Las innovaciones han sido la tónica principal de cada proyecto agroecológico del Hotel Las Torres. Ubicado en el corazón del Parque Nacional Torres del Paine, fortalece su huerta biointensiva con nuevos fertilizantes y repelentes orgánicos que desafían las condiciones climáticas extremas de la región.
Durante varios años, Las Torres ha trabajado con su propia huerta biointensiva. Un proyecto agroecológico que cultiva alimentos libres de químicos y pesticidas en un entorno sostenible y controlado. Frutas, verduras y hierbas que, al ser cosechadas en este espacio, son utilizadas en las distintas propuestas gastronómicas del hotel.
La producción de esta temporada estuvo marcada por un invierno más largo y un verano más breve. Esto trajo consigo espacios para seguir elaborando nuevas estrategias agroecológicas, que permitieron ampliar la variedad de bio-preparados más sostenibles, trabajando con un enfoque de manejo de suelo vivo.
Para el período 2023-2024, la compostera pudo procesar -entre los meses de octubre y abril- 17.382 kg de residuos orgánicos; promediando mensualmente la gestión de 2.500 kg por mes. Esto se transformó en un total de 6.190kg de compost listo para utilizarse en los meses de enero a abril de este año. Este elemento se generó de la mano de los nuevos fertilizantes orgánicos desarrollados durante este lapso de tiempo.
“Empezamos a ampliar la variedad de fertilizantes a base del compost y otros insumos que puede generar una huerta. De esta forma no se desperdicia ningún recurso y lo aprovechamos para tener cultivos más saludables, que puedan aportar una mejor nutrición a quien los consume”, afirmó la encargada de la huerta, Catalina Rojas.
Cultivando sostenibilidad en la Patagonia
Durante esta época, se produjeron tres tipos de fertilizantes y tres tipos de repelentes. Estos últimos, están hechos a base de diente de león, hojas de ruibarbo y plantas de ortiga. Mientras que los fertilizantes aplicados en la huerta, son compost maduro y lo que han definido como “té de compost«. Se trata de una infusión que se mantiene en agua durante 7 a 10 días, que luego es utilizada para el riego de los cultivos.
El tercer fertilizante tiene por nombre Bokashi; una preparación compuesta de afrecho, chancaca, levadura, agua, tierra y guano. Su preparación se puede realizar en 7 días, siendo sujeto a las condiciones climáticas que permitan la activación de los ingredientes para una correcta fermentación.
“Actualmente estamos trabajando en la elaboración de una planificación de bio-preparados, lo que implica estandarizar preparaciones, dosis y forma de aplicación, buscando la eficiencia y la sostenibilidad en su desarrollo y uso”, detalló Catalina.
En cuanto a las cosechas de estos meses, la encargada de la huerta precisa que las variedades de tomates fueron una de las más destacadas durante el periodo. “Sus distintos sabores, texturas y colores destacaron completamente entre los platos que se preparan en el restaurante del hotel”, comentó.