pequeña estuvo inmersa en la gastronomía. Las reuniones familiares en su hogar giraban en torno a la comida y la buena mesa. Y siempre tenía el interés en ayudar a su mamá en la cocina.
De hecho, la receta de uno de los panes que venden hoy es herencia de su madre. “Mi mamá también hacía pan y la receta del pan de huevo que tenemos salió de ahí”, comenta la emprendedora.
Recuerdos que están presentes todos los días en su panadería y que de cierta manera llevan una parte de su mamá en cada pan.
Con el legado latente de su madre, Andrea decidió estudiar gastronomía en 1999. Cuando egresó tuvo la oportunidad de ir a Estados Unidos a trabajar en la cocina de un centro de ski. Esta experiencia le permitió ampliar mucho sus conocimientos culinarios. “Aprendí mucho en cocina. Atendíamos de 3.000 a 6.000 personas diarias.”, comenta recordando su paso en el extranjero.
De regreso en Chile trabajó en diferentes lugares, como en Borderío, restaurantes italianos, banqueteras y restaurantes españoles, donde continuó desarrollando sus habilidades en la cocina.
Incluso vendió empanadas y trabajó en eventos por su cuenta, demostrando su perseverancia y pasión por la gastronomía.
GIRO A LA ALIMENTACIÓN CONSCIENTE
Después de varios años dedicados a la gastronomía, Andrea experimentó una suerte de crisis vocacional. La idea de estudiar nutrición siempre había estado presente y fue así como la pasión por la alimentación saludable y el deporte la llevó a seguir persiguiendo ese sueño.
En 2004, comenzó sus estudios en nutrición, y ese mismo año, su madre fue diagnosticada con cáncer. La enfermedad la impulsó a profundizar aún más en el tema de la alimentación y la salud. “Me di cuenta que en el mercado existían pocas opciones para personas con patologías. Yo cocinaba y trataba de que comiera cosas ricas y sanas”, comenta Andrea recordando a su mamá.
Al terminar la carrera de nutrición, trabajó cerca de 4 años en el área de oncología de la Clínica Indisa. “El periodo en la clínica me sirvió de terapia, pude ayudar a mucha gente”, relata.
HORNEANDO EL PAN DE CADA DÍA
Andrea siguió trabajando algunos años en otras áreas de nutrición, sin embargo, se dio cuenta que sentía la necesidad de hacer algo que combinara sus dos carreras.
Fue en ese momento cuando encontró inspiración en una imagen de panadería en Pinterest. Decidió que quería aprender a hacer pan y comenzó a visitar panaderías locales en busca de iluminación. Esto llevó a un giro inesperado en su carrera. Había decidido abrir su propia panadería.
Con el apoyo de su marido, comenzó a trabajar en las primeras recetas panaderas. «Obviamente él era el primer catador y crítico», declara Andrea.
Después de muchos años de estudiar nutrición y trabajar en la industria de la alimentación, finalmente había encontrado una forma de combinar sus dos pasiones.
Convencida de ofrecer algo diferente, comenzó a experimentar con recetas de pan integral sin harina blanca ni conservantes. Vendía sus productos de manera informal a través del boca a boca, horneando en su propio departamento.
Su hermana Francisca Roldan, diseñadora gráfica con experiencia en marketing digital, la ayudó a crear un logo y a promocionar sus productos en Facebook. Su idea iba tomando forma.
Días antes de una celebración del día del padre se dio cuenta que no podía con todos los pedidos sola e invitó al equipo a sus hermanas Francisca y Claudia, quienes poco a poco fueron involucrándose cada vez más con el emprendimiento.
UN LOCAL LLENO DE SABOR, AMOR Y DEDICACIÓN
En septiembre de 2015, al ver que su departamento se había convertido en un molino de harina, decidieron arrendar un local.
Abrieron su primera panadería en Vitacura en octubre del mismo año justo al lado de la Clínica Alemana, lo que atrajo a pacientes, matronas y médicos que enviaban a sus pacientes con alergias. “Desde muy temprano les empieza a llegar el olor a pan y rollos de canela y vienen para acá”, relata entre risas.
Aunque al principio solo trabajaba con su hermana Pancha que atendía el local en las tardes, luego se unió su otra hermana Claudia y finalmente su esposo Pablo se formalizó como socio. Y así esta pequeña empresa familiar lograba ofrecer una alternativa saludable y deliciosa en el mercado de la panadería.
“El mismo cliente nos empezó a pedir cosas no tan sanas, con harina blanca. Al principio estaba súper negada, pero empecé a trabajar con kilo y medio de ciabatta y volaron. Al otro día 3 kilos, volaron” recuerda sorprendida.
A medida que crecía el equipo también crecían las ventas y la cocina se hacía pequeña. Se les presentó la posibilidad de abrir un segundo local en Los Trapenses y según declara Andrea “su apertura fue un boom”.
PANADERÍA DE BARRIO
El Pan De Cada Día se ha ganado una gran reputación en el sector por la calidad de sus productos, especialmente por sus preparaciones libres de lactosa y aptas para personas con alergias alimentarias. Entre ellas, se destacan las focaccias, pan de molde, baguettes y otros tipos de panes elaborados con masa madre, lo que les da un sabor único y una textura crujiente por fuera y suave por dentro.
Una de las opciones que recomendamos sí o sí, y que tuvimos la suerte de probar es la combinación de café con un planchadito de jamón y queso. También está la opción de queso y tomate.
Si estás en busca de algo dulce, no dejes de probar sus muffins, rollos de canela, galletones o pan de huevo.
Todo esto lo encuentras disponible en sus locales. El equipo de El Pan De Cada Día te brindará una experiencia completa, agradable y exquisita.
¿Tienes algún amigo, familiar o conocido que deba conocer esta panadería? ¡Comparte con ellos esta nueva Historia con Sabor!
Dirección: Lo Arcaya 1707, local 6, Vitacura / Los Trapenses 3200, Lo Barnechea.
Horarios: Vitacura: Lunes a viernes de 08:30 a 18:30 hrs. Sábado de 09:00 a 14:00 hrs.
Lo Barnechea: Lunes a viernes de 09:30 a 18:30 hrs. Sábado de 09:30 a 14:30 hrs
Instagram: @elpandcd