El consumo de quesos en el país asciende a los 11 kilos per cápita, convirtiéndonos -definitivamente- en los más fanáticos de aquel producto en América Latina; seguido por Uruguay (10,7 kilos per cápita) y Argentina (9,9 kilos per cápita), según datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA).
En los últimos años, el consumo de este lácteo a nivel nacional ha crecido significativamente. Este aumento se debe a dos factores principales: el desarrollo de nuevas variedades producidas localmente y la creciente oferta de diferentes orígenes, tipos y sabores.
El queso crema es un ejemplo de este fenómeno. En 2023 las importaciones de este alimento alcanzaron un 11,2%, según la ODEPA. En este sentido, Matías Hardessen , gerente de negocios de ICB Food Service, señala que: «Es un producto versátil que se puede utilizar en una variedad de platos, como ensaladas, sándwiches y pizzas. En Chile es utilizado principalmente en sushi, pero también en postres y pastelerías, donde es un ingrediente esencial”.
Por otra parte, diversas empresas productoras en Chile han estado innovando para satisfacer los gustos de los consumidores, desarrollando quesos con ingredientes locales, como hierbas, frutas y verduras. Además, han introducido al mercado variedades internacionales, como el feta griego o el parmesano italiano.
Lo anterior, porque los consumidores chilenos están cada vez más interesados en los sabores intensos y únicos, por lo que se están produciendo ejemplares con sabores picantes, ahumados, dulces o salados.
Sobre las nuevas tendencias de sabores, Hardessen afirma que: “se está intentando avanzar en el consumo de quesos más finos, aunque todavía el consumidor chileno es muy tradicional para sus gustos, prefiriendo el gauda, el chanco y el mantecoso”.