Una empresa familiar que elabora jugos, extractos y jarabes, preservando de forma natural los antioxidantes y vitaminas de los frutos silvestres de la región de Aysén. Calafate, grosella, maqui y zarzaparrilla son los elegidos por “SurYuis”, el proyecto de Carolina Jara y Ángel Urrutia, para dar a conocer al mundo los sabores de nuestra Patagonia. Te invitamos a conocer más detalles de este emprendimiento, exprimiendo junto a nosotr@s una nueva entrega de Historias con Sabor de Mango Merkén.
“Cuenta la historia que una bella tehuelche de ojos dorados llamada Calafate, se enamora profundamente de un ona. Furioso, el padre de la tehuelche decide separarlos pidiendo un conjuro a la machi, transformando a Calafate en un arbusto de flores doradas. Arrepentida, la machi convierte al joven ona en el fruto de aquel arbusto, que desde entonces y por siempre veremos unido a esa hermosa flor dorada en una dulce y eterna compañía”.
Este relato forma parte de una de las dos versiones indígenas de la leyenda del calafate. Hermosa y romántica manera de iniciar esta historia fraterna de dos hermanos, que unieron su amor por la Patagonia para elaborar un producto 100% representativo de la zona austral, sacándole provecho a la recolección de aquel y otros frutos silvestres. ¡Sacándole el jugo, literalmente!
Suryuis es el emprendimiento familiar de Carolina Jara y Ángel Urrutia, ingeniera agrícola e ingeniero en construcción, respectivamente. Nos reciben en el hogar de Ángel, ubicado en Villa Jara, a 10 minutos de la ciudad de Coyhaique. En el camino, una postal hermosa de la Laguna Foitzick, prácticamente un espejo de agua. Su casa es un domo de madera posado sobre una planicie, con acceso a una vista increíble de la laguna.
Nacidos y criados en la Patagonia, se llevan ocho años de diferencia. Ambos migraron para estudiar sus carreras en Valdivia. Carolina ejerció su profesión durante cuatro años en la región de Aysén, trabajando en una empresa privada relacionada al medio ambiente, hasta que decidió independizarse en el 2012 con la elaboración de jugos.
Ángel hizo un postgrado en minería y se fue a trabajar a Calama, hasta que un día se dio cuenta que no quería estar lejos de su familia y regresó a Coyhaique, asociándose al proyecto de Carolina en el 2016.
JUGUERÍA SAN FRANCISCO
En el 2012, Carolina inaugura “Juguería San Francisco”, al frente del clásico casino de bomberos de la ciudad. Francisco por su hijo de 20 años, que tiene síndrome de down y es el motor por el cual decidió dejar la empresa privada y emprender un sueño. “Solíamos viajar de vacaciones a Santiago o Viña e íbamos a tomar jugos al mall. Los típicos jugos exprimidos de naranja, piña. Yo decía por qué no existe esto en Coyhaique”, recuerda Carolina contándonos sobre el furor que provocó su propuesta de exprimidos y licuados.
Con el éxito llegaron ofrecimientos, como por ejemplo unas bolsas preciosas de calafate. ¿Se podrá hacer jugo con el calafate? Se cuestionó. Hizo una pulpa, la colocó en la licuadora y funcionó.
De ahí en más, San Francisco se convirtió en una parada obligada para los turistas en búsqueda de productos regionales. Quedaban tan sabrosos que preguntaban si podían llevarlo. Varios pasaban antes de ir a sus tours por la Carretera Austral o la Laguna San Rafael, querían recorrer la región con un jugo de calafate.
¡Había que embotellarlo! El proyecto comenzó a crecer y en el 2013, Carolina postuló a un proyecto de la Fundación Innovación Agraria. Dos años llevó la investigación de cómo llegar al proceso que maneja actualmente, donde son preservadas las propiedades nutricionales de los frutos silvestres que utilizan. En ese momento nace SurYuis, haciendo el juego con el nombre “jugos del sur”.
Como mencionamos, en el 2016 se integra Ángel a la propuesta de Suryuis. “Fue entretenido ver a mi hermano pasar del gorro y los zapatos de seguridad de la construcción, al delantal blanco y la pechera de nuestros jugos”, comenta Carolina riendo. Ambos se reconocen como hermanos y socios, convergentes y divergentes. Carolina dice que es de pensamiento divergente, apasionada y creativa con lo que hace. Ángel es convergente, quien aterriza y concreta todas las ideas de Carolina. ¡Un gran complemento!
Una de las ideas que lograron trabajar, fue la de un carro con forma de una naranja gigante -que se abre- para vender jugos naturales en distintos lugares de la ciudad y por qué no, de la región.
SURYUIS: 100% JUGO NATURAL
Calafate, grosella, maqui y zarzaparrilla fueron los frutos silvestres escogidos para dar vida a su proyecto. El verano es la temporada de recolección, una búsqueda inspirada en la agricultura ancestral a través de los bosques patagónicos, donde participan también familias campesinas.
