Como hemos comentado en ediciones anteriores, la migración está teniendo un papel importante a la hora de entregar nuevos sabores y texturas en los menús de los hogares chilenos. Este es el caso de “Kimchito”, el emprendimiento de Daehyoung Kim y Karla Muñoz, quienes realizan una preparación de origen coreana que no sólo se roba la atención de los amantes de la comida asiática, sino que ha cautivado a tod@s quienes lo han probado. ¡Kimchito es fermentado, vegano y puede ser utilizado como un acompañamiento hasta en las comidas más simples! Conoce más detalles de este entretenido emprendimiento en una nueva publicación de Historias con Sabor de Mango Merkén.
Para entender desde un comienzo qué es el kimchi, se trata de un alimento fermentado de sabor salado y picante que se realiza con col asiática (vegetal que es parte de la familia del brócoli, el repollo y la coliflor) acompañado de una salsa hecha con otras verduras y condimentos coreanos.
Kimchito, es el emprendimiento de una pareja coreano-chilena compuesta por Daehyoung Kim y Karla Muñoz.
Este negocio comenzó prácticamente de casualidad. Según cuenta Kim, nunca pensó que fuera un negocio. Simplemente lo cocinó para las amigas de Karla que son vegetarianas, y tuvo tan buen recibimiento, que le recomendaron vender el producto a otras personas. ¡Así se fue pasando el dato de boca en boca!
Llegamos hasta el hogar de Kim y Karla para conocer su historia y más del producto que, por cierto, es 100% vegano. Esto es muy relevante, ya que el kimchi original lleva salsa de pescado. Pero en Kimchito adaptaron la receta para llegar a un público más amplio y que todos pudiesen disfrutar de su producto. Un producto que comenzó desde cero, a base de prueba y error hasta encontrar la preparación perfecta.
ACERCÁNDOSE A LA GASTRONOMÍA
Un dato curioso, es que ninguno de los dos tiene una carrera relacionada con el área gastronómica. El impulso para desarrollar este emprendimiento fue simplemente el gusto de Karla por la cultura asiática y la destreza de Kim en la cocina “por herencia”, según destaca ella.
Karla Muñoz es estudiante de Cine y Televisión. “Estoy en quinto año. Bueno, por el tema de la pandemia todo se retrasó y ya estoy en sexto”, comenta entre risas. Además, declara su interés por la cocina desde muy pequeña cuando veía videos de recetas argentinas como “Utilísima”. Karla probó el kimchi en un restaurante en Patronato. Su mejor amiga era muy seguidora de la cultura asiática y eso la fue interiorizando en ese mundo.
Kim, en Corea del Sur era estudiante de Ingeniería Robótica y trabajaba en un laboratorio de su universidad. Asimismo, nos comenta que nunca tuvo la necesidad de cocinar, ya que su mamá cocina muy rico y en su casa siempre había comida rica. Sin embargo, la sazón de su madre se reflejó en él cuando salió de Corea y se vio en la necesidad de cocinar para sí mismo.
VIAJES CRUZADOS EN BÚSQUEDA DE INTERCAMBIOS CULTURALES
Ya comentábamos el interés de Karla por la cultura asiática, tanto así, que en 2018 viajó a Japón y Corea del Sur en búsqueda de un intercambio cultural. Al finalizar su viaje, quedó aún más encantada. Lejos una de sus mejores experiencias, incluso se quedó con la idea de irse a estudiar allá.
Por su parte, Kim no se sentía a gusto haciendo su vida cotidiana y tenía la curiosidad de salir a conocer cómo pensaban otras personas en el mundo. Preparó sus maletas y emprendió rumbo a Australia con el objetivo de hablar inglés. Estando en ese país, conoció a un mexicano y gracias a él comenzó a interesarse en la cultura latina. Así fue como un día Kim estaba viendo pasajes para viajar a Europa, y de casualidad, se dio cuenta que la visa era gratis para coreanos que quisieran viajar a Chile…” entonces yo la pedí altiro y después vine para acá”, comenta con sencillez en su relato.
Ya han pasado tres años desde que Kim llegó a nuestro país. Primero empezó trabajando en algunos restaurantes coreanos, aunque aclara que no se sentía muy cómodo con los coreanos que llevan mucho tiempo en Chile. “Los coreanos que llegaron a Chile hace tiempo tienen una cultura muy antigua. Entonces, los millenials ya cambiaron su cultura”. De este modo, el creador de Kimchito decidió dejar de trabajar con sus compatriotas. Su objetivo principal al estar acá era aprender español, y para eso, debía relacionarse con chilenos, tener el roce para aprender el idioma. “Trabajé en el Mall Plaza Egaña, ahí aprendí español. Después conocí a Karla y aprendí más”.
