Andrés y Rosanna Merello son tercera generación de una familia experta en el arte de la confitería. A la cabeza de esta fábrica de confites, actualmente lucen con orgullo su tienda en Limache; que junto a una fachada clásica y estética vintage, enaltecen sus 90 años de Historia con Sabor. “Desde 1932 elaboramos la expresión más seductora del chocolate, además de los más deliciosos caramelos tradicionales”, recalcan desde la empresa. ¡Disfruta con nosotros su propuesta por un mundo más dulce!
Esta nueva Ruta con Sabor con destino a Olmué y Limache, nos ha maravillado con la propuesta de alimentación saludable de Panccini – Cocina Sana, y con la expertise en el cultivo de flores comestibles de Toronjil Cuyano. Para cerrar con broche de oro este recorrido, necesitábamos algo dulce. Moviéndonos hacia el centro de Limache, ese antojo por un toque de dulzura se incrementaba más y más.
Los vecinos de esta localidad de la V Región nos compartieron un dato infalible. “Si hablamos de dulzura y tradición en la zona, Merello es la respuesta”, dijeron. Un apellido de origen italiano, de Génova específicamente, que de alguna parte nos sonaba. Merello, Merello… Bastó con acercarnos hasta su tienda en Av. República -que literalmente te transporta a otro mundo por su estética vintage– para que una “piñata” de recuerdos se nos viniese a la mente.
Esta fábrica de confites (ex La Genovesa), desde 1932 propone un mundo más dulce a partir de la fantasía, del dulzor y de la tradición. ¡Toda una vida acompañándonos! Tanto nuestros abuelos, como padres e incluso nosotros mismos, hemos disfrutado de sus productos que endulzan cada rincón de nuestro país.
Personalmente, nos declaramos fanáticos de esa golosina clásica de las infancias chilenas: las guagüitas. Con el recuerdo de ese gusto tomando protagonismo en nuestro paladar, recorrimos la fachada clásica de su local junto a Andrés Merello, gerente general de la empresa. En ella no sólo encontrarás toda la variedad elaborada en su fábrica, sino que también sabrosos indicios de su historia. ¡Tomamos una canasta y probamos cada uno de sus detalles!
EL ORIGEN DE SU DULZURA
Las referencias que teníamos de Limache eran de una importante migración italiana en el sector. Lo cierto es que como él mismo detalla, a partir de su historia familiar, los orígenes de su proyecto se remontan a aquel fenómeno migratorio.
Entre los años 30’ y 40’, desde la ‘vecchia Italia’, llegaron emprendedores aguerridos formados bajo la estricta crianza de las guerras mundiales. Es así como la dulce historia de Merello comenzó a principios de la década del 30’, con dos migrantes como protagonistas: Adolfo Minardi y Paolo Merello (abuelo de Don Andrés).
Comerciante-abarrotero, que conoció a Adolfo como parte del grupo de la comunidad italiana en Chile y decidieron asociarse. Desde ese momento, cambiando el rumbo de su taller empresarial, ambos se enfocaron en la fabricación de diversos confites; provenientes de una larga y riquísima tradición del país itálico. ¡Confites Merello!
Andrés señala que, 5-6 años después, ingresó como fuerza laboral la segunda generación de la familia. “Mi padre, Reinaldo. Junto a su hermano, Paolo. Padre de Rosanna”, detalla. *Su prima-hermana, a quien puedes tener la suerte conocer, verla sonreír, recibir su cálida atención y conocer parte de su historia, directamente en la tienda.
AUTÉNTICA TRADICIÓN ITALIANA
Ambos trabajaron en la fábrica por más cuatro décadas, entregando todo un legado a sus hijos. “Mi padre trabajó hasta los 94 años”, recalca visiblemente emocionado Andrés, mientras nos muestra una antigua prensa para caramelos que hoy es una reliquia en su tienda.
