Rodrigo Otaiza, Fernando Costa, Matías Supan y Matías Peredo son los cuatro bartenders detrás de Siete Negronis. Un bar que en tres ocasiones se ha posicionado en el ránking de los mejores bares del mundo. Hito destacado que recalca Rodrigo, mientras cuenta los detalles alrededor de su propuesta coctelera y pedagógica alrededor de este bendito brebaje. La #NegroniSeñal está encendida, prepárate para disfrutarla con una nueva Historia con Sabor.
Nada es coincidencia y por algo empezamos la semana contándote la historia y sabrosas curiosidades del Negroni. Un trago protagonista en la vida de Rodrigo Otaiza, destacado bartender nacional elegido como el mejor en 2017 tras consagrarse en la World Class de ese año; la competencia más prestigiosa de coctelería a nivel mundial.
Invitándonos a vivir la experiencia de su local, nos recibe en Siete Negronis. Quedamos asombrados por la inmensidad de su barra, con un laboratorio encima de ella y a vista de todos, que es el corazón de sus preparaciones. Tentados por conocer más de él y sus cocktails insignia, comenzamos a indagar en su ruta coctelera.

IMPROVISANDO DETRÁS DE LA BARRA
Rodrigo es el más joven de los 4 socios de Siete Negronis. Chileno, oriundo de Pucón. Si bien llegó a Santiago de muy pequeño, sonriendo nos dice que le gusta decir que es del sur. Abriendo la barra de recuerdos, se declara un fanático de la historia. Por ejemplo, de los orígenes de la gastronomía y los brebajes. Entre ellos el Negroni por supuesto.
Dicha pasión lo llevó a estudiar Pedagogía en Historia, pero por diversas dificultades terminó trabajando en bares. Específicamente, en gestión de eventos. De bartender, nada aún. Es más, reconoce que en ese momento sabía poco y nada, pero era una dinámica que miraba de reojo y con deseo. Sobre todo por la interacción con el público.

En 2004 el estrellato llamaría a su puerta, con una oportunidad en la que sacó sus mejores recetas de improvisación. Junto al padre de un amigo estaban produciendo un evento en la Ex Oz donde Gustavo Cerati tocaría como DJ, un evento icónico del que hasta el día de hoy hay poco registro. Sólo lo gozaron quienes fueron. Y entre esos privilegiados, estuvo Rodrigo, pero por primera vez como bartender.
“Faltaba uno y me lancé. A los dos minutos se dieron cuenta que no sabía nada, pero me enseñaron a hacer unas caipiriñas a la rápida y atendí a Cerati”, comenta emocionado aún.
Ese fue literalmente su estreno en el mundo de los bares, destacando también una experiencia por el bar del Negro Piñera, el famoso Entrenegros. Con esa motivación, gente se le acercaba recomendándole seguir el camino de la coctelería, pero que debía aprender de los mejores. En ese momento decidió entrar a Mundo Bar, una de las academias más antiguas en el rubro. “Hice un curso, hice amigos y empecé a atender en barra”, declara feliz por la decisión tomada.

UNA AMISTAD ALREDEDOR DE LA BARRA
En dicha escuela hizo amigos de esos que duran para toda la vida. Y de esos con los que dices, podríamos hacer algo juntos. Matías Supan y Fernando Costa son dos bartenders argentinos que llegaron hace casi 20 años a Chile. Ambos arribaron con vasta experiencia en el rubro, revolucionando la escena coctelera que en aquel entonces era de mucho pisco sour, piscolas y poco cocktail de autor.
“Matías era embajador global de Bacardí. Había recorrido todo el mundo, era una eminencia”, señala el emprendedor con admiración. Estos dos profesionales se mudaron a nuestro país y montaron el proyecto de Mundo Bar. Como uno de los estudiantes de la primera camada, también conoció ahí a Matías Peredo, formando una amistad inseparable con estos tres exponentes de la escena coctelera.
“Es súper loco porque siempre los admiré, conocía sus trayectorias y los encontraba capos”, apunta agradecido por este provechoso encuentro; que se dio en un contexto de mojitos, daiquiris y algo de Gin Tonic, con un panorama detrás de la barra más avanzado.

PREPARANDO LA PROPUESTA DE SIETE NEGRONIS
Con este círculo de amigos, en 2015 hicieron un viaje a Lima para una convención; una clase maestra de cócteles. Ahí estuvieron con Aaron Díaz, actualmente dueño de Carnaval y en ese tiempo jefe de barra de Astrid y Gastón. “Fue una locura, un parque de diversiones experimentando cosas a otro nivel. Nos voló la cabeza”, recuerda, siendo esa la primera vez que hablaron de abrir un bar juntos. Con pocos recursos pero apostando a su originalidad y entusiasmo, en 2016 armaron una barra en Bellavista con el nombre: Siete Negronis.
¿Por qué Siete Negronis? Por un catálogo de cocina que se llamaba Siete Cocinas y que habla de toda la misticidad y perfección que hay detrás del número 7. Los 4 emprendedores quedaron asombrados con la idea y en busca de destacar aún más con su propuesta, escogieron el glamour y riqueza del Negroni.

