La chicha es chilena, pero por sobre todo, latinoamericana. Este brebaje ancestral maravilla cada rincón de nuestro continente con sus distintas versiones. ¡En Chile se viene la Fiesta de la Chicha de Curacaví! Y desde Mango Merkén queremos invitarte a descubrir más sobre esta bebida milenaria, llena de dedicación y con sabor a tradición.
¿Qué es la Chicha?
La chicha es -probablemente- el brebaje más auténtico y ancestral extendido desde antes de la llegada de los españoles en todo el continente latinoamericano. Su preparación y sabor varía muchísimo de un país a otro. Podemos encontrar chicha morada (más popular que la Coca Cola en Perú), chicha argentina, chicha cubana, chicha boliviana… y así prácticamente cada país latinoamericano tiene, produce y disfruta de su propio estilo de chicha.
¿Qué tienen en común todas?
La mayoría de las veces el común es que provienen de una tradición de pueblo originario. Cada pueblo originario entonces -siguiendo distintos rituales y utilizando distintos elementos y alimentos- preparaba una extracción líquida de cereales de cultivo; generalmente maíz y frutas. Este brebaje luego fermentaba de forma natural sin llegar a ser destilado.
Por lo tanto, podemos entender la chicha como una bebida fermentada derivada de algún cereal o fruta.
Típicas Chichas Latinoamericanas
Chicha Cubana: se obtiene de la cocción y fermentación de las cáscaras de piña.
Chicha Criolla o Venezolana: es una bebida dulce no alcohólica de Venezuela, hecha principalmente a base de arroz o sémola de trigo y leche de vaca, principalmente. A esta se le puede sumar leche condensada, canela, chispas de chocolate o siropes. ¡Súper distinta a la chicha que nosotros conocemos! Se acerca más a un rico postrecito…
Chicha Panameña: en Panamá la palabra chicha es sinónimo de refresco. Generalmente se hace de frutas como la piña, la papaya y el tamarindo.
Chicha Argentina: es una bebida obtenida de la fermentación del maíz.
Chicha Morada: originaria de la región andina y súper extendida y popular en Perú, pero cuyo consumo se da en muchos más países del orbe. El insumo principal de la bebida es el maíz culli o ckolli, que es una variedad peruana de maíz morado que se cultiva ampliamente en la Cordillera de los Andes.
Ce ache i, ¡chi! ¿Y la Chicha Chilena?
Podríamos considerar al Muday como la primera chicha ancestral; del pueblo mapuche. El Muday es un tipo de bebida hecha mediante la fermentación de granos de cereales como maíz o trigo, o semillas como el piñón. Pero actualmente nuestra chicha es generalmente obtenida de la fermentación de distintas frutas. En algunos lugares también se mezcla con aguardiente.
Chicha a lo largo de Chile
Somos un país laaargo, por lo que la tradición chichera va variando según la zona y sus frutos. En la Zona Central, la chicha se prepara como un fermentado de uvas más rústico que el vino. La chicha más típica y con Denominación de Origen es la Chicha de Curacaví, que celebra su tradicional fiesta el próximo fin de semana (29-30 de abril y 1 de mayo). Un imperdible panorama para celebrar y homenajear este brebaje. ¡Descubre más de su preparación, técnicas y tradición con la Historia con Sabor de Chichería Durán!
Más al sur, la chicha se obtiene de un fermentado de manzana más rústico que la sidra y que se elabora tradicionalmente a fines del verano. También se puede usar, pero con mucha menor frecuencia, el maqui y la murta. En la Isla de Chiloé, el proceso de fabricación de la chicha de manzana o sidra recibe el nombre de “maja”; nombre que viene del verbo majar que significa «machacar”.
La chicha es parte de nuestra tradición y de nuestro imaginario colectivo. Como parte de las tradiciones, habitualmente el presidente de turno inaugura cada Parada Militar -durante el mes de septiembre- tomando un buen sorbo de chicha en cacho. Es justamente para esas fechas donde nos “ponemos chicha”, gracias a la dulzura y alegría que aporta este brebaje en las fondas y fiestas populares. Bailamos cuecas que rinden honores a la “chichita” de Curacaví, y cuando alguien no muestra carácter o no se la juega, lo increpamos diciendo que “usté no es ná… no es chicha ni limoná”.