Maifud es un emprendimiento que nació como una plataforma para poder compartir excedentes de comida con otras personas de forma gratuita, evitando el desperdicio de alimentos. Darío Contreras, fundador de esta iniciativa sustentable, lidera y renueva actualmente esta misión poniendo a la venta productos que no necesariamente cumplen las exigencias del mercado, pero que siguen estando en perfectas condiciones para ser consumidos. ¡Perfectamente imperfectos! Únete a este movimiento conociendo los detalles de una nueva entrega de Historias con Sabor de Mango Merkén.
En nuestros campos, tierras fértiles que nos proveen de riquísimos y nutritivos alimentos para enriquecer de vitaminas y minerales nuestro organismo, existe una triste realidad. Hoy en día, la FAO estima que 1/3 de toda la comida que se produce en el mundo termina en la basura. En nuestro país, se estima que cerca del 30% de la cosecha se pierde por no cumplir los estrictos estándares que define el mercado para su distribución y venta. Calibre, forma, color o grado de madurez.
En ese escenario negativo para la sustentabilidad y el medioambiente irrumpe Maifud. Una propuesta para construir un puente directo entre productores locales y consumidores, acortando la cadena de distribución y ofreciendo frutas y verduras perfectamente imperfectas que no siempre se encuentran en los comercios establecidos. ¡Come diverso, come local, come estacional! Esa es una de las premisas con las que Darío Contreras, ingeniero civil de profesión, utiliza para inspirar a la ciudadanía a que otro tipo de consumo y relación con el medioambiente son posibles.
Nos recibe amablemente en su hogar. Su casa, un respiro entre toda la vorágine de nuestra capital. La imagen es sumamente particular, porque es la única casa en una cuadra rodeada de edificios. Casi como demostrando con este hecho también la posibilidad de promover otro estilo de vida. Al frente, en la vereda, una mini huerta con habas, arvejas, kale, orégano y rabanitos. “La idea es darle un poquito más de vida a la calle y que no sea sólo pasto. Después quiero poner tomates, quizás maíz, girasoles y más flores”, dice felizmente el emprendedor.
Invitándonos a pasar, caminamos por el antepatio –junto a su simpática canina llamada “Paltita”- donde tiene plantados unos paltos y un mandarino. De imaginarlo en plena etapa de cosecha, se nos hace agua la boca pensando en una mandarina jugosita, ¡maravilloso! Pasamos por debajo de una terraza interior, donde se ven unas ramas de duraznos morados, que empiezan a brotar gracias a la germinación de cuescos que hizo Darío. Al fondo, una cochera clásica. Hasta ahí llegan todas las producciones de pequeños agricultores que confían en Maifud. Nos sentamos en el patio para indagar en los sabrosos detalles de Darío y su emprendimiento.
UNA INFANCIA ENTRE HUERTOS, ÁRBOLES FRUTALES Y COSECHAS
Toda esta pasión por los árboles frutales fue sembrada en su infancia, viviendo en una parcela en el valle de Copiapó. Muchos cultivos parronales, donde habían parcelas que tenían frutales. Se cultivaba de todo porque en el fondo era un valle súper fértil. Para Darío, hermosos recuerdos de infancia emanan de ese lugar, donde la vida era correr y pasear por esos campos, cosechar la fruta en la temporada de damascos, etc. ¡Una vida bien de campo en medio del desierto! Lugar donde también desarrolló desde pequeño su encanto por la cocina. “Me gustaba hacer papas fritas cuando chico”, cuenta sonriendo.
Aparte, toda su familia materna es de Traiguén, que en mapudungún quiere decir “asalto de agua”, ubicado en la Región de la Araucanía. ”Mi abuelo fue agricultor toda su vida y cultivaba cereales. Todos los veranos íbamos y veíamos cómo cosechaban con las cosechadoras grandes todo el trigo, la cebada, la avena. Y así también me acostumbré a ver cómo era el proceso tanto de la siembra en invierno como después con la cosecha en verano”, señala. Por otro lado, en la casa de su abuelo siempre tuvieron cultivos en el jardín de la casa. Choclo, papa, frambuesas, etc. Los almuerzos donde su tata solían ser con alimentos cultivados en el patio o en la chacra.
Todos estos recuerdos construyen una memoria nostálgica de ver cómo crecían los alimentos y ver cómo se aprovechaban en la cocina. ¡El vínculo entre el cultivo y la mesa!
RETOMANDO EL CAMINO DE LA ALIMENTACIÓN CONSCIENTE
Toda su familia es de ingenieros. Si bien podríamos concluir que el camino se orientaba hacia la Agronomía, decidió estudiar ingeniería civil siguiendo la tendencia familiar. Darío reconoce que en esta etapa le perdió un poco el hilo al tema de la alimentación consciente. De esta preocupación por el origen de los alimentos, de los huertos, cómo se produce toda la comida que llega a la mesa.
Ya titulado, trabajó en consultoras, en el mercado del retail, harto trabajo de ingeniero en la parte financiera haciendo control de gestión, labores que mantiene actualmente. En el 2010 fue cuando dio el clic para actualizarse en los temas alimenticios. Coincidentemente fue el año en el que se fue a vivir solo y retomó la costumbre de cocinar. “Ahí me motivé con empezar a hacer un huerto en mi balcón, le llegaba harto sol”, recuerda. Puso sus primeros tomatitos, lechuga, entre otras cosas. Ahí aprendió el valor de cultivar sus propios alimentos. Su primera ensalada con esos tomatitos la recuerda con cariño hasta el día de hoy. “Te das cuenta del esfuerzo que tomó”, asegura.
