“Estas tradiciones hay que cuidarlas”, dice Juan Guillermo Flores. Mejor conocido como El Memo, Don Memo. ¡El Rey del Borgoña! Futbolero, hincha del glorioso Deportes Magallanes. Hijo de la Sra. María Auristela Castro, la mítica dueña de La Milla. La Tía María, siempre con el recuerdo de su sonrisa detrás de la barra. Un local con más de 60 años de antigüedad, que sigue regaloneando a sus parroquianos con sus jarras de vino con frutas, pipeño, cola de mono, entre otros brebajes. Y con una invitación, a disfrutar de clásicos de la cocina chilena al ritmo de una buena cueca… ¡Póngale ‘eñor a esta nueva Historia con Sabor!
“Yo soy el Rey del Borgoña, pase pa’ acá y pruebe. ¿Ustedes conocen al Torito? – René Alfaro, gran cuequero nacional. Hizo un tema acá en La Milla”, dice Don Memo apuntando hacia la televisión, sensibilizado por la noticia del grave estado de salud de este destacado folclorista.
“Para la’ calor tómate un borgoñita, lo festejamos en La Milla”, entonan unos versos de El Borgoñita, aquella cueca dedicada a este histórico local.
“Mi mamá quería mucho a este cabro”, dice Don Memo, emocionado también con el recuerdo de su madre; María Auristela Castro, quien posa en las paredes de La Milla como una eterna guardiana y anfitriona de esta clásica picada alrededor de La Vega Central. Con borgoña en mano, nos sentamos con Juan Guillermo a conocer todos los detalles de esta Historia con Sabor.
¡DEL MAGALLANES SOY!
Las historias de La Milla se entrecruzan entre un próspero pasado, con su fundación –hace más de 60 años- por parte de la Tía María, y un glorioso presente con su hijo haciéndose cargo de este legado en la comuna de Recoleta.
Glorioso como el pendón albiceleste del Club Deportivo Magallanes, club del cual Don Memo y toda su familia se declara hincha… ¡Incondicional, socios número uno! La referencia a esta institución en La Milla es notoria; cada rincón posee algún banderín, camiseta o adorno en honor al elenco blanquiceleste.
Don Memo no es un fanático del fútbol más. Seguidor absoluto de la carrera de Diego Armando Maradona, desde 1978 hizo las inferiores en Deportes Magallanes. Y entre 1981 y 1984, jugó a nivel profesional.
Mientras nos muestra el videoclip de “Loca” de Chico Trujillo, donde también aparece La Milla, comenta que tras contraer matrimonio se empezó a alejar de la actividad y entró como trabajador en el área de sistemas de la Cámara de Comercio de Santiago. Este sería su trabajo estable, hasta que comenzó a ayudar a la Sra. María en el restaurante.
LA MILLA Y SU TRADICIÓN FAMILIAR
María Auristela Castro es la legendaria dueña de La Milla. Como fuimos adelantando, mejor conocida por los “parroquianos” de esta picada como la Tía María, la Sra. María o la abuela; que tal como anuncia su nombre en latín (Auristela), Estrella de Oro, brillaba con su desplante y buena atención detrás de la barra.
Su vida estaba destinada al rubro gastronómico, ya que provenía de una tradición familiar de feriantes/carniceros del Matadero Franklin. “Este es el lugar que vio nacer su legado”, señala Don Memo, agregando que influenciada por la adquisición de otros locales alrededor de La Vega por parte de su familia, decidió abrir su propio emprendimiento hace más de 60 años; en Nueva Rengifo 381, a pasos de este clásico mercado chileno.
¡Su propio restaurante! Donde su público pudiera gozar del sabor de la comida casera: riñones al jerez, cazuela con chuchoca, charquicán, arrollados, sanguchitos de pernil, las empanadas de los sábados, y una extraordinaria receta de un crudo. Plato que hasta hoy, conserva lo mejor de sus sabrosos secretos.
Dada su popularidad en el barrio feriante de La Vega, esta picada se ganó un lugar en el corazón del folclore chileno, creciendo de zapateo en zapateo al son de la cueca. Música tradicional chilena, que podías disfrutar con una “cañita” de ponche, borgoña, cerveza, cola de mono, pipeño y terremoto.
