Dulcecitas como el primer amor… Así son las ginger beer de Vania Jara y Fernando Bravo, los emprendedores que llevan toda su experiencia en fermentos a la propuesta de BJ Ginger Beer. Dos amantes de la gastronomía cuyos caminos se unieron después de diferentes recorridos por la cocina. ¡Destapa y disfruta toda la frescura y efervescencia de esta Historia con Sabor!
Hace unos días le dimos la bienvenida a abril refrescando este caluroso otoño contándote sobre la ginger beer. Una bebida efervescente, fresca y saludable, cuyo origen nace de la fermentación de un cultivo madre llamado “ginger bug”. Descubre aquí todos los detalles.
Y para saciar aún más nuestra sed de conocimiento, fuimos directamente a probarla a un emprendimiento que ha apostado por esta bebida artesanal. BJ Ginger Beer, la propuesta de Fernando y Vania, quienes nos recibieron en su luminoso hogar; donde florece y fermenta este brebaje a base de jengibre.
INSPIRACIÓN FAMILIAR
Fernando Bravo viene de “La Perla del Norte”, Antofagasta. En esta ciudad se crió mirando y saboreando las deliciosas recetas de su abuela con ascendencia china, quien participaba activamente de distintas fiestas y colectividades preparando lo mejor de su recetario. “De chico veía a todas las abuelitas cocinar y de curioso yo igual participaba. Eran fiestas grandes y muchas cosas se dejaban preparadas de antes, entonces se necesitaban manos”, agrega el emprendedor riendo porque en definitiva comía todo el día.
Sabrosos recuerdos que conserva hasta el día de hoy, guardando como un tesoro gastronómico el libro de recetas de su abuela. Si bien con el tiempo decidió estudiar fonoaudiología, fue gracias al emprendimiento de un familiar que retomaría la senda de su camino por la gastronomía.
“Mi primo se puso con un carrito de completos, Chily’s Dogs. Lo empecé a ayudar y sacábamos completo tras completo”, dice concluyendo en ese momento que dedicarse a la cocina podía ser lo suyo, que le podía ir bien. Además se ocupaba de la comida en su casa, ya que su madre y hermana pasaban gran parte del tiempo afuera. “Por lo menos no reclamaban por mis almuerzos”, comenta riendo.
Con ese envión anímico y su recetario de sueños, se mudó a Santiago en 2014 para estudiar gastronomía en INACAP. Objetivo más que cumplido, desplegando su talento culinario tanto en las aulas como en diversos lugares de la capital. PF Chang’s, algunas cafeterías y Castillo Forestal, por ejemplo. De este último guarda un cariño especial porque fue un lugar donde aprendió mucho, “de personas que enseñaban mucho”, remarca. Eso le llamó mucho la atención y lo llevó a apreciar más el rubro de la cocina.
Con la experiencia ganada, en 2019 buscó un desafío mayor y entró como practicante a 99 Restaurante.
ADMIRANDO LA COCINA
Vania Jara es de la sexta región, su familia tiene un campo en las cercanías del Lago Rapel. Su inspiración gastronómica viene de una imagen muy particular… Por un lado está toda la tradición de la comida chilena y campestre, pero por otro está el recuerdo imborrable de sentarse desde pequeña a ver los programas de cocina del canal Utilísima.
“Yo amaba al chef Ariel, el que tenía el pimentero gigante. Me encantaba ver todo ordenadito arriba de los mesones, como iba sacando las cosas paso a paso, disfrutaba mucho verlo cocinar”, cuenta la emprendedora recalcando que desde ese momento decidió ser cocinera.
¡Nunca tuvo un plan b! Siempre apostó por los fuegos de la cocina y saliendo de 4to. Medio se vino a Santiago en 2014 a estudiar al DUOC UC. Ya egresada, tuvo una provechosa experiencia en el Bar Liguria, potenciando todos los sabores que amaba de la cocina chilena. Un área que siempre había querido desarrollar, buscando realzar los valores de la gastronomía nacional.
Formando una gran relación con el chef del lugar, él mismo la llevaría a otro proyecto en Vitacura y después a la Fiesta Costumbrista del Chancho Muerto en Talca. Instancias donde trabajó hasta que tomó una oportunidad en Pichilemu en el Hotel Alaia. Más adelante, buscando aprender más sobre pastelería, accedió a una pasantía en el Restaurante 99 con el chef Gustavo Sáez.
