¡Qué todos los días sean motivo de celebración! Esa es la idea con la que Javier Garay y Carolina Auger decidieron emprender con Muru Gourmet, bombones sin gluten a base de quinoa, amaranto y sarraceno. Productos ricos, nutritivos y energéticos que además de entregar dulzura, son saludables. Todo esto, motivado por la alergia alimentaria de uno de sus hijos, quien fue el catador oficial de estos maravillosos bombones. Te invitamos a conocer los detalles de esta innovadora propuesta en una nueva entrega de Historias con Sabor de Mango Merkén.
Muru Gourmet representa la búsqueda de la salud, el bienestar y la felicidad a través de la alimentación consciente. En este caso, a partir de unos bombones que han sorprendido gratamente el último tiempo. Y cómo no, si están hechos a mano con todo el amor de un padre y una madre hacia su hijo.
Sí, un padre y una madre que se vieron enfrentados a una alergia alimentaria de uno de sus hijos, lo que los llevó a buscar todas las opciones posibles para conseguirle una dieta balanceada. Hoy en día, ambos tomaron el camino del emprendimiento convencidos de que esa salud, bienestar y felicidad están ligados directamente a lo que nos llevamos a la boca día a día. Inspirados en este proyecto familiar, nos comunicamos con Javier Garay, uno de estos padres emprendedores, para conocer más sobre su Historia con Sabor.
ADENTRÁNDOSE EN EL MUNDO DE LOS GRANOS
Javier es ingeniero agrícola y Carolina es ingeniera civil ambiental. Ambos son de Coquimbo, estudiaron toda la vida en dicha ciudad porteña, pero por razones laborales se mudaron a Copiapó. Antes de empezar a cocinar bombones, él administraba un fundo vinícola de aceitunas de mesa y aceite de oliva, y ella trabajaba para el servicio de evaluación ambiental.
“¿Te acuerdas del aluvión que hubo en Copiapó el 2015?” Nos dice Javier.
Bueno, ese temporal de lluvia fue un desastre medioambiental de proporciones. No sólo por las vidas que costó, viviendas destrozadas y caminos desbordados, también por las consecuencias a mediano plazo en los terrenos de cultivo. Pero sin saberlo se convertiría en una gran oportunidad.
Una de las cosas que se implementaron para poder rescatar el fundo donde trabajaba Javier, fue diversificar su producción. Con esa tarea en mente, este ingeniero agrícola pensó en cultivos más semestrales, que tuvieran menor tiempo de producción. Y en búsqueda de la innovación decidió intentar con granos, en este caso, con la quinoa, el amaranto y el trigo sarraceno.
“Terminó resultando un proyecto súper bonito y desafiante”, recuerda felizmente Javier. Nunca se había probado sembrar granos en esa zona que es seca, con suelos muy salinos y poca actividad de agua.
NACE EL AMOR POR LA GASTRONOMÍA
En ese momento, a la par del proyecto de la producción de granos, Javier fue desarrollando su pasión por la cocina. Reconoce que su casa se transformó en la casa de la quinoa. La preparaba de una y mil formas: galletas, harina, como acompañamiento, tortillas, etc. ¡Quinoa, quinoa y más quinoa! Algo que particularmente benefició a la familia, ya que uno de sus dos hijos, al estar diagnosticado con un Trastorno del Espectro Autista (TEA) y alergia alimentaria -al gluten y la caseína- originó una alimentación más saludable en casa.
En este proceso, empezaron a ver las alternativas que había en los supermercados, en las tiendas. “Era súper caro y limitante la variedad de productos que había en ese tiempo”, señala Javier. Por lo mismo, aprovechando esta aventura culinaria y preocupado por la condición de su hijo, comenzaron a indagar, estudiar y poner en práctica el mundo de los granos. Iban a un cumpleaños, por ejemplo, y a su hijo le llevaban una bolsita sólo con alimentos que él pudiera comer.
Para la época de la pascua del conejito fue el primer exitazo. Claro, no visualizándolo como negocio, pero sí con buenos comentarios de la gente. Resulta que Javier hizo unos huevitos con cacao sin gluten y vegano, con quinoa y amaranto inflados que quedaron absolutamente crunchies. De ahí en más, su hijo los llevaba de colación al colegio y todos los niños le pedían.