La fruta es procesada en el equipo que diseñaron a vapor, gracias a la investigación que hicieron durante dos años. El vapor cruza la fruta, extrayendo el jugo gota a gota, permitiendo que mantengan su aroma y sabor característicos, además de sus propiedades nutricionales.
Sus botellas tradicionales de 250 ml tienen un valor de 2.500 pesos. “Es cierto que hemos recibido comentarios sobre el precio, pero detrás está todo este proceso metódico para vender un producto de calidad, sin añadir colorantes, saborizantes, ni estabilizantes”, afirman.
Aparte de los jugos han trabajado una línea de productos paralela, pero manteniendo la identidad de los mismos frutos silvestres. Por ejemplo, harina de calafate y de maqui. Perfectas para darle un color y sabor distinto a tus preparaciones. ¡Imagina unos panqueques con el color púrpura vibrante del maqui!
Otra línea son los jarabes de calafate y de maqui, que son para la elaboración de cócteles. El último tiempo, se ha vuelto popular ver aperitivos como el calafate sour o maqui sour, gracias a propuestas como las de SurYuis que abastecen a locales con la materia prima. “Cerca del 80% de los locales de la región ocupan nuestros productos”, señalan felices con lo que están logrando, apuntando también que están introduciendo sus jarabes en Santiago.
*Todos sus productos son libres de gluten y aptos para veganos.
DE LA PATAGONIA HASTA COREA DEL SUR
Un chileno que lleva 20 años viviendo en Corea del Sur, los llamó el año pasado para felicitarlos por sus jugos. Tuvo la oportunidad de probarlos en Santiago y le encantaron. Él trabaja con empresas coreanas que importan productos a dicho país. No lo dudó y presentó la propuesta de SurYuis. “Los coreanos amaron el sabor del maqui, sobre todo una versión que tenemos que es más concentrada y sin azúcar”, cuentan sonriendo por la anécdota.
Al principio no lo podían creer, pero el negocio resultó. En marzo les pagaron un pedido grande para que envíen 2.500 unidades de medio litro, que vendría siendo la muestra final para hacer un negocio aún más grande para la próxima temporada.
Todo con una condición: mantener la imagen de la tehuelche en el envase. “Justo esa versión que les encantó está rotulada con otra etiqueta”, dicen entre risas mientras disfrutamos de unos riquísimos jugos contemplando la panorámica de la Laguna Foitzick. Ellos quieren la tehuelche, así es que enviarán la muestra con esa imagen representando los sabores patagónicos.
SURYUIS 2021 Y UNA NUEVA MARCA: AUSTRALOX
En lo inmediato, se encuentran ampliando su sala de procesos para duplicar su producción. Algo que les permitirá despachar con más facilidad el pedido a Corea del Sur, y posicionar aún más, su producto en distintos lugares de nuestro país.
También, una nueva marca se abre en el horizonte emprendedor. Australox es un extracto de frutos silvestres, con el que apuntan al suministro de las dosis diarias de antioxidantes para el organismo, con “shots” de 50 ml. Esas muestras también fueron enviadas a Corea del Sur. Les encantó tanto el producto, como el formato y la etiqueta. ¡Atentos a lo que se viene con esta propuesta el próximo mes!
El próximo verano, esperan poder instalar una de sus “naranjas móviles” en Puerto Tranquilo, destino seguro de turistas por las atracciones de la zona como el “Glaciar Exploradores”. ¡Una postal bebiendo un SurYuis de calafate, grosella, maqui o zarzaparrilla con los Campos de Hielo Norte de fondo!
“Esto va a continuar porque están las ganas de seguir creciendo y hay sueños detrás. Más que el hecho de que genere plata, es la ilusión y las ganas de que se concrete un negocio donde está la pasión que ponemos en cada uno de nuestros productos”, declaran entusiasmados por lo que está por venir.
Además, pensando en un proyecto de inclusión social, aspiran en un futuro a dar oportunidades laborales a gente en situación de discapacidad. “Lo vivimos con el síndrome de Down de Francisco y sabemos que necesitan ser incluidos en la sociedad”, señalan afirmando que pueden desarrollarse laboralmente y formar parte de esto, como lo hace actualmente su hijo en el proceso de etiquetado.
En Coyhaique, encuentras sus productos en: “Hiperpatagónico”, “La Colectiva”, “Total Market”, “Turin Turan Market”, “Almacén Patagonia”, “AhumArt Despensa”, “Hotel El Reloj” y “Supermercado La Buena Esquina”. En Aysén, en el “Café con Amor”. Y en Santiago, en el “Bazar de la Buena Salud” y en la tienda “Mundo Rural”, metro La Moneda y Pajaritos.
*Contacto: +56987227519
3 comentarios
Hicimos un tour allá inclusive con el Hotel Loberias del Sur de puerto Chacabuco y nos llevamos la grata sorpresa en las colaciones de degustar los jugos Suryuis. Nos fascinaron.
¡Hola Carlos! Buenísimo, nos imaginamos lo grato que debe haber sido disfrutar de esos paisajes junto a los jugos de SurYuis. ¡Un gran emprendimiento de la Patagonia! Muchas gracias por tu comentario, saludos.