¡Cocina pulenta, picarona y guachaca! ¡Así no más! Directo al corazón gozador del chileno. Jorge Cuevas y Paola Valdenegro son dos jóvenes cocineros, que buscan mantener vivas las recetas de nuestras abuelas enamorando a los vecinos del Barrio Yungay con la auténtica gastronomía chilena. ¿Te gustaría probarla? ¡Póngale Wendy a esta nueva Historia con Sabor!
Acá no hay carta ni mantel largo. No se sirve la misma comida siempre y se cocina con lo más fresco. “Somos un local chico, feo y de mesas cojas. Totalmente informal, donde nuestro objetivo principal es que la comida brille sin pretensiones”, dicen en Na Que Ver.
Cocinería chilena en el Barrio Yungay condimentada con todo el sabor de Jorge Cuevas y Paola Valdenegro, una pareja de jóvenes cocineros que desde el 2017 dedicaron su carrera a conmemorar y honrar nuestra gastronomía.
Llegamos hasta la calle General Bulnes, entre Romero y Erasmo Escala, buscando recordar la cocina de nuestras abuelas con la propuesta de Na Que Ver. Ahí nos recibieron Paola y Jorge con los brazos abiertos, como si fuésemos de la familia.
En las paredes de este local se respira un ambiente familiar, guiado por el equipo de cocina dirigido en parte por la mamá de Paola. Con cuchara, tenedor y cuchillo en mano, nos sentamos a devorarnos todos los detalles de su Historia con Sabor.
ENCENDIENDO LA COCINA DE NA QUE VER
Ambos vienen de relaciones dispares con la cocina, desde temprana edad. En el caso de Paola, su abuelo trabajaba en Lo Valledor vendiendo verduras. Y su abuela, era maestra de cocina en un hotel en los años 50’. Además, viene de una casa comandada desde la cocina por su madre. De ahí nacen sus primeros recuerdos y sabores en torno a la cocina.
“Mi papá era camionero. Y gracias a eso, teníamos acceso a muchos productos, como erizos por ejemplo”, dice la emprendedora saboreando el recuerdo de ese característico producto de nuestras costas. “Yo pensaba de niña que así era en todas las casas. Y cuando crecí me di cuenta de que fui muy privilegiada en ese sentido”, añade.
Previo a estudiar gastronomía, Paola tuvo experiencias en cocina no sólo en su casa. Como estudiante de colegio técnico, ya venía haciendo sus primeras armas en gastronomía, las cuales la ayudaron a tomar la batuta de la cocina de un local en Maipú; con tan sólo 17 años. “Me mandé muchas cagadas, pero sirvieron de experiencia”, señala. Desde ese momento le “picó el bichito” de tener su propio local y no soltaría ese deseo hasta concretarlo.
Por su parte, Jorge tenía una relación más distante con la gastronomía. Siendo súper sincero, nos reconoce que estudió cocina prácticamente por necesidad. En su familia la cocina no se daba bien, por así decirlo. Y esto despertó en él un apetito por probar distintas preparaciones, un universo de platos al que nunca accedió.
Y al conocer a Paola esa hambre aumentó por mil, admirando como en su familia trataban la comida con tanta tradición y sabor. “En la familia de Paola la cocina es casi un ritual”, recalca Jorge sonriendo.
COCINANDO EL MENÚ DE NA QUE VER
En su camino por el arte culinario, Paola y Jorge pasaron por servicios de banquetería y hostelería, y experiencias en algunos restaurantes. Una época de la que no guardan gratos recuerdos. Algo que los marcó mucho, fue el tratamiento que le daban a la comida. Sin entrar en mayores detalles, estos emprendedores prefirieron alejarse de ese circuito refugiándose desde el 2017 en la casa de Jorge, en Barrio Yungay. Y junto con esto, dar inicio a su proyecto: Na Que Ver – Cocinería Chilena.
Desde este histórico barrio, ambos emprendedores estuvieron de acuerdo en rendir homenaje a la cocina de nuestras abuelas; con una propuesta contundente, sabrosa y bien preparada a la vez.
El “Na Que Ver” es un chilenismo, pero como nombre del emprendimiento viene de la abuela de Jorge, quien lo decía mucho.