Hasta los padres se acercaban a preguntarle a Javier dónde conseguirlos. “Oye, sabes que mi hijo llegó preguntándome por unos huevitos de chocolate exquisitos que probó”, le comentaban los apoderados.
Apunta Javier que después de ese revuelo decidieron partir con su emprendimiento, Muru Gourmet, tres años atrás. Lleno de sabores, ideas, salud, conciencia e inclusión, entregando productos sanos y ricos a todas aquellas personas que no pueden o no quieren consumir productos con leche, gluten, azúcar, etc. O simplemente, disfrutar de unos exquisitos bombones con múltiples beneficios.
LA CONSOLIDACIÓN DE MURU GOURMET
Muru se inspira en la ideología de los orígenes de los granos. “Como la quinoa era la reina madre de los granos en la época de los pueblos originarios -venía de los diaguitas, de los mapuches, etc- decidimos ponerle Muru que significa granos en quechua”, dice Javier. Aparte, consolidaba también un nombre que era de cuatro letras y los representaba como familia: él, Carolina y sus dos hijos. “Muru fue nuestro tercer hijo”, aclara sonriendo.
El negocio fue tomando forma y éxito en Copiapó y en zonas aledañas, hasta que decidieron mudarse a La Serena -en marzo de 2020- por temas educacionales, buscando encontrar el mejor ambiente y herramientas para su hijo con TEA. El traslado fue con la fábrica y sus empleados incluidos, instalando una nueva sala de procesos. A partir de ese momento, sus bombones comenzaron a ser reconocidos en toda la cuarta región y en agosto de 2018 dieron el salto a Santiago. En la capital, la cuñada de Javier tenía una tienda y les dio la posibilidad de comercializar su producto. Les fue tan bien, que actualmente manejan vendedores particulares en distintas zonas de la Región Metropolitana.
Actualmente tienen envíos a todo Chile y están en tiendas amigas en las regiones de Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Santiago, Valdivia, Chiloé y Coyhaique. Como por ejemplo: Mary Dubó Mercado Verde, Volvamos a lo Natural, Amanecer Saludable, Angela Hincapie, Gran Calafate, entre otras. En las Historias Destacadas de su cuenta de IG puedes encontrarlas todas.
BOMBONES SALUDABLES A BASE DE QUINOA, AMARANTO Y SARRACENO
Como mencionamos, estos bombonazos están hechos a mano, trabajando con productores locales que los proveen de nueces, almendras, castañas, avellanas, maní y frutos secos y deshidratados. Todas estas maravillas son incluidas en sus líneas veganas, sin azúcar, sin gluten y con distintos porcentajes de cacao dependiendo del producto.
Ingresa a www.muru.cl donde encontrarás todas sus variedades (30 rellenos de bombones aprox) y sus mix para disfrutar de un delicioso momento.
Tiéntate con sus bombones de nutella, nutella-pistacho, goldenberries, cranberries, plátano-manjar, cereza, ¡el que quieras! ¡Probamos cada uno de ellos y son realmente exquisitos!
A futuro esperan poder tener los bombones de Muru en más tiendas del país. Y además, seguir perfeccionando las recetas provenientes del mundo de los granos con la idea de lograr una alimentación más consciente, elaborando productos sanos y al alcance de tod@s.
¡Y orgullosamente visualizan la inclusión de gente con TEA a su fuerza laboral!
Dulces y saludables, definitivamente no puedes dejar de probar estos bombones. Comparte esta nueva entrega de Historias con Sabor de @mango.merken con tus amig@s y difundamos los valiosos detalles de esta tremenda propuesta gastronómica.
Web: www.muru.cl
IG: @muru_gourmet
2 comentarios
En estas fechas sorprender con un regalo es ideal, y más si se trata de bombones. Estos bombones en concreto tienen una pinta deliciosa. Un dulce saludable, bueno y de chocolate es algo casi difícil de imaginar. Si estas decidido a sorprender con un regalo gastronómico y llevar unos bombones a la comida navideña desde luego esto es original.
Gran opción para un regalo foodie, toda la razón. Sabroso y saludable a la vez, gran idea apostar por la dulzura de Muru en estas fechas.
Saludos