Selvaggio, el arte de la panadería y pizzería en Barrio Yungay

“La vida es una suma de pequeños detalles”, afirma Beatrice di Girolamo, artista visual y panadera. Su querida nonna siempre le decía que uno también come con los ojos. Y en Selvaggio todo es estética, todo es visual. Con el sabor de sus antepasados italianos como estandarte, esta emprendedora apuesta por una auténtica exhibición de obras de arte a través de sus hogazas de pan y pizzas en pleno Barrio Yungay. ¡Recorramos junt@s su Historia con Sabor!

La conexión de Beatrice di Girolamo con el pan viene a través del arte, por eso ella impulsa su proyecto como más que una panadería-pizzería. Fuimos hasta el corazón del Barrio Yungay para comprobarlo. Caminamos por las calles de adoquines de Huérfanos, entre las esquinas de Rafael Sotomayor y Libertad, que a cada paso nos recordaban el barrio histórico en el que estábamos. 

Llegamos a Selvaggio -ubicado en una casona antigua de 1920 con un pasillo largo- desde donde puedes observar su vitrina con las hogazas de pan y a sus maestr@s panader@s dominar el arte de la panadería y pizzería. Este local funciona en horario AM como panadería, y desde las 13:00 hrs. saca a relucir su lado pizzero, ofreciendo maravillosas preparaciones que puedes disfrutar a domicilio o en su terraza. 

Foto: Mango Merkén

Nos encantó como un haz de luz entra justo por la ventana principal de Selvaggio, para iluminar aún más su alucinante vitrina de panes. ¿Viste lo lindo que es? Nos dice Beatrice, recibiéndonos con una sonrisa. En este histórico lugar, descubrimos una nueva Historia con Sabor

VIDA Y OBRA INFLUENCIADA POR EL ARTE Y LA COCINA

“L@s niñ@s aprenden mucho mirando y yo fui esa niña”, comenta la emprendedora. Su padre -inmigrante italiano- era artista. Los recuerdos de su casa son literalmente de un taller artístico, y con su madre y su nonna Elvira liderando la cocina con muchas recetas con masas. 

De ambas partes sacó lo mejor: la visión e inspiración del arte visual, y el sabor y técnica de la gastronomía tradicional italiana. “Y de mi madre también saqué ese power femenino, una mujer con mucho talento, con taco de aguja y rouge pero con taladro en mano. Eso me marcó mucho, me enseñó la manipulación de materiales diversos”, reconoce.

Foto: Mango Merkén

Por toda esta influencia y las imágenes que se grabaron en su retina, Beatrice estudió arte y diseño en la Universidad Católica. Como profesional, se desempeñó en el área del diseño gráfico haciendo logotipos, afiches, carátulas de discos y catálogos para artistas, entre otros. Luego arriendó un taller y de a poco se dedicó al arte, hasta que la descubrió una galerista.

En 2015 instaló su taller en la ex fábrica de Caffarena, en pleno Barrio Yungay, donde hasta hoy tiene su casa-taller. En 2017, buscando salir un poco de la exclusividad del arte en galería, comenzó el proyecto “Vestigios, Arqueología de la Ciudad” junto al Hogar de Cristo, para la Estación San Alberto Hurtado – línea 1 del Metro de Santiago. Un proyecto donde la propia comunidad de Estación Central le donó objetos con historia, que luego ella compuso en cuatro murales de la estación junto a cuatro frases de Alberto Hurtado.

Fotos: Mango Merkén

AMASANDO SU LLEGADA AL BARRIO YUNGAY

Esos nuevos aires laborales vendrían con la “marraqueta debajo del brazo”, como decimos en buen chileno; su ya comentada mudanza a su querido Barrio Yungay.

Este grado de calidez quizás la influenció para acercarse aún más al calor de la cocina. Beatrice recalca que independientemente de su desarrollo profesional como artista, nunca abandonó su lado culinario. A través de las pastas y panadería que aprendió de la nonna y de su madre, siempre conectó con la gastronomía. “Aún conservo el uslero de mi nonna”, señala con alegría.

Por cosas del destino, en 2020 a tan sólo unos pasos de su casa, se dio la oportunidad de emprender con la cocina. Y con qué más podría ser, que con el arte de la panadería y la pizzería. ¡Tradiciones son tradiciones! “Si me hubieses dicho hace unos años que estaría viviendo en el Barrio Yungay, trabajando con maderas y vestigios en mi taller, y en paralelo con mi propia panadería, no te creería”, dice esta artista culinaria observando la fachada de su emprendimiento. 

HORNEANDO EL ARTE CULINARIO DE SELVAGGIO

La idea siempre fue mezclar sus dos pasiones -el arte y la cocina- y que dieran un nuevo color, por así decirlo. Dejando fluir su lado de diseñadora, diseñó el logo de Selvaggio y jugó con el concepto del “amasar de madrugada”. A esa hora el cielo aún está muy oscuro, entonces pintó la panadería de color azul casi negro; como el amanecer, empatizando con esa labor y la gente detrás de ello. 

