Kantu significa “que te da placer” en sánscrito. Y lo que empezaría por el placer de viajar, terminaría en el placer de comer. José Miguel Arenas pasó de administrar una agencia de viajes, a dominar la técnica de la cocina vietnamita y tailandesa con Kantu Food. ¿Te sumas a este viaje de sabores? ¡Embárcate con nosotr@s conociendo una nueva Historia con Sabor!
José Miguel Arenas es curicano y se declara un fanático de los viajes. Visitar nuevos lugares despertaba en él su apetito aventurero, así es que decidió estudiar turismo en Santiago. Movilizado también por el amor, ya que Macarena –su pareja- estudiaba Comercio Internacional en la capital.
Nos recibe en Kantu Food, su emprendimiento gastronómico que aterrizó en Barrio Italia para entregar todo el sabor de la comida vietnamita y tailandesa. Ubicada en Mercado Condell, deslumbra por su barra con cocina a la vista.
Los primeros viajes de este emprendedor fueron a Cancún y Playa del Carmen, gracias a su trabajo en LATAM. Los destinos fueron variando. Y con eso, la oportunidad de probar distintos platos alrededor del mundo como la comida mexicana, peruana, tailandesa y vietnamita. Estas últimas dos marcarían a fuego su destino con la cocina. José Miguel, sin experiencia, se convirtió en un cocinero autodidacta que dominó el arte del wok y de los fondos para caldos.
Eso sí, los aromas que emanan de la cocina lo conectan directamente con el recuerdo de su abuela. “Siempre me gustó como cocinaba. Viví un tiempo con ella y siempre estaba a su lado cuando cocinaba cazuelas, comida bien casera”, comenta el emprendedor buscando replicar el cariño con el que cocinaba su abuela.
Los viajes y ese recuerdo familiar fueron inspiración para embarcarse en esta travesía por la cocina, pero también lo fue su relación de pareja. Macarena venía de una familia donde se cocinaba mucho y siempre fue creativa con sus recetas. “Todo le queda muy rico”, dice José Miguel. Y esto lo llevó a practicar junto a ella distintas recetas, que después fotografiaban para el recuerdo. “Hoy en día vemos lo que cocinábamos y nos da risa, pero por algo se empieza”, añade sonriendo.
VIAJANDO CON KANTU
Como comentamos, la comida vietnamita y tailandesa marcarían a fuego el destino de José Miguel con la cocina. El 2012 fue su primer viaje al Sudeste Asiático, recorriendo Tailandia, Vietnam y Camboya. Algo que lo inspiró mucho fueron los aromas y la facilidad de la gente para cocinar en la calle. “Te hacen recetas increíbles”, señala impresionado aún.
Era tanta su fascinación por viajar y por Oriente, que en 2014 se independizó y creó su propia agencia de viajes; Kantu, que en sánscrito significa “que te da placer”. Un nombre que quedaría como marca registrada para sus viajes, y para lo que vendría con su aventura en la gastronomía y su conexión permanente con el Sudeste Asiático.
De ahí en adelante, todo fue aprendizaje. Mientras trabajaba en su agencia de viajes, tomó algunos cursos de cocina para seguir perfeccionándose. Y también fue haciendo amistades en Vietnam y Tailandia, que fueron sus mejores mentores para aprender todo el sabor de sus cocinas.
“Pude conocer una infinidad de lugares a través de sus ojos y aprendí un montón de cocina gracias a eso, yendo a los mercados y comiendo de todo. En Vietnam estuve de norte a sur en casas de amigos. Ahí aprendí a cocinar el phở, una sopa muy común de allá con muchos aliños y una preparación de 10 horas”, apunta José Miguel saboreando esa experiencia.
PAVIMENTANDO EL CAMINO HACIA KANTU FOOD
A medida que su apetito y expertise en la cocina fueron creciendo, más ganas le daban a este emprendedor de tener su propio negocio de cocina. Su comida en casa había evolucionado hacia los clásicos Pad Thai de Oriente, por ejemplo, y sus amigos eran los grandes beneficiados con los sabores de este chef autodidacta.
Fue tanta la popularidad que alcanzaron sus platos, que previo a la pandemia José Miguel y Macarena desarrollaron un ciclo de cenas clandestinas con comida india, vietnamita y tailandesa. Vendían los cupos a sus amigos, pero con el boca a boca comenzó a llegar más gente. Un bonito recuerdo que mantienen hasta el día de hoy, ya que parte de ese público ha llegado hasta las mesas de Kantu Food.