Acondicionando el recinto de un antiguo hotel en el centro de Limache, y siempre fieles a su tradición como expertos artesanos del confite, desde su creación este proyecto ha mantenido la vocación de transmitir alegría y fantasía, a niños y adultos, a través de su dulzura.
Con el tiempo, fueron perfeccionando sus técnicas, la mano de obra y los implementos utilizados; lo que les permitió incorporar nuevas recetas, creando su inconfundible línea de caramelos. Caramelos que por supuesto, Andrés disfrutaba desde pequeño, visitando una y otra vez esta tienda familiar.
En primera instancia, se distribuían sólo en la Región de Valparaíso. Este empresario recuerda con nostalgia cómo antes era todo a leña y a carbón. “Es más, todo se transportaba en tren, era la única vía. La mercancía se dejaba de estación en estación; a Quillota, Calera, Viña, etc”, indica, sacando un gran tesoro de una de sus oficinas…
Un maletín de transporte, intacto, que aún conserva los productos que llevaba; dulces de anís, porotitos, tronquitos, almendras confitadas y más. ¡Clásicos de ayer y de hoy! Todo su peso –porque vaya qué pesaba- es directamente proporcional al valor de su conservación. ¡Mientras lo abría, con sus detalles viajamos con el pensamiento a aquella época!
Tras el alto grado de sofisticación alcanzado por la empresa, comenzaron a expandir sus confites a todas las regiones de nuestro país. Este crecimiento fue sostenido en el tiempo, sentando las bases para transformarse en una empresa de renombre a nivel nacional e incorporando una tecnología cada vez más avanzada.
TERCERA GENERACIÓN DE MERELLO
Toda esta tradición en algún momento fue heredada por Andrés. Invitándonos amablemente a recorrer su fábrica, que mantiene hasta el día de hoy su lugar detrás de la tienda, su memoria se traslada hasta el año 1993.
En ese momento, este ingeniero comercial ya había salido de la universidad y su currículum constaba de diversas experiencias en el sistema financiero, principalmente en Santiago. Su padre tenía 65-66 años y ya se replanteaba el futuro de la empresa, visualizando a sus hijos y/o sobrinos como los indicados para continuar su dulce obra. Aferrándose al amor paterno y al cariño por la empresa, con el latente recuerdo de juguetear durante su infancia por sus pasillos, Andrés dejó su trabajo en la capital y retomó sus raíces limachinas.
Con él, la tercera generación de Merello se convirtió en una realidad. “Hasta el día de hoy no me arrepiento, fue una muy buena decisión. Espero decir lo mismo en 30 años más, pero sí, creo que fue una buena decisión”, dice con orgullo.
90 AÑOS DE CAMBIOS Y ENSEÑANZAS
Apuntando hacia los principales desafíos de la empresa, entre risas enumera todo lo que les ha tocado vivir durante tantos años de historia: terremotos, guerras mundiales, incendios, economías abiertas, economías cerradas, la transformación digital, los códigos de barra, la aparición de los supermercados, redes sociales, etc, etc, etc.
“Hemos tenido que navegar por sus aguas quietas y turbulentas a la vez, pero creo que el habernos mantenido en Limache nos fortaleció como equipo”, señala, haciendo alusión a un estilo de vida más sano, más pausado y más compenetrado entre sus pares, fuera del caos de las grandes metrópolis. En ese sentido, los principales cambios de la empresa se enfocaron en la ya mencionada transformación digital y en los canales de venta. “Además de todos los temas legislativos del presente, en relación a la rotulación de los alimentos, los sellos… Todo eso cambia”, agrega.
Sin duda, desde la década del 90’ en adelante, un hito para la marca fue el perfil vintage-tradicional que adoptó. Mucho público le pedía animaciones, verlos representados en algún personaje o dibujo, pero Merello encontró su esencia en su nutrida tradición. ¡Décadas de sabor llevadas a un estilo de imagen corporativa y para el producto!