Siguiendo esta línea de enaltecer la obra de la panadería y ponerla a disposición del barrio, Beatrice recurrió a una faceta museográfica sobre el pan para contar su historia y sobre la masa madre en sus paredes. Y también construyendo una vitrina para lucir sus piezas de arte, en este caso los productos de la panadería. Con el agregado, de dejar a la vista del público todos los procesos de amasado, leudado y horneado. ¡Dígannos si no les parece un tour sumamente sabroso!

Desde el 2020, la emprendedora recalca que se tomó un año para hacer los testeos respectivos del pan. “Fue súper difícil lograr un pan equilibrado, en relación a la acidez y el aire con el que tenían que quedar. Es pura mano de obra, la gente a veces no tiene idea de la labor alucinante que es. Siempre hay cosas por mejorar porque hacer un buen pan es sumamente complejo”.

Selvaggio, que viene de “salvaje” en italiano y esta asociación con lo salvaje de la masa madre, prendió oficialmente sus hornos el 18 de marzo del 2021. Partió como panadería y con pizzas para llevar. Pese a la pandemia, vendieron mucho. Tanto que el WhatsApp colapsó y los impulsó a habilitar una página web para los pedidos. “Nuestro crecimiento ha sido muy orgánico”, apunta Beatrice.

Fotos: Mango Merkén

Por ejemplo, la atención al público. Selvaggio está ubicado muy cerca de la casa presidencial, lo que de por sí atrajo a un nuevo público hasta sus esquinas este año. Beatrice recuerda que llegaron los periodistas con ganas de tomar café y comer algo. Ella en su capacidad de adaptación, corrió hasta su casa a buscar una cafetera y de a poco fueron armando una pequeña terraza y cafetería. 

SELVAGGIO, PANADERÍA & PIZZERÍA

Cada madrugada, l@s panader@s de Selvaggio preparan los panes para el día siguiente. El pan que disfrutas hoy, lo hicieron ayer. Y el de mañana, lo hicieron hoy. Así pueden verse en los refrigeradores que exhibe en la entrada, ¡el arte de la fermentación! Proceso que dura 24 horas. Una nutrida exhibición de arte a través de la panadería y pizzería, que puedes empezar a degustar en el menú de su sitio web

Panes de campo, con aceitunas, baguette, battard (parecido a la baguette pero más ancho), brioche, centeno, con semillas y de tomate. Además productos especiales, como sus panes de chocolate y nuez, y los rotoli; unos rollos de brioche rellenos con puré de castañas, arándanos, y también con nutella y chips de chocolate. Y atención a su oferta de panini, unos sándwiches que prometen ser tus nuevos favoritos.

Fotos: Mango Merkén

Tuvimos la suerte de estar presentes al mediodía, cuando a las 13:00 hrs. en punto la Panadería Selvaggio rota a su versión de pizzería. Probamos la Funghi: mozzarella, queso azul, cebolla, tomillo y funghi silvestre (champiñón). Estas setas son obtenidas a través de Bernardita Sepúlveda, una recolectora de hongos por herencia ancestral de la Región del Maule, que sale a las 5:30 de la madrugada a buscar este preciado producto. “Esta pizza es un hit”, dice emocionada Beatrice.

Y no podíamos irnos sin probar la de la casa, Selvaggio: salsa de tomate, mozzarella, aceitunas negras y verdes, tomate cherry, jamón serrano y rúcula. ¡Tal como nosotr@s, no puedes dejar de probarla! Ojo que también tienen pizzas veganas.

Fotos: Mango Merkén

COLABORACIONES EN EL BARRIO

Agradeciendo el recibimiento del barrio hacia ella y hacia su propuesta gastronómica, Beatrice nos cuenta que su enfoque está en perfeccionar lo que ya tienen. Y en ese sentido, los próximos pasos van dirigidos a hacer colaboraciones con cociner@s. Por ejemplo una jornada de ceviches junto a un chef amigo, combinándolos con sus sabrosos panes. 

Y como primicia anuncia una fusión con los chocolates de otro emprendedor amigo, visualizando una línea de Selvaggio Chocolates.

Comparte esta Historia con Sabor de Mango Merkén con tus amig@s e invítalos a un tour por las calles de Barrio Yungay, con una sabrosa parada en la vitrina panadera y pizzera de Selvaggio.

Dirección: Huérfanos 2744, Barrio Yungay, Santiago

Horarios: martes a sábado de 9:00 a 22:00 hrs (domingo y lunes cerrado)

Pedidos de pan y pizza: www.selvaggio.cl / Por Uber Eats sólo pizza.

Instagram: @panaderia_selvaggio  / Facebook: Panadería Selvaggio / Twitter: @selvaggiopan

WhatsApp: +56950111372

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