En este proceso, el Negroni número 7 siempre era –y lo sigue siendo- de un invitado. Con esta idea aprovechan de darle visibilidad al bar e ir mixeando distintas recetas, cada una con personalidades distintas. Desde el día #1 dicho concepto se apoderó de la barra de este local, con Siete Negronis que van desde lo más amargo a incluso algunos dulzones. “Hoy en día siento que potenciamos el negroni a nivel nacional”, concluye el emprendedor.
Su apertura no estuvo exenta de complicaciones. Abrieron un 14 de enero y dos días después cerraron el local. Sin entrar en mayor detalle, fueron víctimas de una estafa que los mantuvo en vilo durante 5 meses y con juicios de por medio. Un hecho que hoy es anécdota y quedó marcado en su trayectoria como un momento de mucha unión entre sus socios.

SIETE NEGRONIS EN BELLAVISTA
Siete Negronis no fue un éxito sólo por la mística del lugar, sino también por su calidad. En tres ocasiones han formado parte del The World’s 50 Best Bars; 2017, 2019 y 2020. Rodrigo justifica este reconocimiento en que se preocuparon de lo que importaba. “No somos el bar más lindo de Chile, pero lo más importante son los cócteles. Te puedes pedir 10 y los 10 van a estar buenos. Balanceados, estéticos y bien ejecutados. Tenemos una obsesión por el detalle, por eso nos ha ido bien”, recalca.
Fueron los primeros en promocionar el consumo responsable, regalando agua con gas o sin gas premium. Algo muy importante para el público, ya que permite ir cambiando los sabores entre cóctel y cóctel y re-hidratarse.
La barra del lugar brillaba junto a sus Siete Negronis. El período 2019-2020 registraba ventas históricas, hasta las implicancias del estallido social y la pandemia. Dos momentos muy difíciles de atravesar, por lo que Siete Negronis debió cerrar sus operaciones visualizando otro punto de la ciudad donde reabrir. Porque si algo no harían estos emprendedores, sería renunciar al proyecto que fortaleció su amistad.

SIETE NEGRONIS EN VITACURA
Agitando sus cocteleras con el entusiasmo de siempre, 2021 fue un año de arduo trabajo preparando el nuevo local en Vitacura. Su reapertura fue durante los primeros meses del 2022 y les ha ido increíble, fieles a la calidad que predican desde el primer día. Y en un barrio que se ha vuelto bien bohemio. “Estamos viviendo la transición de Alonso de Córdova, el nuevo barrio gastronómico de Chile”, añade.
El público se ha reencantado de la propuesta “pedagógica” de Siete Negronis. Una experiencia enriquecida por la atención de su personal, que te enseña sobre lo que estás tomando aportándote un abanico de saberes y sensaciones a degustar. Todo el equipo tiene el grado de bartenders y el bar los apoya en ese proceso. Incluso desarrollan un campeonato interno, Insider Negroni, donde todos tienen que participar en la elaboración de una receta y un top 3 gana distintos premios que van sorteando.

Brindando por su extraordinaria propuesta, probamos una trilogía de negronis: Hazel, clarificado con leche y avellanas chilenas naturales y tostadas. Barrel, el clásico de clásicos de esta cantina; campari + vermouth rosso + Tanqueray London Dry + partes añejadas en barricas de carmenere. Y Xocolat, Barrel Negroni + el mismo macerado con madera de roble tostada a fuego directo + una última parte macerada en nibs de cacao y vainilla natural. Sorpréndete con la decoración de una hoja natural de chocolate, que conquistará tu olfato con sus notas achocolatadas.

Ingresa aquí para conocer más de sus opciones en cócteles y cocina. Atent@s también al Guest Bartender que realizarán la próxima semana junto a Clase Maestra, la convención coctelera más importante de Sudamérica. Y las novedades no paran de salir de su barra con la pronta apertura de su segundo local en La Dehesa, de la mano de una barra con “cócteles 2 go” en un nuevo e interesantísimo proyecto gastronómico de la capital.

La #NegroniSeñal está encendida y esperando por ti. Comparte esta Historia con Sabor de Mango Merkén con tus amig@s y disfruta lo mejor de Siete Negronis.
Dirección: Alonso de Cordova 4079, Vitacura.
Horarios: La #NegroniSeñal se enciende de lunes a sábado de 17:00 a 2:00 hrs (aprox).
Instagram: @sietenegronis
0 comentarios