Tras esa desafiante experiencia, decidió llevar su cocina a otro nivel trabajando en dicho restaurante a tiempo completo. Y por consecuencia, conociendo entre sus pasillos a Fernando o al Taca, como le dice cariñosamente.
FERMENTANDO GINGER BEER
Los destinos gastronómicos de estos emprendedores se unieron en ese local, compartiendo labores en los cuartos fríos, calientes y trabajando el arte de la fermentación. Un día desde el restaurante, requirieron su propia ginger beer para la carta y pusieron a Fernando a trabajar la receta de este brebaje. Entre ensayo y error no lograba dar con la perfección necesaria, y después de una rotación de puestos, sería Vania quien lograría conseguir con éxito las primeras ginger beer.
“Estaba todo el día en el subterráneo, donde cuidábamos los fermentos. A veces ni veía la luz del día”, dice riendo. “Y después de muuuuchos intentos, lo logramos”, añade recordando entre risas que los mismos chef se las tomaban, agotando el stock.
Una exquisita receta que la llevó a recibir los halagos del chef Gustavo, quien con sus palabras, motivación y consejos, se convirtió en un mentor para lo que se vendría.
EMPRENDIENDO CON BJ GINGER BEER
Entre estallido social y pandemia dicho restaurante frenó sus operaciones, y tanto Fernando como Vania, tuvieron que replantearse cómo seguir generando recursos durante el encierro. En ese momento nace la idea de fermentar nuevamente esta bebida a base de jengibre, pero como un emprendimiento propio:
BJ Ginger Beer; casera y natural, ya que desde sus inicios brilló por sus procesos 100% artesanales. BJ por Bravo-Jara, que coincidió con «bebida de jengibre».
Con la receta ya trabajada por esta última, juntos la perfeccionaron y promocionaron entre amigos y a través de un Instagram, donde desarrollaron también una faceta educativa respecto a este cultivo de jengibre. Así fue como las buenas recomendaciones llegaron a oídos de La Popular – Pizza y Pan, consolidándose como su primer cliente grande.
Un desafío que les implicó maximizar la receta y más rigurosidad en los procesos. Lo gracioso es que posteriormente ambos emprendedores entraron a trabajar en panadería a ese local, pero fue su producto quien arribó primero. Tiempo después y a raíz del boom de las bebidas saludables, se dio la oportunidad de mostrar su emprendimiento en el canal MEGA, con un reportaje que les multiplicó la cantidad de seguidores y pedidos.
“Ahí literalmente tuvimos que renunciar a La Popular y dedicarnos de lleno a la ginger beer. Hay gente que nos esperó meses sólo para probar nuestro producto”, indican sonriendo.
EL SABOR NATURAL Y EFERVESCENTE DE BJ GINGER BEER
Este meteórico ascenso también llegó a nuestros oídos. Junto a ambos emprendedores, observamos parte del proceso de su bebida artesanal fermentada de manera natural con jengibre. ¡Un elixir burbujeante, de sabor sutil y EXTREMADAMENTE refrescante! Además, cortan la fermentación a tiempo para que no tenga alcohol.
“Jengibre rayado y pelado por estas mismas manitos para la infusión. Hay detalles en nuestras técnicas y procesos, por eso puedes ver trozos de jengibre de vez en cuando dentro de tu botella”, detallan en BJ Ginger Beer.
Atent@s que durante abril tienden a preparar una exquisita ginger beer con pomelo, aprovechando la temporada de esta fruta que consiguen directamente a través de familiares feriantes de Vania.
Brindando con nosotr@s, visualizan la apertura de su propio taller donde seguirán perfeccionando su receta, abriéndose también a la posibilidad de enseñar el arte detrás de su exitosa propuesta.
Cuéntale esta Historia con Sabor de Mango Merkén a tus amig@s mientras disfrutan una refrescante BJ Ginger Beer.
Instagram: @bj.gingerbeer
Correo: bj.gingerbeer@gmail.com
Teléfonos y pedidos: +56977271689, +5699538 0033 / Despachos de lunes a viernes
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