VOLUNTARIADO EN DISCO SOPA CHILE
En el 2016, mientras escuchaba una entrevista en la radio, conoció a Disco Sopa Chile. Un movimiento ciudadano que busca educar a la comunidad sobre problemáticas medioambientales, generando conciencia y combatiendo el desperdicio de alimentos (desde sus redes sociales ya destacan 15.141 kg rescatados). “Me hizo harto sentido lo que perseguían, que era el desperdicio de alimento. Ahí asimilé que era una problemática mundial”, dice sorprendido aún por la gran cantidad de alimentos que son desperdiciados en la actualidad.
Se convenció y se inició como voluntario. “Me acuerdo que después de las reuniones volvía súper motivado a la casa porque era lo que realmente me movilizaba”, cuenta convencido por el camino que tomó. Se ofreció a publicar contenido en redes sociales. Fanático de las fotos, le encantaba armar composiciones y ese tipo de cosas, así es que se encargó de toda esa área, haciendo también videos cuando se hacían las recuperaciones de alimentos.
Esto lo incentivó a investigar mucho más acerca del desperdicio de alimentos, ya que necesitaba publicar contenido a diario. Ese proceso le permitió conocer más de dicha problemática y cómo se estaba enfrentando en el mundo. Ahí se empapó de toda la iniciativa del compostaje y empezó a hacer reciclaje orgánico. Con mucho foco en la comida, inspirado en libros de Michael Pollan –destacado periodista y activista- buscando volver a cocinar mucho más en la casa probando con los panes de masa madre y los fermentados.
*Posteriormente, junto a un grupo de voluntarios de Disco Sopa, crearon la Fundación Retroalimenta, encargada de combatir el desperdicio de alimentos a través de voluntariados, educación e intervenciones, trabajando con la comunidad y entidades tanto públicas como privadas.
MAIFUD: COMPARTE TU COMIDA, CAJAS IMPERFECTAS Y SALSAS DE TOMATES
En 2017, en medio de todo este movimiento por combatir el desperdicio de alimentos, nace Maifud. Como se escucha al decirlo, por “mi comida” en inglés. En sus comienzos, partió como una iniciativa para armar una comunidad donde gente que tenía excedentes de comida pudiera compartirla con sus pares. Así, Maifud se posicionó en Facebook e Instagram como una plataforma interactiva donde intercambiar excedentes de alimentos, con una comunidad de más de 10.000 personas. Esto generó la preocupación por la alimentación, tomando la comunidad conciencia de aquello.
A través de Disco Sopa, movimiento del que sigue formando parte como voluntario, conoció a agricultores locales entre los que se encuentran: Luca’s Market, Jardín al Sol, Huertos Carolina. Estos lo iluminaron para el siguiente paso de su emprendimiento: ofrecer alimentos agroecológicos que sean diversos, que no se encuentren en el supermercado por no cumplir los estándares de mercado, combatiendo aún más el desperdicio de alimentos. Y también, fomentar la producción local y el consumo estacional. En enero de este año, lanzó su página web para poner en venta estos productos perfectamente imperfectos, donde encontrarás todo el stock rescatado antes de ser desperdiciado. Sabrosas y abundantes frutas y verduras, que están en perfectas condiciones para ser consumidos y son ofrecidos en las hermosas cajas imperfectas de Maifud.
Hace unas semanas, evaporando los aromas y sabores de 40 kilos de tomates que no saldrían a la venta, Darío cocinó una idea directamente para ser envasada. Una deliciosa salsa de tomates hecha con tomates que no cumplieron el estándar del mercado. Maravilloso producto que puedes conseguir desde ya en www.maifud.cl
Toda la información sobre valores y despachos en el siguiente link. Además, gracias a una alianza con Panal Lab, encontrarás sus productos conscientes como telas enceradas, servilletas de género teñidas con restos de flores y bolsas de algodón para conservar alimentos en tu refrigerador.
EXPANDIENDO MAIFUD COMO INICIATIVA Y PRODUCTO
En el futuro inmediato, el emprendedor está trabajando en armar una red de gente que tenga árboles frutales en Santiago, y que en temporada de cosecha, pueda vender a un precio justo la fruta que les sobra, que ha notado que es mucha. ¡Hacer de puente entre una red de productores domiciliarios y nuevos consumidores!
Con el correr del tiempo visualiza su propuesta en regiones, generando lazos estrechos con agricultores de otras zonas y ofrecer a gente de esas ciudades la compra de cajas imperfectas, pero con productores locales. Además, seguir ampliando la línea de productos elaborados por Maifud: sopas, caldos, mermeladas, jarabes de fruta, infinitas posibilidades que dan sus alimentos perfectamente imperfectos. Preparaciones y recetas que espera multiplicar y empezar a compartir en el blog de su página web. ¡El broche de oro sería una anhelada tienda física!
“Promovemos la biodiversidad, apoyamos la producción local y combatimos el desperdicio de alimentos”. Comparte la propuesta de @maifud.cl y dale a conocer a tus amig@s esta inspiradora nueva entrega de Historias con Sabor de @mango.merken
Web: www.maifud.cl
Instagram / Facebook: @maifud.cl / Maifud Comparte Tu Comida
Correo: maifudapp@gmail.com
3 comentarios
Me parece genial lo que hacen, más hoy en día que todo está tan Caro, que les siga yendo bien 👏👏👏👏👏
Sí, amamos su propuesta. Gracias por leernos y por tu comentario. A compartir más emprendimientos como Maifud, muchos saludos.