Américo Pesutic es un emprendedor de inspiración audiovisual y pasión por la cocina; de corazón chileno y sazón española. Sabores influenciados por su familia de origen español, que definieron en él su fanatismo por las clásicas tapas y raciones de bodegón. ¡Desde la cocina de Taberna Malasaña sale una nueva Historia con Sabor!

Las tabernas, cantinas o bodegones tienen un sinfín de historias por contar. Son lugares cálidos donde la gente comparte a viva voz. Un espacio así es posible encontrar en Malasaña. Una clásica taberna española ubicada en Santiago Centro, que forma parte del vecindario iluminando con su oferta gastronómica. 

Tapas, tortillas, croquetas, raciones y sánguches “a la sombra del barrio”. Ese es el concepto detrás de la propuesta de Américo Pesutic con Taberna Malasaña. Su fachada luce por su encanto invitándonos a pasar. Fuimos con Américo directamente a la barra, un lugar donde abundan los detalles regalados por su propia clientela o heredados de la familia del emprendedor. 

Dicen que los libros no pueden juzgarse por sus tapas, pero los bares sí. Comprobémoslo con su Historia con Sabor…

DE CORAZÓN CHILENO Y SAZÓN ESPAÑOLA

La Historia con Sabor de Américo Pesutic está fuertemente “condimentada” por la inmigración. Sus abuelos españoles llegaron a Chile huyendo de la Guerra Civil Española, a finales de la década del 30’. Aquí nacieron sus padres, quienes emigraron de vuelta a España en la década del 70’ por la Dictadura Militar en nuestro país. 

Américo nació en 1978 en Girona, España. De esa etapa no tiene muchos recuerdos, ya que a los 2-3 años volvió con su familia a Chile. De todas maneras, su nombre destacaría de por vida el hecho de haber nacido lejos de América. “Es mi marca personal”, dice sonriendo.

De corazón chileno pero de nacimiento y sazón española, este emprendedor recuerda los sabores de su infancia donde aprendió a cocinar junto a su madre. “Siempre había tortilla y calamares. Me tenían que esconder la comida porque me la acababa toda. Metía la mano y después tapaba los platos dejándolos con relieve. Era toda una técnica y no se daban ni cuenta del atracón”, cuenta riendo Américo.

La cocina siempre estuvo con él aunque reconoce que nunca la estudió, salvo por un curso de comida japonesa que tomó en la adolescencia. Su pasión perseguía lo audiovisual, pero antes de entrar a estudiar volvió dos años a Girona (97’-99’), donde trabajó en cocina y como jefe de garzón en dos locales: Pueblo de Aro y La Churraskita.  

En 1999 entró a estudiar cine en la Escuela de Cine de Chile. Y en 2004, España tocaría de nuevo la puerta para recibirlo en Madrid con un máster en fotografía. Viaje que esta vez le significaría radicarse 10 años en tierras madrileñas, dedicándose al rubro audiovisual y manteniendo siempre el toque de la cocina en su casa.

Por la crisis económica española, en 2014 decidió volver a Chile. Acá se destacó por su participación en el rodaje de Sudamerican Rockers para Chilevisión, hasta que por temas de salud tuvo que parar por alrededor de 9 meses. En ese momento el apoyo familiar fue fundamental. Su hermana Amalia, también emprendedora gastronómica con Carrer Nou, le abrió las puertas para sumarse como ayudante de cocina. Ahí estuvo un par de meses hasta que vio la oportunidad de emprender con su propia propuesta. 

UNA TABERNA LLAMADA MALASAÑA

Por Santiago Centro en Argomedo 60, casi al llegar a Vicuña Mackenna, existía una tienda de ropa gigante. Américo conocía a sus dueños y la capacidad del local. Sabía también que contaba con una patente de Fuente de Soda, pero que nunca se había ejercido. Cuando se enteró que el local estaba en arriendo, no dudó y recurrió a sus ahorros para depositarlos en su nuevo proyecto.

Un desafío que -hasta el día de hoy- está determinado por esa patente de Fuente de Soda. “Sólo te permite vender cerveza y sidra (de menor o igual graduación que la cerveza). Y sólo te permite vender sánguches, papas fritas y cosas así. Yo le di la vuelta a estas condiciones y empecé a ofrecer tapas españolas y jarras”, reconoce.

Este emprendedor reconoce además que es un amante de la buena mesa. Y en esta decisión por las tapas españolas, hay una gran experiencia de paladar para compartir. Desde la comida hasta la experiencia del local en sí, con una taberna que brilla “a la sombra del barrio” para deleitar a su público. Y con una barra, que invita a sentarse y relacionarse con los trabajadores del local y su dueño. 