Tanto la agencia de viajes como este ciclo de cenas clandestinas sufrieron el golpe de la pandemia. En ese momento, en búsqueda de seguir obteniendo experiencia pero también por una necesidad económica, José Miguel entró a trabajar de ayudante de cocina en Café Palermo.
En el camino al trabajo -desde su casa cerca de Barrio Italia- siempre pasaba por la construcción de un nuevo mercado, Mercado Condell. Paseando un día con Macarena, vieron que se habilitarían locales para gastronomía y no lo dudaron ni un segundo. Guiados por ese espíritu aventurero que caracteriza a José Miguel, tomaron la decisión de abrir su propio local. ¡Y qué mejor, que con todo el sabor de la comida vietnamita y tailandesa!
El 30 de julio de 2021 abrieron sus puertas y el éxito ha sido rotundo. Tanto por el público que llega buscando nuevas experiencias en torno a la cocina, como trabajadores de embajadas de países del Sudeste Asiático y sibaritas que vienen a probar uno de los mejores lugares donde consumir comida thai.
Ad portas de cumplir un año, José Miguel recuerda con nostalgia que partieron con tres mesas + la barra. Barra con cocina a la vista, donde puedes interactuar directamente con él, Macarena y sus dos cocineros; Lu y Diego, parte importantísima del proyecto. ¡Aprende sobre sus preparaciones y de la cultura del Sudeste Asiático visitándolos en Kantu Food!
EL PLACER DE COMER EN KANTU FOOD
Esta exitosa receta, se fue dando también por no perder la tradición del sabor original de los platos. Sin pretensiones, este chef autodidacta ha buscado replicar fielmente lo aprendido en su camino y agradeciendo sus enseñanzas en Vietnam y Tailandia. “Gracias a esto, clientes nos comentan que los logramos transportar a Asia con nuestros sabores. ¡Y eso es muy gratificante! Nuestra filosofía es no modificar las recetas originales”, recalca José Miguel feliz por lo logrado.
Partimos probando sus Curry Bombs: croquetas de arroz con pollo al curry, que potencian su sabor con una mayo sriracha. ¡Una bomba de sabor! Y para un toque fresco y sabroso, probamos los Nem: rollitos fritos de papel de arroz, rellenos con cerdo, fideos de arroz y verduras; que se comen envueltos en una hoja de lechuga, con verduras aromáticas -menta, pepino y albahaca- y untados en salsa de pescado.
Como platos de fondo, José Miguel nos regaló un pasaje directo a Vietnam y Tailandia con un Pad Thai: fideos de arroz salteados en una exquisita salsa pad thai casero, con huevo, pollo, tofu y camarones. Un Khao Soi Gai: pasta fresca al huevo en cremoso de curry rojo, con pollo y crocantes de pasta. ¡Qué bien le viene ese toque crocante!
Y el ya mencionado Phở bò de Res: una sopa de vacuno vietnamita, acompañada de fideos de arroz, carne y verduras.
KANTU FOOD 2.0, ¿Y 3.0?
Este año de vida en Kantu fue de un crecimiento exponencial. Por lo mismo y como primicia, José Miguel nos adelanta un futuro cambio a un local más grande. Sumando a dos socios, Carolina y Rodrigo, e incluyendo recomendaciones de sus clientes: más gastronomía vietnamita y tailandesa, carta de postres y bebidas alcohólicas. ¡Un cambio que promete condimentar mucho más todo el sabor de Kantu Food!
Por último y agradeciendo el apoyo incondicional de sus hijos, Franco y Julieta, este emprendedor no descarta aterrizar con su proyecto en regiones; visualizando un nuevo destino gastronómico para su propuesta.
Comparte con tus amig@s esta sabrosa esta Historia con Sabor de Mango Merkén. ¡Y embárcate hacia el Sudeste Asiático a través de tu paladar con Kantu Food!
Dirección: Av. Condell 1368 (local 17), Barrio Italia, Santiago
Horarios: martes a viernes de 13:00 a 21:30 hrs / sábado de 12:30 a 21:30 hrs / domingo de 12:30 a 20:00 hrs
Instagram: @kantufood / Web: kantufood.cl / Teléfono: +56998144972