“¡El vino es de primera! Para la calor tómate un borgoñita, fresquita la frutilla”, recalca la canción El Borgoñita de El Torito.
EL REINADO DEL BORGOÑA
“Tradiciones como estas hay que cuidarlas, porque como esto ya no hay”, dice Don Memo, saludando a un grupo de cuequeros que brindando con fanschops, musicalizaron la hermosa experiencia de una tarde de martes en La Milla. ¡Los Bares son Patrimonio!
Martes de cuecas, anótenlo. En un lugar que desde el fallecimiento de la Sra. María -hace 5 años- había cerrado sus puertas por el doloroso luto que significaba. Sería en 2022, tras una conexión “espiritual” con el deseo de su madre de reabrir el local, que Don Memo puso en marcha la reapertura; en familia, acompañado por Doña Rosa y Doña Paola, su ex y actual señora.
Un hecho más que esperado por todos sus parroquianos, quienes se abalanzaron a abrazar la decisión de este Rey del Borgoña. Con remodelaciones en el local incluidas, las novedades en la barra no se harían esperar. Con toda la picardía que caracteriza a Don Memo, desde sus épocas como gambeteador al borde de la cancha, este emprendedor se puso la “10” y renovó las opciones de jarras de vino con frutas…
Plátano, piña, kiwi, maracuyá, mango y frutos rojos. Incluso con papaya, siguiendo el consejo de uno de sus fieles clientes que viene desde el norte a visitarlo a La Milla; además –lógicamente- de los tradicionales borgoñas con frutilla, durazno y el famoso clery (vino blanco + frutilla). ¡Cómo no llamarlo el auténtico Rey del Borgoña!
¿REY DEL COLA DE MONO?
Entre risas y abriendo un antiquísimo refrigerador -que previamente se utilizaba para guardar carnes- Don Memo no escatima en declararse como el próximo Rey del Cola de Mono. Con tan sólo un guiño nos invitó a probarla, y déjennos decirles, que bien merecida tendría la corona; aunque no quiso revelar sus secretos…
Haciendo un salú’ por aquello, una clienta que felizmente escuchaba y tarareaba las cuecas de los folcloristas presentes, nos recomendó probar sí o sí los sánguches de pernil y de arrollado. “Los mejores de la capital”, apuntó mientras se lo devoraba.
Saboreando un último borgoña, servido en una jarrita que entiernece a cualquiera, en un minuto nos comimos ambos y una empanada de pino. “¡Qué venga el 18 YA!”, dijimos aplaudiendo a los cuequeros.
UN GLORIOSO FUTURO PARA LA MILLA
Siempre apostando por mantener las tradiciones de La Milla, Don Memo augura un futuro promisorio con la fidelidad de sus parroquianos, a quienes les gustaría recibir con un nuevo sector para fumadores y habilitando nuevos salones con más mesas.
“Aquí siento la presencia de ella y aquí me quedo”, dice con firmeza invitando a todos a disfrutar de la cálida atención de su local, y lo mejor de su enjundiosa propuesta. “Sobre todo a los hinchas de Magallanes”, añade riendo. *Para estas Fiestas Patrias, La Milla estará abierto los días viernes 16 y sábado 17.
Si glorioso fuiste en el pasado, gigantesco será tu porvenir. Aguerrido y glorioso Magallanes, aguerrida y gloriosa La Milla, tú nunca has de sucumbir…
¡Comparte esta publicación de Mango Merkén con tus seres queridos para que disfruten y brinden juntos por la Historia con Sabor de La Milla, la Sra. María y Don Memo!
Dirección: Nueva Rengifo 381, Recoleta, Santiago
Horarios: lunes a viernes de 12:00 a 21:00 hrs / sábado de 12:00 a 22:00 hrs
Instagram: @restaurante_la_milla
3 comentarios
Una linda tradición que no se puede olvidar y perder. Identidad criolla que nos devuelve la tradición de la bohemia santiaguina que no se puede perder
100% de acuerdo, Héctor. Un local que se detuvo en el tiempo de la mano de Don Memo y su legado familiar, que sigue trayendo a la mesa lo mejor de nuestras tradiciones. ¡Larga vida a La Milla!