Campeón de la primera edición de la Caputo Cup en Chile. Mejor pizzaiolo latinoamericano y 20° a nivel mundial en la categoría napoletana contemporánea. Mientras gira con maestría una clásica pizza margherita en el horno de su emprendimiento, 400 Pizzería, Javier sonríe por aquellos premios conseguidos durante este año. Una meteórica carrera con una inspiradora Historia con Sabor por contar. ¡Te invitamos a conocerla disfrutando il sapore e profumo di napoli! ¡El sabor y aroma de Nápoles!
Javier es chileno nacido en Venezuela. A temprana edad conectó con nuestras raíces, viendo como su abuela emprendía con un restaurante de comida chilena en dichas tierras. Recordándola como su gran inspiración, en ella refleja su pasión por la cocina. “A mi abuela le gustaba enseñarme. Vivía rodeado de aromas y sabores, pero no le gustaba que me metiera mucho. Ella siempre quiso que estudiara otra cosa, pero yo siempre quise aprender sobre la cocina”, dice saboreando aún no sólo sus recetas chilenas, sino también italianas.
En esa época había una gran influencia del pueblo itálico por allá, dada también por una notable migración que hubo en su momento. Haciendo amistades, su “nonna” fue aprendiendo de dicha gastronomía y regaloneando a su pequeño nieto con un delicioso ragú napolitano, por ejemplo.

En el año 2000, cuando Javier cumplió 6 años, regresó junto a su abuela a Chile. Acá realizó toda la enseñanza básica y media. Ya con 18 años, su objetivo de dedicarse a la cocina seguía más latente que nunca, pero no pretendía hacerlo desde un instituto culinario. Estaba convencido de que la mejor escuela sería vivirlo desde la práctica.
Así lo hizo, retornando a Venezuela –donde aún vivía su padre- para trabajar en un local de sushi. Esta experiencia la recuerda con alegría porque era un lugar donde lo dejaban innovar, además de entregarle las herramientas necesarias sobre el orden y lo metódica que es la actividad gastronómica. Tiempo después, durante unas vacaciones por el mar caribeño (archipiélago de San Bernardo – Colombia), conoció a un chef que le ofreció trabajo en un hotel.
“Tenía que sacar los cocos de los árboles, ir a comprar los pescados con carretilla. Esto último hizo que me especializara bastante en el pescado, fileteando todos los días. Ganando experiencias, desde esos tiempos ya visualizaba la idea de tener mi propio emprendimiento”, señala encendiendo su horno pizzero.

DESARROLLANDO SU PASIÓN POR LA PIZZA
Después de esa aventura culinaria, de vuelta en Chile trabajó en P.F. Chang’s en el área de especialización en wok. “Me gustaba mucho el trabajo, estar en contacto directo con el fuego. Y me iba bien, con eso pude comprar mi primer auto”, indica. Probando con la aplicación de Uber, empezó a generar más recursos y dejó su trabajo en cocina. Lamentablemente, casi como una señal del destino a no abandonar su carrera gastronómica, a la semana y media le robaron el auto. Y junto con eso, llegó el gran golpe de la pandemia.
Para Javier, la salida a este mal momento fue sólo una: ¡Emprender! Y cuando estaba a punto de retomar el arte del sushi, la llama del arte pizzero se encendió con muchísima fuerza. En plena pandemia, un amigo suyo abrió una pizzería con formato delivery y lo motivó a trabajar con él.

Juntos metieron las manos en la masa y estiraron al máximo las posibilidades del emprendimiento. Al principio el desafío fue entender de qué se trataba la pizza napolitana, el estilo que eligieron para hornear. A prueba y error, veían cómo seguían paso a paso la receta para la masa, pero no les resultaba. En el proceso fueron entendiendo distintas claves de la fermentación y sobre todo de la temperatura; cómo el control de la masa de la pizza napolitana cambiaba de invierno a verano.
Jornadas maratónicas de estudio, talleres, clases y el amor por la pizza como motor, fueron la combinación que los llevó a salir elegidos en 2021 como la mejor pizza de la Región Metropolitana en The Top Pizza. “No es sólo un producto, son un millón de factores para lograrlo. Ese logro me dio el empuje necesario para perfeccionarme más y más como pizzaiolo”, recalca Javier girando y girando una exquisita pizza en el horno.
Con una popularidad más que ganada, la apuesta estaba en seguir mejorando el producto. En ese momento, opiniones dispares llevaron al término de esta sociedad pizzera y Javier decidió empezar algo propio.

400 PIZZERÍA: HORNEANDO LA PIZZA NAPOLITANA CONTEMPORÁNEA
Dando los primeros pasos en su recorrido individual como pizzaiolo, Javier continuó estudiando y poniendo en práctica todo lo que aprendía. De forma muy autodidacta, viendo contenidos en YouTube, libros, Instagram, pero siempre respetando a cabalidad el arte napolitano de la pizza. En ese proceso fue que conoció la nueva tendencia de la pizza napolitana contemporánea.
“Cuando hablamos de contemporánea, hablamos de bordes alveolados. Crujientes y suaves por dentro. Digestibilidad de la pizza, sabor y olores. Una experiencia novedosa e inolvidable”, relata este maestro pizzero mostrándonos su masa híper alveolada. “Una diferencia notoria con la masa de la pizza napolitana tradicional”, agrega Constanza, su pareja.

