Bierstube: jarras de cerveza y cocina alemana con más de seis décadas en el centro de Santiago

Al frente del Parque Forestal, un bar patrimonial dice presente como una de las Historias con Sabor que ofrece el centro de la capital: Bierstube. ¿Su barra? El epicentro de la conversación y la diversión. Mientras las cervezas salen de su antigua schopera para el goce de sus comensales, estos últimos buscan complicidad en la sonrisa del actual dueño, Heriberto Hook. ¡Maestro! – Exclaman levantando sus jarras para brindar junto a él. Devolviendo una sonrisa, Don Heriberto da rienda suelta a las diversas anécdotas que recorren su vida. Tomecino de nacimiento, hijo de un colono alemán, su expertise en el rubro textil, los inicios del local en Merced 240, entre otras…  

En mayo de este año, las alegrías y los abrazos se multiplicaron en Bierstube. El municipio de Santiago, en conjunto con Los Bares son Patrimonio, le hicieron entrega de una placa que lo reconoce como un espacio de valor patrimonial y clave en el desarrollo de la comuna. Como parte de nuestra sección de noticias, Sobremesa, nos comunicamos directamente con ellos para contarte los detalles

Albert Hook, hijo de Don Heriberto y actual administrador de su legado, fue quien dio voz al agradecimiento por la difusión de lo conseguido. En ese momento, nos dejó más que invitados a sentarnos en la barra para hablar –largo y tendido- sobre toda la trayectoria del bar. “Quién mejor que mi padre para contarles esa historia”, indicó. 

Así, un viernes al mediodía, caminamos por el Parque Forestal hasta divisar la entrada del local en Merced 142-B; en vísperas de su cumpleaños número 64°. Siempre ha tenido un encanto particular pasear por dicho parque. Sus prados, los atractivos de su entorno. Lastarria, el centro histórico, el Museo de Bellas Artes. Todos panoramas que piden un refrescante paso por Bierstube.

Foto: Mango Merkén

UN SALÓN CERVECERO

Al ingresar, Albert nos recibe con la calidez con la que regalonean a sus fieles parroquianos. Consomé de bienvenida, un par de schops y una tabla de crudo en formato canapé, acompañada de una mostaza fuerte; fuerte como los cimientos de esta Historia con Sabor.

La escena es un clásico alemán, “un salón de la cerveza”; dando espacio a la traducción de su nombre. Mesas para compartir y diversas referencias al país bávaro. Fotografías de la familia Hook e impresiones en cuadro de publicaciones en prensa del Bierstube también adornan el restobar. Las jarras cerveceras de colección abundan, junto a una larga barra de madera coronada con una antigua schopera. 

Fotos: Mango Merkén

El público también es parte del decorado, aportando una colección de llaveros que con mucho cariño fueron obsequiando a este querido rincón de la capital… Pero si hay una imagen viva de su retrato, ese es Heriberto Hook. ¡Don Heriberto! ¡Maestro! – Como le dicen los comensales y admiradores de su trayectoria como dueño del local.

En una de las mesas del fondo, termina de sacar unas cuentas en una antigua máquina boletera para aproximarse a la barra. Detrás de ella, saluda y revisa una serie de CD ‘s que dan ritmo a la historia que estábamos pronto a conocer. Le gusta la música, Don Heriberto – Preguntamos. ¡Sin duda! – Responde, señalando como uno de sus temas favoritos Forever Young de Rod Stewart.

Foto: Mango Merkén

UN LUGAR DE ENCUENTRO

Después de darle play a una tradicional selección de música alemana –instrumental y alegre- con entusiasmo empieza a narrar los hechos que llevaron al nacimiento del Bierstube. Su Historia con Sabor dice que su padre, Hermann Hook (alemán), desembarcó en Chile a finales de la década del 30’. Como ingeniero químico textil, en 1939 se radica en Tomé – Región del Biobío- para trabajar en la Fábrica de Paños Bellavista.

Tras formar familia, casi una década después se muda a Santiago y se encuentra con alemanes que habían llegado antes-durante y en la posguerra. Tras formar un gran grupo de amigos, empezaron a frecuentar diversos bares en el sector de Irarrázaval. “Muy populares en la época”, recalca Don Heriberto. “Como buenos alemanes eran bien bochincheros, hacían harto ruido. Así es que los echaban y se iban de bar en bar. El Triángulo de las Bermudas le decían a este grupo de bávaros”, agrega entre risas. 

Fotos: Mango Merkén

Entre toda esa locura, decidieron formar una sociedad. Y es desde esa sociedad, que decanta la idea de tener su propio bar. “Donde no los pudieran molestar”, apunta añadiendo más risas a la conversación. El 5 de agosto de 1960, en Merced 240, se funda Bierstube.

Un lugar de cerveza, un lugar de encuentro, un lugar de juegos. Un lugar de tradiciones alemanas para disfrutar de un glorioso momento junto a una jarra de cerveza, crudos, fricandelas, lomos y embutidos como la gorda. “Carpinteros alemanes que trabajaban en Muebles Mayer fabricaron todo el mostrador, las sillas y demás”, recuerda.

Fotos: Mango Merkén
Foto: Mango Merkén

UN BAR DE BARRIO

Ubicado al lado de un aclamado teatro, su gama de clientes lucía grandes actores de la época como Julio Jung, Delfina Guzmán, los hermanos Devauchelle, poetas… “Recuerdo haber conocido al Sr. Raúl Ruiz, un gran cineasta. Estaban muy de moda los partidos internacionales además, porque Chile se estaba preparando para el mundial del 62’. Venían muchos equipos a jugar con la selección. Era muy sui generis, hasta el día de hoy», resalta. 

