De tu casa a la colmena, de la colmena a tu mesa. RescateAbejas es una microempresa familiar fundada en 2011 por Pablo Torrealba, profesor de música. Literalmente, dirige a los enjambres de abejas formando una orquesta apicultora, rescatándolos y dejándolos en un ambiente propicio para su supervivencia y posterior producción de mieles e hidromieles. Te invitamos a formar parte de una nueva HISTORIA CON SABOR de Mango Merkén, conociendo los detalles de este emprendimiento clave para el funcionamiento de nuestros ecosistemas.
Teniendo en cuenta la importancia de las abejas en nuestros ecosistemas y al ver que en la ciudad habitualmente se forman de manera espontánea enjambres que se instalan en diversos lugares, RescateAbejas busca que no sean exterminados, sino rescatados para ser llevados a lugares adecuados para su desarrollo, definen ellos mismos como declaración de principios.
El equipo de Mango Merkén se trasladó hasta Granjaventura, ubicada en la comuna de La Reina, para ver en acción a la persona detrás de este valioso emprendimiento, Pablo Torrealba. Profesor de música, saxofonista y director de un ensamble musical con sus estudiantes. De hecho, este año iban a hacer una gira de cinco conciertos por Alemania que se frenó por la pandemia. La idea era juntar 50 saxofonistas en escena.
Aparte de su lado profesional, desarrolla su mencionada faceta de apicultor. Casi como si con su saxofón dirigiera una orquesta de abejas, rescata enjambres para que no sean exterminados y poder sacar buen provecho de ellos. “Hace 10 años fui a una charla sobre las abejas y me pareció muy interesante. A mí me encanta mi pega, todo lo que hago lo disfruto mucho, pero creo que es importante que uno tenga una actividad B e interconectarlas de alguna manera, para no caer en la monotonía”, dice mientras nos entrega unos trajes especiales para operar dentro del colmenar.
PASIÓN POR LAS ABEJAS
RescateAbejas nace con la idea de salvarlas, como define el nombre del emprendimiento. Recuerda que cuando esta labor le llamó la atención, se hablaba de la extinción de estas. “Hay muchas clases de abejas en Chile que están en peligro, pero las abejas melíferas (que llevan o tienen miel), no se van a extinguir porque el humano tiene un interés económico con ellas”, afirma.
Las abejas lo apasionaron. Conectando con su lado artístico, quedó maravillado con “la danza de las abejas”, que son señales que realizan con el cuerpo para comunicar dónde está el alimento.
Además, hubo una conexión con su lado más sentimental. “Me acuerdo que cuando era chico, mi papá siempre hablaba de que sería lindo tener abejas. Y después de entender este mundo, lo hice”, recuerda con alegría. El emprendimiento mantiene ese lazo familiar arraigado, donde sus hijos lo apoyan en distintas tareas.
RESCATEABEJAS
El primer hecho del que se dio por enterado, fue de la generación de enjambres en distintos lugares de la ciudad. Un enjambre es cuando una colonia se divide para su multiplicación en la época de floración. Esto en Santiago ocurre entre septiembre y diciembre, pero octubre es el mes más fuerte. La reina, que es la mamá de todas las obreras que viven ahí, les dice “nos vamos a otro lugar”. Cerca de la mitad se va con ella y las que quedan generan una nueva reina. Esa es la forma de reproducción de una colmena.
“En la ciudad es complicado, porque estás en tu casa o departamento tomando una cerveza o un café en tu balcón, terraza, patio, y llega una nube zumbona que se instala en el techo, quedando colgada como una pelota grande. Obvio que la gente se incomoda, pero es importante señalar que la abeja enjambrada no pica porque no tiene nada que defender y está llena de miel. Hay que molestarlas mucho para que ocurra. No hay que asustarse”, aclara.
De ahí, RescateAbejas extrae su modelo de funcionamiento donde “todos ganan”. Quien los llama se saca un problema de encima, ellos mantienen colmenas que producen miel, las abejas no son exterminadas y los consumidores de sus productos se benefician de miel e hidromiel gourmet de primera calidad, producidas con técnicas respetuosas con el medio ambiente.
Si detectas que un enjambre ha llegado a tu domicilio, lo primero y más importante es no hacer nada en contra de las abejas: antes de cualquier acción, contactarlos y ellos se preocuparán de acudir a la brevedad a extraerlas, sin exterminarlas y todo gratis, reconocen desde la microempresa. “La gente se asusta y llama al SAG o a las municipalidades pero ellos no tienen nada que hacer. Nosotros al recibir el llamado vamos de noche, que es cuando están agrupadas y hacemos un proceso pulcro sin complicaciones”, dice el apicultor.
El retiro de estas se realiza en las temporadas de primavera (agosto a diciembre) y la venta de miel e hidromiel es durante todo el año a través de su tienda online: www.rescateabejas.cl, con despacho a domicilio. Operativos en la Región Metropolitana, en Granjaventura cuentan con 9 colmenas activas de aproximadamente 50.000 abejas cada una y algunos otros apiarios del mismo o menor tamaño en la ciudad.
DE LA COLMENA A TU MESA, MIELES E HIDROMIELES
En RescateAbejas no se cosecha polen, jalea real ni propóleo. “Encuentro que eso estresa mucho a las abejas, no me gusta. Cosecho miel que no las pone en peligro. Y con esa miel, también hago hidromieles desde el 2019”, cuenta mientras nos muestra algunos de sus productos.
Con el traje de apicultor puesto, pudimos ver de primera fuente el cuidado y cariño que Pablo entrega a todas sus abejas. Con una cosecha de dos días, para evitar el sobre estrés de las abejas, se retiran los cajones para ser llevados al taller donde se hace el centrifugado y recolección de la miel sin impurezas.
Toda la miel de RescateAbejas proviene de las abejas rescatadas de su proyecto. Son cosechas pequeñas y cada frasco se entrega numerado, con sello lacrado, fecha de cosecha y lugar de origen. El separar cosechas permite que cada una de ellas se pueda diferenciar en sus propiedades (sabor, aroma, color, textura), creando un producto dinámico, que se diferencia según su origen y momento de producción, gracias a las diferentes épocas de floración de la vegetación. “Tenemos clientes que reservan unidades de las cosechas venideras, saboreando la evolución de la miel en un lugar determinado”, reconocen desde la microempresa familiar.
Un amigo con el que practicaba natación hacía cerveza y un día le propuso hacer hidromiel. Entre prueba y falla, se especializó en este tipo de fermentado. Su producción de hidromieles se divide en cuatro estilos diferentes: Abeja Exploradora (espumante, 4 a 5 grados), Abeja Recolectora (espumante, 7 a 9 grados), Abeja Guardiana (tranquilo, 11 a 13 grados) y Abeja Reina (tranquilo, 15 a 18 grados). Cada variedad puede encontrarse en dulce (D), semidulce (SD) o seco (S). “La elaboramos con nuestras propias mieles, asegurando un producto fino y exquisito”, dice el apicultor, mientras terminamos nuestro recorrido por Granjaventura probando una de ellas, una delicia.
Quedamos tan maravillados como Pablo con el mundo de las abejas. Una producción sustentable involucrada directamente en la conservación de una de las especies más ricas de nuestro ecosistema. Cada bocado de sus mieles o sorbo de sus hidromieles, es una invitación a danzar junto a ellas y protegerlas debidamente.
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