Javier y Constanza Quiroga son los socios detrás de 400 Pizzería; “400” por los grados de temperatura a los que se hornean sus pizzas. El emprendimiento que desde abril del año pasado trajo consigo la revolución de la pizza napolitana contemporánea en Santiago. Mirándose con admiración y observando cada rincón de su local, comentan entre risas que sus primeras citas fueron cocinando: “La primera vez hicimos gnocchis desde cero, con un ragú de carne”.
Una conquista que fue a través de la cocina y condimentada con el hambre de emprender por parte de ambos. Constanza es ingeniera en administración de empresas, con mención en marketing y gestión comercial, y siempre había visto con buenos ojos tener su propio emprendimiento. Lo que no sabía, es que al conocer a Javier sería en torno a la cocina y aprendiendo todos los detalles del arte napolitano de la pizza.

JAVIER ORTEGA, EL MEJOR PIZZAIOLO DE CHILE
A poco más de un año de su apertura, 400 Pizzería se ha ganado una respetada popularidad por su calidad entre el ambiente de profesionales de la pizza y sus fanáticos, trabajando con los mejores productos e insumos a disposición; pomodoros, harinas y mozzarellas de primer nivel, entre otros. En un local, que tiene la particularidad de estar muy escondido y sólo con formato delivery y retiro (en Abadía 18, Las Condes).
Por ende, parte de sus mayores desafíos fue resaltar el producto y su propuesta enseñándole a la gente todo sobre la pizza napolitana contemporánea, utilizando su cuenta de Instagram como su principal plataforma educativa + la interacción con sus seguidores. Además de distintos talleres de pizza napolitana que fueron implementando con el tiempo. “Lo único que me preocupa de sus pizzas es que no puedo comer menos de tres en una sentada”, reconoce en una publicación un fiel fanático de 400 Pizzería.

Ambos emprendedores son explícitos en resaltar la provechosa colaboración a la que han llegado con influencers. Es el caso por ejemplo de la publicación que hicieron con @italianaenchile, que les trajo muchísimos seguidores y buenos comentarios. Un crecimiento exponencial de la cuenta y del proyecto en sí, que en la actualidad brilla por los premios alcanzados por Javier Ortega: campeón nacional en la categoría STG pizza napoletana clásica, en la primera edición de la Caputo Cup en Chile; una competencia que hizo la prestigiosa marca de harinas Caputo para elegir a los mejores pizzaiolos.
Y gracias a este galardón, obtuvo el ansiado cupo para el mundial de la competición en Nápoles, Italia. Una instancia donde participaron más de 400 pizzaiolos de 15 países, con Chile siendo representado por primera vez en este certamen. Este destacado pizzaiolo nacional, fue elegido como el mejor a nivel latinoamericano y 20° a nivel mundial en la categoría napoletana contemporánea.
Lo increíble de esta premiación es que Javier se subió a último minuto. Si bien dudó de su participación, apostó por su talento y confió en las palabras que le transmitió Constanza: “poco que perder y mucho por ganar”. Un logro que también va dedicado a su fuente de inspiración, su querida abuela, utilizando como base para su pizza ganadora en Nápoles, aquel famoso “ragú napolitano de la nonna”.


PIZZAS AL VACÍO, NUEVA CARTA Y FUTURO LOCAL
Culminando nuestra visita, mientras Javier apunta hacia algunos proyectos del presente y a futuro, probamos la Prosciutto e Stracciatella; con Pomodoro San Marzano D.O.P, rúcula, jamón crudo italiano, Stracciatella (queso italiano cremoso y fresco) y aceite de oliva. Y también la Tartufo e Funghi, con crema trufada, Mozzarella Fior di Latte, provola ahumada, champiñón salteado, Stracciatella, Carpaccio de Portobello, avellana europea y cilantro fresco.
“Nuestra pasión se convirtió en nuestra manera de vivir. Trabajamos en la pizza y con la pizza crecemos”, dicen ambos emprendedores, contándonos sobre sus nuevas Pizzas 400 al vacío. Encuéntralas solamente en las vitrinas de Mestiere. Además, detallan una nueva carta que está pronta a salir del horno, inspirada en los bellos y sabrosos recuerdos de su viaje a Italia. Atent@s que viene con novedades en las opciones de entradas.
Por último destacan su pretensión de contar con su propio local con atención al público. Un lugar que visualizan como un exponente para continuar difundiendo el arte de la pizza napolitana en Chile.

Comparte esta Historia con Sabor de Mango Merkén y cuéntale a tus amig@s sobre el exitoso presente de Javier Ortega junto a 400 Pizzería. ¡Y corre a probar sus pizzas!
Dirección: Abadía 18, Las Condes, Santiago (delivery y retiro)
Horarios: martes a domingo de 12:00 a 15:00 hrs y de 18:00 a 22:00 hrs
Instagram: @400pizzeria / Web: 400-pizzeria.com
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