¡Una taberna llamada Malasaña! Su nombre viene de la bohemia, inspirado en el barrio Bellavista o Av. Ecuador en Valparaíso. “Joaquín Sabina ha escrito varias canciones donde habla del barrio Malasaña en Madrid. Es muy de joda y de excentricidad”, indica Américo brindando con nosotros.

¿EL MEJOR GIN TONIC DE CHILE?

Taberna Malasaña inauguró su “tirada de jarras” en 2015. Su emprendedor señala que la primera semana, hubo mucha clientela española-gallega que se enamoró a primera vista del lugar; de su barra y su terraza. Era un pequeño pedacito de España en Santiago Centro. Y como buena taberna, las anécdotas se han ido acumulando a lo largo de los años agregándole más y más sabor a su propuesta.

“Había una talla interna entre los españoles que recomendaban el Malasaña, diciendo que aquí estaba el mejor Gin Tonic de Chile. Como buenos fanáticos del Gin Tonic, los españoles recién llegados venían prendidísimos con la idea. Y yo aquí les tenía que decir que nunca hemos vendido Gin Tonic”, recuerda Américo riendo y señalando que era una gran estrategia para atraer clientes. “Después seguían y seguían viniendo”, dice.

Los primeros meses funcionaba el local todo el día, de lunes a lunes. Américo vivía –literalmente- en uno de los pisos de Malasaña; trabajando 24/7 en la cocina, comprando los insumos, atento al buen servicio y capacitando de a poco a su personal con la comida española. 

Su popularidad fue progresiva y con el tiempo Malasaña se ganó su lugar en el barrio. Lógicamente -como todo emprendimiento gastronómico- le tocó batallar contra los embates del estallido social y la pandemia. Dos hechos que le significaron dejar de contar con un equipo que había costado establecer con el tiempo, y mutar al servicio de delivery hasta que las condiciones se dieron para reabrir su terraza.

TAPAS Y JARRAS EN MALASAÑA

Desde el año pasado este lugar renació gracias a su sabor y su amigable propuesta. Y también gracias a los vecinos, quienes han adoptado a Malasaña como un imperdible de su barrio para distender la semana con una buena cerveza y unas exquisitas tapas.

“A la sombra del barrio” e instalados en su barra, probamos un festín de tapas de Malasaña: panes con tomate, boquerones y calamares a la romana. También unas croquetas que justamente destacan por su crocancia y sabor… Nosotros pedimos las de espinaca-calabaza-queso de cabra, ¡increíbles! No podíamos dejar de probar su tortilla de patatas, que se luce por su brillo y jugosidad (ojo que también encontrarás su versión con chorizo).

Y sus huevos rotos, un clásico español que consiste en una fuente llena de papas fritas caseras con distintos agregados y dos huevos fritos. La gracia es romper esos huevos encima para que la yema corra y abunde con su sabor. Nosotros probamos la versión con jamón serrano, charcutería de la casa que encontrarás en La Charcu.

Una propuesta “pandémica” de Américo junto a su amigo Gonzalo -a quien conoció en la barra de su taberna- que llegó para quedarse en Malasaña y para repartir sus productos por Santiago. ¡Alucina con su jamón de pato, un espectáculo de sabor!

Todo esto, acompañado de unas buenas jarras artesanales. Brinda con un schop de Kross recién tirado del barril, cervezas belgas como Gulden Draak y Kasteel, y clásicos españoles como Mahou y Alhambra. Te recomendamos probar su exquisita michelada con jugo de tomate. Y además, puedes disfrutar de una oferta de sidras, bebidas, café y té.

A futuro Américo espera poder actualizar su patente para lucirse con una propuesta de sangrías, pisco sour y una carta de vinos. ¡Y ahora sí, el mejor Gin Tonic de Chile!

Junto con esto, crecer aún más con su propuesta de charcutería artesanal. Y soñando en grande, nos cuenta que un amigo lo está tentando con instalar una propuesta parecida en el Caribe. “Muuuy tentador”, señala sonriendo.

Definitivamente nosotros ya estaríamos sacando los pasajes para visitar esa taberna. ¡Sabor, sazón y ritmo a la orden del día! Mientras comparte esta Historia con Sabor de Mango Merkén con tus amig@s y visita este clásico de barrio en Santiago Centro. ¡Y descubre toda la oferta de tapas que tiene para ofrecerte!

Dirección: Argomedo 60, Santiago Centro

Horarios: lunes a sábado de 18:00 a 1:00 hrs / cierre de cocina 00:00 hrs 

Instagram: @tabernamalasana

Teléfono: +56976636762