Pasión y dedicación. Estas son las palabras con las que podríamos describir a Daniela Ibarra, creadora de la marca «La Chica de Humo». En tan solo dos años ha logrado cautivar a miles de personas con sus deliciosas preparaciones ahumadas como pastrami, butifarra y pulpo. Conoce la historia detrás de su exitoso proyecto.
LOS PRIMEROS AHUMADOS
¿Cómo llega una arquitecta a crear productos ahumados? Es lo primero que le preguntamos a Daniela cuando entramos en su bonita y renovada casa-taller, ubicada en Santiago y bautizada como «Casa Leontina».
Después de trabajar varios años como arquitecta en la Fundación Integra, se dio cuenta que era mucho el tiempo que dedicaba a estar en la oficina. “Me faltaba hacer cosas con las manos”, comenta Daniela.
En esta búsqueda comenzó a participar en varios talleres como telar, conservas, dulces y cocina. “Siempre me ha gustado la cocina. Desde que me fui a vivir sola me di cuenta de que me gusta cocinar para mí”.
Al principio no se animaba a tomar cursos de preparación de carnes, aunque siempre fue algo que le llamó la atención. Recuerda con cariño cuando visitaban a su Abuela «Nana» -como le decían- quien vivía en el campo y siempre los sorprendía con preparaciones caseras, muchas de estas en base a carne.
Pero no fue hasta después de unas vacaciones por España dónde quedó totalmente cautivada con los jamones y el mundo de la charcutería, y decidió que era momento de aprender sobre este tema.
Luego de tomar un curso de charcutería en Casa de Oficios, con el que quedó muy motivada, hizo la inversión y compró todos los elementos que necesitaba (ahumador, moledor y embutidora) para hacer las carnes ahumadas en su casa.
«Las personas me decían que estaba muy rico y me preguntaban si tenía más. Un día les dije, ‘Ya, pasen la voz’»
Empezó a llevar a los carretes las preparaciones con las que iba experimentando. “Las personas me decían que estaba muy rico y me preguntaban si tenía más, si les podía vender. De a poco fue creciendo y un día les dije, ‘Ya, pasen la voz’”. Así fue como, a principios del 2017, empezó el proyecto, de manera muy orgánica y espontánea.
En mayo del mismo año renunció a su trabajo para independizarse. “Estaba con la necesidad de ser mi propia jefa. Toda mi familia es independiente y me dije ¿por qué yo no?”.
Mientras conversamos sentados en un bonito comedor de la casa-taller nos cuenta recorriendo con la mirada el espacio: “Junto con mi familia compramos esta casa para armar el taller. Tuvimos que hacerle muchos arreglos. Todo lo hice yo: el diseño y el trabajo con los maestros. Fue mucho trabajo y más largo de lo esperado, pero el resultado es muy bueno”. En su cara podemos ver lo orgullosa que se siente al respecto, y no es para menos, ya que el resultado es sin duda obra de alguien que sabe lo que hace.
«Un día [mi amigo] me pregunta si es que tengo nombre para el emprendimiento, porque él le había estado diciendo a todos que los productos eran de La Chica de Humo»
Nos encanta el nombre de la marca y es por esto que le preguntamos sobre su origen. Nos dice que La Chica de Humo fue idea de su amigo Diego de @conagallas. “Le dije que pasara la voz entre sus amigos, y un día me pregunta si es que tengo nombre para el emprendimiento porque él le había estado diciendo a todos que los productos eran de La Chica de Humo.»
Cuando se lo dijo al principio no estaba muy convencida porque estaba basado en la canción de Emmanuel con el mismo nombre, «pero le di vuelta un rato y me encantó”, relata Daniela son una gran sonrisa. Al día siguiente habló con un amigo diseñador y armaron el primer logo.
LOS FANÁTICOS DEL HUMO
La recepción del público ha sido muy buena. El boca a boca ha sido clave para el crecimiento y muchos de sus clientes compran periódicamente.