Inspirados en esa decisión, este concepto también se ha logrado posicionar de gran manera en la renovación de su público. En 90 años de historia, lógicamente dicha renovación sucede, pero adultos y niños siguieron prefiriendo la dulzura entregada por Merello. Desde el momento en que abrieron sus puertas, han mantenido la esencia de sus sabores clásicos y aquello ha sido apreciado a lo largo de generaciones.
“Cada chocolatín, cada bombón y cada caramelo, está impregnado del cuidado y del amor que sólo una receta heredada puede transmitir”, concluyen desde la empresa.
SE VIENE LA NAVIDAD Y LA LLEGADA DE UNA NUEVA MARCA
Culminando nuestra visita a punta de caramelos, gomitas, bombones, chocolates, opciones sin azúcar y regalos, que puedes encontrar en supermercados y tiendas a lo largo de todo el país (“engolosínate” con todas sus opciones aquí), Andrés dibuja una sonrisa que es reflejo de lo conseguido hasta hoy.
Visualizando el futuro de su propuesta, nos habla de la bienvenida a su nueva marca: “Sempre”. Barritas de proteína, naturales y unos mix de frutos secos, que nacen de la pasión y visión de Merello por brindar a las personas una forma más saludable y deliciosa de alcanzar sus metas diarias. Al igual que de su objetivo navideño de que regales un dulce momento.
No te pierdas la magia de su Historia con Sabor disfrutando lo mejor de su tienda en Limache. ¡Aún puedes comprar dulces a granel, qué maravilla! Comparte esta publicación de Mango Merkén como una invitación para tus seres queridos a visitar este mundo más dulce.
Dirección: Av. República 827, Limache (V Región)
Horarios: lunes a viernes de 8:00 a 18:30 hrs / sábado de 10:30 a 13:30 hrs / domingo (cerrado)
Instagram: @confites_merello / Web: merello.cl
Teléfono: (33) 2411065, (33) 2411584, (33) 2413628 / +56 9 5917 4933
Correo: contacto@merello.cl
8 comentarios
Comparto la opinión. Una gran fábrica con excelentes productos. Es como retroceder en el tiempo. Nunca me he equivocado con las «lenguas de gato». Todos las aman.
Fue un hermoso reencuentro con las lenguas de gato. Y tal como dices, a través de sus sabores, packaging y propuesta en general -además de su tienda en Limache- conforman diversos elementos que nos invitan a viajar al pasado. ¡Larga vida a Merello!
Felicitaciones, gracias por compartir la historia familiar unida a un trabajo llevado a cabo en el tiempo por las distintas generaciones. Me gustaría conocer lugar en que nacieron vuestros antepasados en Italia, ciudad, localidad y sus características y bellezas. Que Dios los bendiga. Éxito ahora y siempre
Muchas gracias por tu comentario, es justamente lo que proponemos en las Historias con Sabor. En nuestra web podrás encontrar un sinfín de historias igual de inspiradoras. ¡Saludos!
Me encanta ir a comprar en Navidad ,bastoncitos de dulces para regalar. La tienda es soñada y recuerda los viejos emporios de origen italiano que aún quedan en el Puerto. Como soy habitué conocen mis gustos y también compro on line para mandar cajas de regalo a Punta Arenas.
Sin duda, es un viaje en el tiempo. Y para navidad es una ocasión ideal para visitarla. Esperamos siga siendo una bonita costumbre con el pasar de los años, saludos.
Hola,yo siempre disfruto de las guaguitas lo que más me encantan los bastoncitos de navidad,siempre le compro a mis nietos,algun día conoceré su fábrica, lei su historia muy bonita,yo los compró en el Jumbo de Rancagua,cariños y que digan sus dulces por mucho tiempo más
¡De nuestras favoritas también! Gracias por tus deseos, se los transmitiremos directamente a Merello.
Saludos