Después de despedirse afectuosamente de una pareja que celebraba un cumpleaños en una de las mesas dispuestas a un costado de la barra, Don Heriberto cuenta que esta experiencia de la primera sede del Bierstube se extendería hasta noviembre de 1975, cuando es trasladado -con barra incluida- a la dirección actual justo debajo de un edificio residencial. Básicamente, por la posibilidad a la que accedieron de comprar el recinto.

“En Alemania esto es un típico bar de barrio, donde los que viven en pisos superiores bajan, cenan acá, beben acá, conversan. Se genera un ambiente de conocimiento, una sinergia. Y eso es lo que se trata de mantener acá”, dice. “La conducción la toma el tío Enrique y su señora, Lilo. Enrique es quien viaja con mi padre en barco desde Alemania. 60 días de viaje», complementa, extendiendo la tradición de esta Historia con Sabor hasta el año 2000…

Foto: Mango Merkén

SIGUIENDO LOS PASOS DE SU PADRE

Abriendo el nuevo milenio, Heriberto Hook compra Bierstube para darle continuidad al legado que conlleva. ¡Das gute bier! ¡La buena cerveza! Pero también el cariño, los recuerdos asociados al lugar. ¡El 2 de junio del año 2000 me embarco en esta aventura, en homenaje a mi padre y a aquellos alemanes errantes! – Exclama con una sonrisa. ¡Salud maestro! – Se escucha desde una mesa.

Lo cierto es que no era la primera vez que este hombre de ascendencia alemana seguía los pasos de su padre. Nacido y criado en Tomé, Heriberto se graduó como técnico textil. Durante su vida trabajó en las tres empresas más grandes del área algodonera en Chile. “Estuve dos años igual haciendo otras cosas, vinculado al deporte, a la fotografía. Practicaba fútbol, básquetbol, etc”, detalla con alegría. 

Tomé está muy latente en su corazón. Donde fue niño y joven, donde está su casa aún. La casa de su madre, Virginia del Pilar Pedreros. Recordando preciosos momentos a todo volumen, repasa un apego musical como baterista enumerando amistades tomecinas: “En aquellos años de juventud fui muy amigo de Cecilia Pantoja, “La Incomparable”; de Patricio Renán, de Sonia Gatica”.

Foto: Mango Merkén

LEGADO FAMILIAR

Mientras nos invita a probar una Frica Completa -hamburguesa alemana- con chucrut, pebre, salsa americana, tomate y mayonesa, ahonda aún más en su profunda conexión con el bar y con Don Hermann Hook. Cuando este último se va a Santiago en los 50’, él se queda con su madre en el sur acompañando a su abuela Pascuala; de origen español y de quien tiene los mejores recuerdos de su cocina, saboreando aún sus callos a la madrileña y tortillas de papas. 

Años después, ya instalado en la capital, marca una diferencia en la relación padre-hijo. “A mi padre lo vengo a conocer básicamente en este bar, como hombre. No como papá, sino como Hermann Hook. Lo veía hablar fuerte, clásico alemán. Reírse, compartir con sus amigos”, describe reviviendo esas imágenes observando detenidamente la barra.

Fotos: Mango Merkén

“Era el devenir de todos los viernes, 2-3 veces a la semana venía a buscar a mi papá acá. Cenábamos en familia, amigos y después nos íbamos con el abuelo”, comenta haciendo alusión a sus hijos Albert, Carlos y Walter; momento preciso en el que trae a la familia a la mesa, para agradecer a su compañera de vida, Liliana, por el apoyo en la administración del local después del desafío de tomarlo.

“Hemos pasado momentos gratos con el negocio y también agraz. Especialmente desde finales de 2019, no es bueno recordarlo”, subraya. ¡Se nota sí que la gente quiere harto al Bierstube! – Señalamos. Visiblemente conmovido, con lágrimas en los ojos, Heriberto asiente con la cabeza y expresa: “La gente nos ha entregado mucho cariño. Nos respaldó, nos ayudó. Es un gran compromiso seguir con esto”.

Fotos: Mango Merkén

PRESENTE Y FUTURO DEL BIERSTUBE

El presente de este ya clásico de la capital, mantiene intacta su tradición con platos de las distintas regiones del país bávaro, acompañado de sus cervezas lagers, stout, ámbar o de trigo. Tiéntate aquí con el detalle del menú y disfrútalo en la barra, qué mejor. “Qué vuelvan las barras”, recalca Don Heriberto.

Pensando en el futuro del local, el protagonista de esta historia se muestra más que optimista. “Está Albert que ahora toma el camino. Lo va a hacer bien porque tiene el deseo, el mismo cariño que sentimos todos, representar a la familia”, concluye brindando por aquello. ¡Prost!

Fotos: Mango Merkén

En Bierstube esperan con ansias tu próxima visita. Comparte esta nueva Historia con Sabor de Mango Merkén como una invitación a tu compañer@ de aventuras gastronómicas.

Dirección: Merced 142-B, Santiago (al frente del Parque Forestal)

Horarios: lunes a jueves de 17:00 a 00:30 hrs / viernes de 12:00 a 00:00 hrs / sábado 17:00 a 00:00 hrs / domingo cerrado

Instagram: @bierstube_bar  / Web: bierstube.cl

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4 comentarios

  1. Un saludo a Heriberto. Lo recuerdo en esos cerros aromados a salitre, pastizales de caballares que pastaban y tiraban los carretones entoldados que llevaban el pan desde temprano a nuestro querido Tomé… Dios bendiga al amigo y a su heredad junto a su esposa.

    1. ¡Mi querido Tomé! – Así mismo fueron las palabras de Heriberto cuando viajó con el recuerdo al lugar que lo vio crecer. Una de las tantas historias por contar de este valioso hombre que se mantiene firme junto a su bar.

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