EL ACERCAMIENTO DE KARLA Y KIM Y LA CREACIÓN DE KIMCHITO
La idea de Karla Muñoz de ir a estudiar a Corea iba en serio. Descargó una aplicación, que consiste en hablar con personas nativas del país con el idioma que quieres aprender a hablar. Así encontró a Kim, que por su parte también estaba en esta app queriendo aprender a hablar español. Comenzaron a conversar y encontraron intereses en común, “me dijo: yo hago vídeos. Y yo le dije: ah, yo estudio cine y televisión. Juntémonos a ver si sale algo como amistad no más”. Y ahí, empezamos a salir”, cuenta Karla sonriendo.
Kim tiene un canal de YouTube, el que ocupa para contar parte de su vida y algunas experiencias en sus viajes. Antes de la pandemia, junto a Karla organizaban las fiestas “coreañol” en el Barrio Lastarria. Un encuentro multicultural entre coreanos y gente de habla hispana para compartir y conocer costumbres o idiomas. ¡Gran propuesta! Kim relata sonriente que en algunas ocasiones los chilenos lo invitaban “a tomar”.
Las primeras aproximaciones de la pareja en el área gastronómica, surgieron cuando Kim hizo empanadas rellenas con comida coreana para vender en la universidad de Karla y en el Parque de Los Reyes. ¡Todas las personas las encontraban muy ricas! “Intenté muchas cosas y a la gente le gustaba. Entonces pensé… ah, quizás mi cocina funcione acá en Chile”. Y después de intentar muchas cosas, llegué al kimchi”, dice mientras su cachorrito “Rocky” se pasea juguetón entre sus piernas.
La creación de Kimchito fue imprevista, así lo afirman Karla y Kim. Antes de la creación de su emprendimiento tenían en mente viajar a Corea, pero a causa de la pandemia y el estancamiento que esta provocó, los planes fueron cambiando para ellos. “Una amiga que hablaba con Kim me dijo: oye, por qué no intentan hacer kimchi vegetariano/vegano. Y nosotros como mmm, no nos tincaba tanto la idea porque decíamos… Quién conoce el kimchi?”, recuerda la emprendedora.
Como ya habían recibido buenos comentarios respecto a la cocina de Kim, se atrevieron con esta preparación que para ellos era poco conocida aquí. Partieron vendiendo en una cooperativa llamada “La Caja Vegana”, después intentaron poniéndose en la feria, ya que los abuelos de Karla eran feriantes. Estando ahí se llevaron una sorpresa: “Fuimos a la feria y mucha gente decía: ¡oh, kimchi! Y nosotros: ¿cómo? ¿conocen el kimchi? ¿de verdad?”, dice Karla aún sorprendida.
Así fueron vendiendo en otros lugares, otras ferias y a finales de julio del 2020 abrieron su Instagram y activaron sus redes sociales. Sin darse cuenta, empezaron a crecer más de lo que imaginaban. “Un día estábamos en la feria, vendiendo normal, y nos dimos cuenta de que estábamos creciendo mucho, muchos seguidores. Y fue porque le vendimos a una niña que no teníamos idea que era influencer. Ella nos etiquetó porque le gustó y empezó a llegar más y más gente. Fue súper intenso, porque no estábamos vendiendo casi nada en la semana y pasamos a un boom de delivery o envíos a regiones”, cuenta Karla asombrada por el crecimiento repentino de su emprendimiento.
200 KILOS MENSUALES DE KIMCHI, UN ÉXITO
Actualmente el modo de preparación utilizado por Karla y Kim conlleva un gran trabajo, haciendo casi 200 kilos mensuales. El proceso ocupa aproximadamente 20 días entre cortar las verduras, preparar la mezcla, envasar y fermentar. “Ese color rojo típico del kimchi se lo da el ají en polvo. Esa mezcla tiene nabo rallado, zanahoria rallada, cebolla molida, ajo molido, jengibre molido, ciboulette, cebollín, ají verde y ají en polvo” nos cuenta Karla revelando un poco del secreto de Kimchito. Ojo que también, tienen a la venta en su Instagram un “Ketchup coreano” y una “Salsa Teriyaki”. ¡Deliciosas ambas!
Estando ahí, la pareja nos comentó sobre los usos que se le pueden dar al Kimchi y consejos para su consumo. Si no eres muy fan del picante, es recomendable acompañar el kimchi con alimentos más grasosos para bajar su intensidad. También tuvimos la oportunidad de probar un completo con kimchi y palta, ¡realmente exquisito y novedoso!
El éxito de Kimchito ha ido en aumento. Es tan versátil que lanzaron el formato de 2 litros y nunca pensaron que un formato tan grande tuviera tanta demanda. ¡Fue un exitazo!
Por otra parte, para ellos sería ideal en un futuro poder tener su propio local y una cocina más grande -donde preparar los productos con más comodidad- apostando por mejorar la calidad de sus productos día a día.
¿Ya probaste este producto tan versátil? Si eres un fan de la comida asiática y/o de los fermentados no puedes perderte Kimchito. Encuéntralos en IG como @kimchito_ y conoce los formatos de 500 ml, 1 litro y 2 litros.
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