«Yo hago productos diferentes y la gente lo sabe y aprecia»
Mientras probamos un rico mango ahumado con merkén de Temuco – una combinación perfecta que La Chica de Humo descubrió gracias a una conversación por Instagram con Cervecería Intrinsical y Mango Merkén -, Daniela comenta “yo hago productos diferentes y la gente lo sabe y aprecia. Siempre estoy experimentando con productos nuevos”.
La Dani se caracteriza por darlo todo por sus proyectos y eso se puede ver en que después de un año y medio de ajustes, recién está satisfecha con la receta del pastrami, su producto estrella. Con orgullo, manifiesta que “ahora estoy contenta con la receta”.
Dentro de toda la variedad de productos, que cada vez está creciendo más, el pastrami es el que más se vende. Lo siguen las butifarras, que están disponibles en tres tipos: merkén, ají verde y pera/manzana. Este último fue una receta que se creó especialmente con la cervecería SpoH y que gustó tanto que quedó fija. Recomendamos firmemente probarla: es tierna y muy sabrosa.
No todo es carne de granja para Daniela. También tiene una gama de productos marinos, inspirada por sus amigos de @conagallas. “Me dijeron que experimentara con pescado ahumado e inmediatamente le dije con salmón no, porque yo quiero hacer cosas diferentes. Así empecé a trabajar con el pulpo. En un día aprendí a cocinar el pulpo y ahora lo preparo cada dos semanas”. Atentos todos los tentados, porque cuando hay pulpo disponible se agota rápidamente.
ONE WOMAN SHOW
Daniela se alegra mucho por todo lo que ha logrado. Todo lo ha hecho ella. No ha sido nada fácil y ya pasó de producir todo en su casa a tener un taller con implementos de primera línea. “Tener un taller propio es bakan porque puedo tener todo controlado y en orden”, explica.
Si bien todo ha valido la pena, lo que más le ha costado han sido los temas administrativos. “Por suerte, mi mamá es contadora y mi hermana es ingeniera comercial y me ayudan mucho en esos temas”.
«El producto final no puede fallar»
Por otro lado, de repente es complicada la comunicación con los clientes, porque Daniela no puede responder tan rápido los mensajes, ya que cuando cocina está 100% enfocada en eso. “El producto final no puede fallar y lo que prepare hoy tiene que salir igual a lo que prepare en tres meses más, tengo que ser consistente con mi producto.»
Es por esto que pide paciencia a la gente que le escribe, ya que como está trabajando todo el día en el taller se desconecta para poder dedicarle el tiempo que requiere. Luego de trabajar en sus productos se dedica a responder mensajes y pedidos.
EXPANDIR EL HUMO
Para el futuro espera poder expandir la marca. Para eso, primero quiere comprar un ahumador más grande y luego participar en ferias y entrar a emporios que le permitan llegar a más personas.
Actualmente, La Chica del Humo no hace talleres pero es algo que le gustaría hacer a futuro. “Quiero enseñar el proceso para que las personas se adueñen de las recetas y creen la suyas propias. A mí no me gusta enseñar recetas, quiero que entiendan cómo se hace”, comenta con energía.
Y si de sueños se trata, Daniela nos habla sobre algún día tener una carnicería propia de barrio, donde la gente pueda encontrar sus productos y también insumos y productos de otros emprendedores.
UNA MESA PARA SABOREAR
Tuvimos la suerte de saborear una mesa llena de preparaciones elaboradas en base a sus productos, todo hecho por ella al momento.
Aprovechamos de preguntarle por recomendaciones culinarias para consumir de la mejor manera sus productos, ¡tomen nota!
El pastrami laminado es súper versátil, lo pueden usar en ensaladas, sándwiches e incluso hacerlo como un carpaccio: con queso parmesano y limoneta, una excelente opción para una entrada en estos días de verano. Los cubitos de pastrami son muy bueno para lentejas, salsa de tomate y el clásico con huevo revuelto.
También probamos la coppa, su nuevo producto estrella: un jamón ahumado con la proporción perfecta de sal que lo hace ideal para un rico picoteo con los amigos, un verdadero lujo.
Y por último pudimos deleitarnos con la butifarra de manzana/pera. Hecha al sartén y picada en pedacitos hace que cada bocado sea la combinación perfecta entre lo dulce y lo salado.
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