Más que un restaurante se define como una cocinería, con un menú rotativo y mesas dispuestas en dos salones para disfrutar lo que sale de la cocina. Todo en un ambiente informal y gozador a la vez. En los sartenes, ollas y atención al público están Jorge y Paola, siempre atentos a cada detalle. “El chileno piensa que la comida chilena es barata, básica. En Na Que Ver la vendemos a un precio justo según lo que preparamos, lo sabroso que queda y una buena presentación”, afirman Jorge y Paola.
Cinco años llevan estos emprendedores repartiendo lo mejor del sabor chileno, con platos como pantrucas, cazuelas, garbanzos, arrollados, costillares de cerdo, empanadas y todos esos clásicos que te puedas imaginar.
“Creo que el punto de inflexión fue en 2019 cuando vino el Koke Santa Ana con un programa de cocina del Mega”, recuerda Paola. Una auténtica avalancha de gente llegó hasta Na Que Ver para probar sus enjundiosos platos.
Un reconocimiento que vino muy bien para la época de pandemia, hasta que tuvieron que cerrar. El delivery fue una opción muy complicada al no tener proveedores fijos. Así es que hasta las re-aperturas, pasaron por momentos muy difíciles pero siempre unidos como pareja y como socios.
Ya con las ferias abiertas y pudiendo acceder a los productos frescos y de temporada que siempre utilizan, el delivery se convirtió en una realidad. “Actualmente vendemos 80% delivery y 20% en mesas”, comenta Jorge mientras entrega unos pedidos en puerta. Al tener poca capacidad dentro del local, fue una gran opción ofrecer su menú para llevar. ¡Y vaya sí ha sido un exitazo! Pudimos comprobarlo junto a los vecinos, mientras esperaban por sus pedidos saboreando lo que se venía.
¡ESTAMOS LIZ TAYLOR! ¡PÓNGALE WENDY CON LA COCINA CHILENA DE NA QUE VER!
Como comentamos, en Na Que Ver están convencidos de preparar los platos por temporada. En verano, carne a la olla con pastelera -por la temporada de choclo- y los tradicionales porotos granados. Y en invierno, porotos con riendas y hartos caldos. “Las pantrucas son un ícono”, dice Paola destacando los secretos de su abuela para prepararlas.
¡En este local está permitido sopear, chupetear los huesitos y pasarle la lengua al plato!
El aroma que emanaba de la cocina ya nos tenía con… ¡EL DIENTE! Como diríamos en buen chileno. Así es que, manos a la obra.
Probamos un clásico de clásicos: porotos con riendas, con una longaniza artesanal de Valdivia que está increíble. También sus niños envueltos de abuelita, que por si no los conoces, son hojas de repollo –en este caso- rellenas de carne. ¡Muy muy sabrosas!
Y además, un exquisito ajiaco pa’ la caña. Santo remedio para estos fríos días de invierno. ¡Un sabroso cariño al corazón!
Era imposible que nos fuéramos sin probar sus postres, así es que pedimos leche asada y pie de limón. ¡Esa leche asada aún queda en el recuerdo de nuestro paladar! ¡Maravillosa!
¿NA QUE VER EN EL SUR?
Paola reconoce que le cuesta soñar, siempre ha sido una persona de vivir más el día a día y dar lo mejor de sí misma. Aún sabiendo los difíciles escenarios que hemos enfrentado en el último tiempo, la emprendedora apuesta en habilitar más mesas en su local y agrandar la cocina.
Y respecto a platos nuevos, sonriendo de manera cómplice nos dice que ya ha preparado prácticamente de todo, pero le llaman mucho la atención las tradicionales “cuelgas” de cholgas del sur (ahumadas); para utilizar en caldos.
Un sur que ve también como tentativo para radicarse y abrir una nueva versión de Na Que Ver – Cocinería Chilena. ¡Con el viento del sur empujando todo su sabor!
¡Cocina chilena y de la güena! Comparte esta Historia con Sabor de Mango Merkén y acepta la invitación de Jorge y Paola. Y devórate esta propuesta que va en homenaje a la tradición de la comida casera.
Dirección: General Bulnes 41, Barrio Yungay, Santiago
Horarios: martes a domingo de 13:00 hrs hasta que se coman todo…
Instagram: @naquever_cocineria / Web: naquevercocineria.cl / WhatsApp: +56951299408
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